Capitulo 4: La pelea mas fuerte

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Veía como es que ambos se revolcaban en el suelo donde me preocupaban. Vegetta no lo mordía pero Rubius si le daba sus buenos zarpazos en su pecho aun herido, la sangre salía pero eso no detuvo a que el oso, literalmente le cubriera la boca a Vegetta para lanzarle una mordida en el brazo derecho que me hizo cerrar los ojos en el dolor que debió haber sentido pues hasta crujió su carne para ver como Rubius se comía un pedazo ensangrentado luego me ve a mi para retroceder pero en eso una pared me cubre el camino dejándome ver que el hibrido se me acercaba con una sonrisa lunática.

-Ven Willy, es hora de irnos a nuestra casa- Me dice con calma

-¡Vete!- Le digo tratando de ponerme molesto pero el miedo me malcomía el interior 

-El olor a miedo es lo que mas me gusta de tí

Me agarro de la camisa y me levanto del suelo, era mas alto que yo y ver esos ojos llenos de ira, salvajismo y muerte me dejaron helado. Tenia a mi compañero de aventuras y hermano oscuro ante mi creyéndose que era él era mi novio cuando yo ni siquiera lo eh aceptado y nunca lo hare. La verdad es que me dan mucho miedo los híbridos y me sentía raro ser el único humano en la Hermandad pero mientras acataban mis ordenes todo estaba bien pero ahora... Mire sus colmillos con sangre para sentir su lengua en mi mejilla al tiempo que me susurraba en el oído:

-Me voy a divertir mucho contigo al convertirte en mi juguete favorito para mis noches en celo.

Un escalofrió me recorrió la espalda para intentar darle una patada pero me detuvo la pierna con su mano libre mientras sus garras me cortaban la carne lentamente, luego de eso me planto un beso que rechace pero él me forzó a abrir mi boca cuando me clavo una de sus garras en mi pierna logrando que gritara y así mi lengua entrara en contacto con la suya, sabia a hierro su boca pero no podía soltarme hasta que Rubius me mordió el labio para notar su cara de dolor al ver como se giraba dejándome caer al suelo de piedra viendo las botas de Vegetta detrás suyo. Tenían casi la misma estatura solo que mi mejor amigo le sacaba por lo menos 2 centímetros de más. Vegetta me vio de reojo para verlo gruñir mientras embestía a Rubius contra la pared para sentir como pequeñas piedras salían de donde el oso estaba siendo golpeado en el estomago brutalmente, la sangre de su boca salpicaba el cuerpo y cara de Vegetta pero él estaba mas concentrado en darle tremenda golpiza; le pateo la pierna quebrándosela de un solo impacto donde podía ver como el hueso estaba saliendo de entre la carne blanda luego le agarro el hombro para empezar a jalárselo en un intento de arrancarle esa parte pero al final un asqueroso ¡Crack! se escucho para ver el brazo caigo. Rubius intentaba defenderse pero Vegetta era mas fuerte tanto que le planto un cabezazo que sangro la cara del oso para ver como le cortaba parte del cuello cerca de la vena yugular

-"La sangre sacia mi sed que el agua no puede hacer"- Recordé para ver a mi mejor amigo con los colmillos listos para tomar ese liquido rojo -. ¡NO LO HAGAS!

Vegetta me miro para soltar a Rubius al tiempo que le gruñía antes de acercarse a mi y empezar a olfatearme, debía oler horrible por la cara de asco que puso pero sin mas me agarro de un brazo con delicadeza haciéndome que me parara pero me queje ante el dolor de mi herida, me ve para tomar mi brazo pasándolo por sus hombros cargándome con calma.

-No siempre lo podrás proteger- Dice Rubius molesto - ¡Eres un monstruo como para cuidarlo!

Vegetta no le presta atención y simplemente me hace caminar fuera de la cueva llevándome al bosque donde nos internamos en una oscuridad calmada, relajante para lo que acaba de vivir. Me sentía sucio, y eso que era considerado una sopa de veneno en Karmaland pero ahora no.

-¿Por que te detienes cuando te grito?- Le pregunte a Vegetta para verlo de reojo

-Acción de obediencia- Me responde para verlo asombrado

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