Es el año 559 después de la creación de las colonias espaciales. El hijo del líder es forzado a viajar a la colonia más antigua de nombre Karmaland, ha habido un incidente y han perdido todo contacto con la colonia. Pero en el viaje descubren que al...
Auron despertó primero, con el cuerpo de Luzu aún entre sus brazos, aferrándose de forma posesiva a su cintura. El reloj marcaba las 2:30 a.m., y eso le indicó que era hora de levantarse, así que se deshizo del abrazo y salió de la cama con cuidado. La cadera le dolía y se sentía pegajoso, estaban tan cansados que se habían quedado dormidos sin tomar un baño.
-Frederick ven aquí-
El robot doméstico entró rápidamente ante el llamado de su amo, y se acercó para ayudarlo a ponerse de pie. Era un poco más bajo que Auron y su diseño emulaba a un joven de no más de quince años, pero era lo suficiente fuerte para llevarlo con facilidad al baño.
-¿Dese que le preparara el baño?- el médico asintió a duras penas y se acercó al lavamos para apoyarse en él, la verdad es que estaba cansado y deseaba dormir un poco más, pero tenía que estar listo para partir en breve.
-Buenos días amor, pensé que dormirías un poco más- sonrió al ver como Luzu entraba al baño, completamente desnudo y bostezando de manera perezosa.
-No preparamos las maletas, y definitivamente necesito un baño relajante después de lo de ayer- Auron sintió como su esposo se acercaba a él por atrás y pasaba las manos sobre su vientre, mientras depositaba pequeños y dulces besos en su cuello.
-Recuerda llevar mi ropa en tu segunda maleta, y no olvides hablar con tu amigo antes de salir de casa para que calcule el tiempo- Auron asintió con la cabeza y volteó ligeramente el rostro para depositar un casto beso sobre los labios de Luzu.
-No te preocupes mi niño, sé lo que tengo que hacer, tú eres quien debe tener mucho cuidado al salir de casa. Recuerda que no pueden verte por nada del mundo- un suspiró se escapó de los labios de Luzu antes de acercarse ligeramente al terso cuello de su esposo, donde dejó un par de besos más.
-Lo sé, tengo todo calculado, y siempre que el capitán haga su parte, todo estará bien- Auron le lanzó una mirada incrédula a través del espejo, porque sabía exactamente bien porque había dicho eso. Después de todo, a su esposo desagradaba el capitán.
-Todo irá bien... dejémoslo en eso...- se separaron del abrazo cuando el robot les indicó que el baño estaba listo. Al menos se relajarían un poco antes de partir.
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Una hora más tarde Auron y Luzu se encontraban frente al edificio donde vivían, esperando por el chófer que llevaría al médico al muelle de naves. Estaban seguros que el consejo de líderes enviaría a alguien diferente ese día, para asegurarse de que el nuevo Presidente no se escabullera con su esposo, y para eso tenían lista una pequeña actuación de amantes que se despiden con la incertidumbre de no saber cuándo volverán a verse.
