Double Trouble. •Jack & Finn Harries•

Capítulo 9

-No tenemos tanto dinero como pagar una renta. -dijo Ariadne después de meditar la decisión rápidamente.

-Bueno, podemos resolver de alguna forma. -trató de aminorar su nerviosismo Finn, mientras la rodeaba con sus brazos.

-¿Ah sí? ¿Cómo cual? Acaso tienes un plan, ¡hemos quedado fuera campus! -susurró Ariadne desesperada.

-Nosotros tenemos un sueldo mensual que nos envían -propuso Jack tratando de romper la tensión-. Con eso nos la podemos arreglar.

Idearon un plan para poder vivir fuera del campus con Ariadne y Astra pero ellas al no entender quedaron inconformes. Pasaron escasos días paseando por las calles de Oxford apresuradamente ya que tenían una fecha límite de estar en el campus. Veían apartamentos en los alrededores, algunos económicos, algunos justos, otros lujosos...

-Dios, Finn... mamá se morirá cuando le cuente ésto -le confesó preocupada Ariadne mientras se encontraban caminando en las calles.

-Ya, no te preocupes, linda... -la atrajo para besar su coronilla, buscando tranquilizarla-. Seguro si le explicas la situación, ella entenderá -y al parecer funcionó, ya que ella asintió con la mirada perdida y no volvieron a tocar el tema.

Transcurrió el resto de la tarde y se fijaron en un apartamento en el cual una chica joven llamada Isabelle, dueña del apartamento, les permitió hacer un tour por todo éste. Contaba con tres habitaciones, dos baños, una cocina que parecía de revista, pisos de madera, colores neutros en las paredes y poseía un muy grande ventanal que abarcaba casi toda la pared, el cual ofrecía una vista espectacular de la ciudad de Oxford. Estaba preciosamente adornado, y tenía un balcón sin siquiera barrotes que protegieran. Finn pensó que se veía muy provechoso para la necesidad por la cual pasaban.

Aún así, el precio era algo pasado de su presupuesto.

-Podríamos costearlo, pero no nos quedará mucho dinero para nosotras -soltó en un suspiro Astra. Y a Jack se le ocurrió una idea.

Rato después, Isabelle les había rebajado casi hasta la mitad del alquiler. Y la razón no le agradaba mucho a Astra. Él había coqueteado excesivamente con ella para que se lo dejara a un precio justo. Incluso rozaron labios, y todo esto lo presenció Astra.

-Chicos, ¿adivinen qué? ¡Lo dejaron casi a la mitad! -exclamó contento, también emotivos Ariadne y Finn. Aunque Astra lo fulminó con la mirada, y el supo que la había cagado. En grande. Aunque desconocía porque.

Ella, muy enojada por lo sucedido decidió aplicar la ley del hielo con Jack y hacer que el se diera cuenta de lo que le sucedía.

-¿Qué? ¿Así vas a hacer con todas? -le dijo a Jack, indignada mientas apenas dirigían algunas pocas palabras.

Cayó la tarde y la brisa fría, casi congelante, hizo que Finn decidiera llevar a las gemelas a un café italiano al cruzar la calle.

-Ariadne, ¿vas a querer algo? -pregunto Finn.

-Un café y una galleta con chispas de chocolate -le respondió Ariadne mientras entrelaza su brazo con el de Finn.

-¿Y ustedes chicos, que querrán? -preguntó mientras llevaba su atención a la otra pareja.

-Yo no quiero nada -contestó Astra simplemente.

Al ver su actitud desinteresada presente, hizo que Jack se decidiera por preguntarle acerca de su reciente actitud.

-Algo te ocurre, ¿Astra? Desde que salimos estás diferente -le susurró suavemente él mientras tomaba su mano con cautela.

-Absolutamente nada, y por favor déjame en paz, no quiero nada y eso es todo -dijo Astra aun mas cortante, si eso era acaso posible y Jack formó una mueca de tristeza de inmediato cuando se zafó de su agarre.