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—¿No irás a despedirte? –habló Lia y negué– otra vez

—¿Lograron sacar la estatua? –escuche un suspiro y me gire para verla– ¿Es un si?

—si, Marisa dijo que apenas salga de cualquiera de sus territorios podrían volver a ser seres con pulso

—¿Seres con pulso? –dije divertida viéndola reir– solo me despido de el en la entrada entendido –ella hizo una mueca y salió–

Me coloque una sudadera y salí, ya tenía un pantalón deportivo así que solo use eso y baje a ver cómo Venus y Lia lo ayudaban a guardar, ví como guardaban la estatua y sentí como si me quitarán algo importante

—¿Nos acompañaras? –pregunto y negué– lo imaginé, entonces me voy...te veré algún día, creo

—lo mismo digo –dije viéndolo asentir– promete tenerles paciencia si

—claro...¿Algo más?

—no...los quiero cerca de Ganimedes si –el vio a Venus y soltó el aire– gracias

—de nada, bueno llegó tarde así que me voy

Nos despedimos con un abrazo y después se fue, entre y me prepare un café en lo que regresaban esas dos, cuando termine de prepararlo salí y me senté en la mesa que había viendo el espacio donde estaba la estatua

—QUERIDA –brinque y rei al escuchar el grito de Renemes– GRITA NO QUIERO BUSCARTE EN ESTE LUGAR

—EN EL JARDIN –volte a ver la puesta y está se abrió me levanté para saludarla– hola querida, ¿porque gritabas? No estaba tan lejos

—pues no sabía dónde estabas, pero bueno –dijo mientras se sentaba– te traje un lindo regalo, bueno sorpresa, una linda sorpresa

—que me vas a regalar ahora –dije cruzandome de brazos– por favor que no sea un...de los nuevos porque no quiero mascotas

—no te daré más de esos –dijo fingiendo enojo– no desde que le regalaste uno a Erika

—sabias que no me gustaba tenerlos –dije viendola reir– que princesa eres

—de hecho soy reina no princesa, así tu regalo –se levantó y volvió a entrar– perdón, cuando peleó con ella olvidó casi todo –dijo alegre y riendo amistosamente– vamos, y aquí tienes tu regaló

Me gire para ver qué traía ahora y me tape la boca evitando ver mi risa nerviosa ya que Hayley tenía una cinta de regalo en la cabeza, me levanté y le quite el moño para después abrazarla

—este regalo si me gusta –bese su mejilla y regrese a sentarme– gracias

—claro, porque es Hayley no la regalas –dijo riendo y la ví con ganas de matarla– sabes que no miento –volvio a decir en cuanto se sentaron–

—¿te a regalado personas antes? –pregunto y volte a ver a Renemes con una sonrisa– ¿enserio regalas personas?

—claro que no –dijo riendo para después acomodar su cabello– no ahora –dijo y aguante la risa– antes era algo...normal

—dime que no los tienen en tiendas –dijo viéndonos preocupada– no los tienen así, ¿cierto?

—bueno –Renemes rasco su nuca– cuando aún éramos unos... adolescentes talvez, hicimos cosas que ahora están mal pero, era otro tiempo

—luego te explico –dije viendola negar– con digas, ahora ¿Que haces aquí junto con mi hermoso regaló?

—bueno vine a contarte que Andras hará una fiesta para despedir a Calipso mañana, así que quiero que la lleves –dijo señalando a Hayley– se niega a ir

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