Liu viene por mi

Chapter 4

Cualquier otra chica habría pensado que este es un loco sicopata. Pero yo no.

Tomé la nota y la puse contra mi pecho recordando cada palabra.

Se que el que escribió esto siente un vacío, uno que cree que nunca estará completo. Pero eso no es cierto, porque yo lo ayudaré.

Era un simple Sábado luego de todo el drama de ayer en la noche, pero tomé una decisión.

Me quede viendo televisión hasta las 10 de la noche cambiando sin sentido de canales.

Cuando vi la hora me emocione y fui directamente a mi armario. Tome una camiseta roja del grupo "Green Day", unos jeasn azules marinos ajustados con mis convers negras de cuero y una chaqueta blanca para el frío.

Estaba vestida casual, no quería verme bien ni mal, solo quería ser yo.

Luego de unos 5 minutos ya estaba lista y salí por mi ventana asía el bosque confiadamente sabiendo que no me sucedería nada malo.

Fui hasta el lugar más oscuro del bosque sin saber como era aquella persona.

Podía ser un hombre o una mujer, alto o bajo, guapo o feo, pero de todo eso no me interesaba nada, solo lo quería conocer y ayudarlo.

Todo se veía exactamente igual, los mismos arboles, ramas, flores y arbustos. Se sentía como un bosque sin fin.

Hubo un momento que ya no podía caminar más y decidí sentarme apoyada de uno de los millones de árboles.

Junto a mi habían unas hermosas flores violetas que se veían tan delicadas además de tener un aroma maravilloso.
Lamentablemente estaban rodeadas de hierba venenosa entonces no podía acercarme mucho a ellas, solo las podía observar desde la distancia.

Estuve un buen tiempo ahí, escuchando el sonido de la naturaleza. Cuando pude oír una rama de un árbol crujir.

Al mirar sobre mi cabeza me encontré con algo que me dejo helada.

- ¿Tanto te asusto princesa?

Luego este salto de la rama quedando enfrente mío con un cuchillo el mismísimo Homicidial Liu.

Me levante lentamente para poder observarlo con claridad. Seguía con la misma expresión de sorpresa sin poder cambiar ningún gesto.

- ¿Acaso no suplicaras por tu vida o saldrás corriendo?- dijo mientras jugaba con el cuchillo en los dedos de su mano derecha.

Luego de escuchar eso me puse seria y lo mire fijamente a sus ojos verdes como las hojas de los árboles.

- No lo harás- dije segura.

- ¿Y como sabes si lo haré o no?

- Porque se que tu no me arias daño Liu.- le decía mientras me acercaba lentamente asía el- Lo sé porque todos estos años me has estado observando y ayer tu fuiste el que me salvo de los chicos que me atacaron.

Me acerqué tanto que solo estábamos a unos centímetros de distancia observándonos el uno al otro justo en los ojos.

- Que ridícula, ¿acaso en realidad no estas asustada?- dijo amenazándome.

- Se lo que haces, me dices esto para que tema de ti, para que me alejé de ti, pero te diré ahora mismo que eso no funciona conmigo, se que tu estabas en mis sueños para espantarme y temiera de ti y luego yo con unas simples palabras de pude tranquilizar. Se que pasas por cosas difíciles y te quiero ser de ayuda.

Este se veía molesto con las palabras que le acababa de decir, se notaba que era orgulloso de si mismo.

- ¿Y porque querría tu ayuda?- dijo con voz seca.

- Porque soy la única que sabe como eres y la única que a sobrevivido estando junto a ti. Tal ves no quieras mi ayuda pero yo ya te lo estoy ofreciendo.

El solo miro asía un lado para no verme. Luego salto alto y lo perdí de vista.

Se había ido. Me entristece mucho esto. Que se notara que no le interesaba mi ayuda. Pero no me iba a rendir tan fácilmente, se que el se merece ser feliz y estoy dispuesta a correr riesgos por su felicidad, nadie merece vivir así de solitario.

Desperté muy tarde ya que llegué a mi casa muy de noche. No se escuchaba ningún ruido en mi hogar ya que, como siempre, mis tíos estaban en viajes de negocios. Típico de ello.

Me levante cansada de mi cama para dirigirme al baño. Al entrar me quite mi pijama que era solamente una camiseta negra sin mangas que me llegaba hasta abajo del ombligo y unos pantalones cortos verde agua.

Entre en la ducha y prendí el agua fría para despertarme más rápido. Solté un grito por lo helada que estaba esta. Me limpie todo el cuerpo y lave mi cabello rápidamente para salir lo antes posible del agua.

Al salir de la ducha me cepille los dientes y el cabello y fui a mi habitación. Al entrar fui directamente a mi clóset donde saqué una camiseta negra de Jack Daniels acompañado por una camisa abierta cuadriculada roja, unos pantalones largos azules marino y unas botas negras.

Como ya tenía todos mis deberes listos de la universidad no tenía ningún problema en hacer lo que yo quería.

Baje rápidamente las escaleras para tomar desayuno aunque ya eran las 2 de la tarde pero me daba igual. Me hice unas cuantas tostadas y un café.

Luego estuve analizando lo que había ocurrido la noche anterior y recordé que vi una chispa de preocupación en los ojos de Liu, el no me podía engañar tan fácilmente.

Miré por la ventana encontrándome con unas pequeñas macetas con flores.
Eran tan lindas... tan pequeñas...
¡Mierda! ¡Se me había olvidado por completo que hoy a las 4 tengo que ir a ver a los niños del orfanato!
Me embutí lo que me quedaba de las tostadas y salí corriendo al bosque porque le prometí a los niños que les enseñaría nuevos tipos de flores.

Saqué la navaja pequeña que guardaba siempre en mi bota para empezar a cortar todas las distintas flores que encontraba por ahí que los niños no hayan visto.

- ¡Listo!- dije emocionada con un ramo de flores variadas. Me di la vuelta para ir a mi carro lo más rápido posible pero justo Liu salto de un árbol quedando en frente mío provocando que chillara del miedo- ¡Imbecil! ¡Casi me da un ataque!- dije golpeándole el pecho.

El solo solté una carcajada mientras me miraba divertido. Pero luego se puso serio otra vez.

- ¿A que vienes al bosque esta vez?

- Solo vine a buscar unas flores para unos amigos que tengo- dije regalándole una sonrisa cálida. Luego la idea se me vino a la mente- ¡Ey! ¿Y si me acompañas?

Unos niños podrían hacer que Liu se sintiera mejor de animo, a mi siempre me hacían felices esos pequeños.

Liu se veía dudoso hasta que me dio su respuesta.