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Jamás sentí tanto frío cómo ahora, lo peor es que estaba temblando del famoso frío que tenía así que busque algo que me abrigará

—¿Porque usas un abrigo en un lugar cálido? –pregunto Lia por lo que la ví mal– oh ¿Quieres que llamemos al doctor antes?

—no, no es necesario, si aguanto el frío además talvez se me quite apenas salga –me termine de vestir y volte a verla– ¿De verdad tengo que ir?

—si, si no porque aceptaste la reunión, además sabes que son puntuales así que vamos

—¿Podrías ayudarme? –asintió y camino hasta donde estaba– gracias

–vamos ya

Camine hasta la puerta y la abrí empezando el día, Lia es de desayunar todos los días a menos que de verdad el tiempo corra, así que tuve que desayunar y después salimos a Fobos donde hablaría con la pequeña tribu de Marte

–¿Estás lista? –negué y sonreí de lado– vamos, tú puedes

—eso espero –dije soltando un suspiro y saliendo de la nave–

Camine hasta donde estaba la familia real o del líder, Lia me ayudó a controlar todos los nervios que tenía encerio fue mejor disculparme que venir sola, después de hablar, acordar la entrada a los otros planetas y de comer nos fuimos, en el camino me quedé dormida y apenas estábamos llegando a la entrada del palacio cuando desperté con un vacío dentro de mi entre y me quedé en la sala viendo el florero que estaba en el centro de la mesa

—¿Que te paso?

–¿Estás segura de ese sueño? –asenti sintiendo escalofríos– pero y si va

—no lo creo –me abrace y ví el pantalón de Venus frente a mi– no la veré me...quedaré aquí

—pero porque, ayer le llorabas ahora no quieres verla...¿Que soñaste?

—que no iba y me avisaban que no podía ir –dije sin dejar de ver el florero– me quiero quedar, inventen algo pero me quedo aquí

—como digas, pero luego no te arrepientas –hablo Venus saliendo de la sala–

La ví hablar con un guardia el cual asintió y después ella de fue, de seguro me cuidarán, en cambio Lia estaba sentada frente a mi viéndome atentamente

—diras algo o solo me verás

—quiero saber que decir –sonrei de lado y mientras me acosté– tienes miedo

—bruja –dije fingiendo sorpresa– claro que lo tengo, pero prefiero ser la mala a ser la víctima

—¿Porque?...¿es por lo que decía la infanta? –hice una mueca y bufo– ya estás grande como para tener miedo

—no importa que tan grande seas, siempre tendrás miedo –dije tapando mis ojos con mi brazo– ¿Puedo dormir?

—no, ya se a donde va eso y no, afuera –volte a verla con diversión– sal, adiós

—¿Porque me iré?  –chasque los dedos y los guardias me acompañaron a la puerta– BIEN

me fui caminando al pueblo, fue cansado pero llegué lo malo es que no sabía a dónde ir...fui a la parte con magia y me senté en las mesas de afuera de una cafetería, pedí la carta y pedí una bebida fría y con la pulsera aparecí una hoja y un lapicero empezando a dibujar cuando estaba por terminar de dibujar cuando llegó el señor con mi café

—¿Puedo sentarme? –levante la vista y sonrei– entonces...

—claro –sonrei y pedí el menú– me alegra verte, porque no te vi antes

—oh bueno –rio timida– he estado pintando para todos y aaah es pesado

—me pudiste hablar y lo resolvía

—no no es necesario –dijo divertida por lo que rei–

—¿Que dices? –le mostré la servilleta y lo vio unos minutos– ¿Muy mal?

—no, está bonito, me gusta

Andrea Palacios Jung mi amiga desde que llegué al palacio, tiene un don con el arte una pintora increíble, y bueno cuando llegue al trono le ayude dándole un puesto cómo archiduquesa aunque después de eso no la veo tanto pero bueno, platicamos más y en la tarde noche le pedí a una nave de pasaje o taxis como le dice Charlotte, baje y entre directo a mi habitación no quería ni comer

—si sigues así yo te tendré que manejar –le reste importancia– que paso

—nada de lo que debas preocuparte, ¿Paso algo aquí?

—llego una disculpa por no aparecer a la comida y –la ví y sonreí por un segundo y seguí cambiándome– ¿que harás ahora?

—suspire– nada, no quiero volver a hablar del tema y ya ¿Puedo dormirme?

Asintió y salió sentí un nudo en la garganta, talvez era lo mejor no intentar nada y bueno me bañe, me cambié y me fui a acostar pero no podía así que me quedé sentada en el suelo viendo desde el balcón todo Ganimedes hasta que ví que salía el sol y me estaba dando sueño, así que me fui a dormir

LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora