-¡VEGETTA! ¡¡DETENTE!!- Le gritaba con miedo mientras veía como rasguñaba el pecho de Fargan en un horrendo charco de sangre que había en el suelo.
Fargan grito para empujar a Vegetta con sus alas llevándolo lejos estrellandolo contra la pared pero eso no impidió que varias plumas salieran volando con un grito desgarrador, solo estaba allí con las garras cubiertas de sangre hasta que Rubius lo embiste para ver como el oso le daba tremendo golpe en la cara que le deja marcada una herida en su ojo derecho que sangraba, Vegetta se molesto para golpear a Rubius en el abdomen donde lo tumbo en el pasto para empezar a cortarlo con sus garras.
No podía creer el problema que habíamos armado y lo peor de todo es que si dejábamos que Vegetta saliera de su casa podría ir contra el pueblo y causar mas destrozos de los que había por el agujero negro. Un nuevo rugido me hizo paralizarme para ver como Rubius se le aventaba a Vegetta mordiéndolo en un brazo mas él otro parecía no darle importancia ya que lo araño en la cara mientras lo pateaba y fue allí cuando algo crujió horriblemente, la sangre caía del cuello del oso mientras que Vegetta respiraba con la boca ensangrentada.
-¡CALMATE!- Le grite de nuevo pero solo hice que me viera con enojo
Se me empezó acercar y yo solo retrocedí, no era un hibrido para poder pelear contra él y ahora podría matarme fácilmente con esos colmillos que me mostraba gruñéndome mientras veía la sangre que dejaba detrás de si... En tan solo segundos se me lanzo para tenerlo sobre mí y fue allí cuando lo vi a los ojos; no eran esos ojos que te daban paz, amor y sobre todo confianza, no. Eran unos ojos que mostraban salvajismo y sobre todo la muerte. Se me acerco al cuello donde pude sentir su respiración, sudaba fríamente ante la idea de sentir sus colmillos en mi carne perforándola pero de la nada algo lo golpeo en la cabeza haciéndolo caer sobre mi para ver la sangre que salía de la descalabrada que había recibido.
-Eso estuvo cerca- Me dice Rubius para verlo con un tronco en la mano
Me quite a Vegetta de encima para dejarlo en el pasto viéndolo allí, tan pacifico como si no hubiera lastimado a nadie. Me quede pensando por unos segundos: No podíamos dejarlo allí tirado en su casa por dos razones: La primera sabia de nuestras identidades y la Segunda era que podría despertar y salirse hacia el pueblo. Me pase una mano por el pelo tratando de calmarme hasta que tome la decisión mas dolorosa de mi vida.
-¡Vámonos!- Anuncie con autoridad antes de ver a Vegetta -. Llévatelo
Rubius me ve para tomar a Vegetta entre sus brazos antes de subir a su Chocobo y salir volando de allí, lo seguí y detrás de mi venia Fargan herido, habíamos secuestrado a Vegetta pero era eso o dejarlo matar mas gente. Prefería la primera opción pero... ¿Cómo se lo tomarían los demás al no verlo mañana? Ya pensaría en eso, de momento necesitaba retenerlo y bastante bien ya que su fuerza era superior a la de Rubius y eso que él era un oso.
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-Atalo bien- Le digo a Rubius mientras me encargaba de ver a Fargan en su ala lastimada
Habíamos llegado a la guarida y lo primero que ordene fue que Vegetta fuera atado de manos con cuerdas resistentes, mientras me dedicaba a ver a Fargan. Él había recibido un daño considerable en su ala tanto que tardaría un buen tiempo en volar de nuevo, cuando lo cure mire a Vegetta allí acostado pero sabia que despertaría pronto por lo que tome un pedazo de tela y me le acerque.
-¿Qué le vas hacer?- Me pregunta Rubius serio
-Vendarle los ojos, no puede saber que esta aquí- Le respondo mientras le ataba ese trozo a la cabeza con fuerza hasta que siento como me respiraba agitadamente
Retrocedí pero ya era tarde, de la nada se levanta y con un solo movimiento logra encontrar mi muñeca para sentir sus colmillos en mi carne, grite de dolor mientras veía como intentaba soltarse de las cuerdas pero no podía. Rubius se me acerco y con brusquedad suelta la mandíbula de Vegetta de mi muñeca para agarrármela evitando que sangrara mas, era peligroso aun. Los segundos pasaron y fue cuando vi que Fargan se acercaba con un bozal que era de metal, Vegetta gruñe para intentar patearlo pero falla, Rubius se le va por atrás y aplicándole una llave que lo inmoviliza lo deja a merced de Fargan que le pone el bozal antes de ser llevado a una jaula donde es lanzado dentro con brusquedad.
-¡Estúpido hibrido!- Escucho a Rubius para verlo
Sabia de sobra que Vegetta y Rubius no se llevaban bien pero ahora que estaban en una pelea podía darme cuanta de que el oso se contuvo de atacar a Vegetta hasta matarlo por eso recibió su buena mordida pero con él encerrado aquí... No sabia que podría hacer ahora
-Deja que te cure- Me dice Fargan para verlo
-Dale un sedante antes- Le digo señalando a Vegetta con la mano llena de sangre
Fargan me ve pero sin mas se acerca a la mesa de donde toma una jeringa llena de un liquido blanquecino para acercarse a la jaula, pasa su mano entre los barrotes y con agilidad toma a Vegetta de la camisa antes de acercarlo. Sin aviso le clavo la jeringa en el cuello de una manera brusca para inyectarle su contenido luego lo empujo haciéndolo caer en el suelo.
-Duerme bien, cabrón
Vegetta le gruño pero ya no pudo levantarse sino que simplemente se deja caer de lado y cierra los ojos callándose segundos después, no había dicho nada porque me dolía ver así a mi mejor amigo pero... ¿Qué podía hacer yo, para detenerlo? Nada, simplemente dar ordenes a mis compañeros híbridos y que ellos hicieran el trabajo.
-Deja de verlo, es solo un maldito hibrido- Me dice Rubius acercándose
-Tendremos que inventar una escusa a su desaparición- Dije serio para que captaran mi atención - Sabrán que fue la Hermandad Oscura
-No empieces... - Me dice Fargan desinfectando mi mordida -. Maldito, tiene una mordida muy fuerte
-¡Claro que si la tiene! - Dice Rubius dándole sarcasmo -. Es un puto lobo, como tener semejante fuerza con esos caninos que se carga
Mire a Vegetta inconsciente en la jaula para sentir la picazón de mi mordida pensando en algo que no me había puesto a pensar hasta ese momento y era lo siguiente: ¿Podría convertirme en un hombre lobo? Mire a Fargan que solo estaba callado con su rostro serio antes de notar que ni quería verme a los ojos.
-"¿qué le pasaba?"- Pensé para ver a otro lado
Esta bien que ya no éramos novios ni nada pues habíamos acabado en plan bien dejándolo solo como amigos y hermanos de la Hermandad pero... ¿todavía no aceptaba que yo lo había rechazado? Me imagino que eso era ya que se mostraba distante y seco a como era conmigo hace poco tiempo antes de terminarlo. Luego venia Rubius, ese no dejaba de acosarme o protegerme, lo quería pero se estaba pasando de la raya. Creo que le gusto pues a veces me coquetea pero yo simplemente lo ignoro o lo veo como un tonto, yo no siento nada por él pero bueno eso se tendrá que ver en un futuro.
-¿Qué pasa si eres mordido por un hibrido?- Pregunte al aire esperando la respuesta
-Una de dos- Me contesta Rubius tranquilo- No pasa nada y solo te quedas con esa cicatriz y recordatorio de lo que podemos hacer si estamos molestos o... Te conviertes en un hibrido inestable como este tonto- Me responde para señalar a mi amigo en la jaula
-No es tonto, solo estaba asustado- Le digo pero de la nada me gruñe Rubius para ponerme nervioso mas no se lo demostré
Esperaba que solo fuera la primera fase porque no quería ser un hibrido inestable, allí fue cuando me asalto otra duda: ¿Por qué él era un hibrido? Dure viviendo mucho tiempo con él y nunca lo había manifestado hasta ahora y eso me ponía tenso en cuanto a lo que podría significar el miedo de que yo también me convirtiera. No quería serlo pero también necesitaba buscar la cura de mi mejor amigo, no podía dejarlo para siempre atado, con bozal y encerrado por ser algo que de seguro él no quería.
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Nueva historia, espero que les guste. Esta esta un poco mas violenta que las que eh escrito y por eso tiene clasificación de contenido adulto. Gracias por leer
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EL MAS PELIGRO
General FictionVegetta es un hibrido de lobo que vive en Karmaland pero una noche la Hermandad, entra a su casa en un intento de calmarlo por su carácter de líder; lo que no esperaban era encontrarse con un ser tan cruel y peligroso como el diablo mismo. ¿Podrán d...