Prefacio

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La jovencita de 16 años corría a toda velocidad por la arena. Debía entrar a su hogar antes de que empezara la tormenta, si es que a eso se le podía llamar hogar. Estaba llegando cuando vio una silueta negra en la entrada. 

-¡¿Qué quieres?!- le gritó, apuntándolo con su báculo - Esa casa es mía! -

- ¿A esto llamas casa?- le respondió aquel sujeto, mientras se le acercaba- Por tu culpa, por vivir oculta en esta basura, he pasado más días de lo necesario en este asqueroso planeta!-

- ¡¡Si no te gusta, lárgate de aquí!!-

- Te irás conmigo-

La jovencita se asustó. Frente a ella estaba aquel hombre, muy alto, pálido, que la miraba fijamente. Tenía el resto de su cuerpo cubierto de una tela negra. Sabía que si lo atacaba, saldría perdiendo. Así que prefirió correr, evadiendo su agarre y se metió a su "casa", poniéndole traba a la puerta.

- Te daré 5 minutos para que tomes lo esencial y salgas por voluntad propia- le dijo desde afuera aquel hombre- Después de ese lapso de tiempo, destruiré este lugar-.

Ella sonrió. Con ese lapso de tiempo le bastaba. Pasaron menos de 2 minutos cuando la tormenta de arena comenzó. El AT-AT se azotaba con fuerza mientras escuchaba al hombre maldecir y quejarse una y otra vez. Llegó a escucharlo toser. Se estaba ahogando con la arena, lo cual le provocó aún más gracia.

- ¡¡Volveré por ti, maldita carroñera!!- escuchó a lo lejos - 

- Estúpido - pensó para si- Ojalá la tormenta lo deje ciego-. 

Él caminaba a duras penas, intentando salir del ojo del tornado de arena. Cayó al suelo, empezó a arrastrarse. Maldijo su vida como nunca antes. 

- Estúpida niña- pensó - Lo hizo a propósito -

Para asustarla menos, había ido sin el casco. Su Maestro exigía que se la entregara con vida, porque esa niña era especial, aunque en ese entonces él no sabía porqué. Aún así, no quería defraudarlo. Ahora no podía ver, no podía respirar... sentía que iba a morir en medio de la arena.

Desde aquel día , sus vidas nunca más volvieron a ser las mismas.

* * * * * * * 

- He estado esperando este día por tanto tiempo...

La jovencita miraba con repulsión a aquel extraño ser que le hablaba y la miraba sonriente. Miró al hombre vestido de negro que la trajo ante él con desconfianza.

- Ahora cumplirás con tu verdadero propósito ... eres una Palpatine y te convertirás en la sucesora del Emperador-

- ¡¿Es la sucesora de Darth Sidious?!- exclamó Kylo Ren

- ¡¿Quién es Darth Sidious?- preguntó ella

- Así es... - dijo Snoke, ignorando a la joven- y ahora será mi aprendiz-

- Eso no fue lo que acordamos- le habló Rey entre dientes a Kylo, que estaba a su lado- Me prometiste que no me dejarías sola con él si venía contigo-

Kylo dudó un momento, pero la cara de la jovencita pasó de súplica a susto genuino.

- Maestro- habló con voz fuerte y seria- Yo... yo quisiera entrenarla-

- ¿Tú quieres ser su maestro?- inquirió Snoke, sin esperar respuesta, ya que su risa burlándose directamente de su aprendiz resonaba en toda aquella sala- De acuerdo. Inténtalo. De todos modos, están destinados a ser la pareja más poderosa de la Galaxia-

- ¿Pareja? ¡Por supuesto que no! ¡Él es muy viejo!- exclamó la chica

- ¡¿Viejo?! ¡¿Qué te pasa, niña?!- respondió de inmediato

Alejándome de ti (Reylo Fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora