Duncan se encontraba en medio de lo que consideraba el vacío, flotando en total oscuridad, pero sin la resistencia del movimiento característico del agua, incapaz de ver si quiera sus manos o pies, de pronto sonó un llamado, que parecía ser dicho por muchas voces al unísono, dijo:
-El destino esta próximo joven hombre, ¿serás un peón de los autoproclamados reyes, o velaras por los de tu raza?
Luego de un silencio que considero tan largo como el tiempo mismo, una voz gruesa y acida pero en un tono sereno empezó a hablar.
-Tú que posees el mayor regalo de la creación, muéstrale al mundo lo que vales.
De pronto una luz cegadora envolvió al muchacho, dejándolo con más dudas que respuestas, empezó a percibir un susurro que lentamente se acercaba.
-Duncan...
-Duncan.
-¡DUNCAN!
Despertó de golpe, alzándose de su mesa banco y derribando su pluma en el proceso, enfrente de él el profesor lo miraba con una mirada no de decepción, sino más bien de preocupación, mientras sus compañeros trataban sin éxito de contener sus risas.
-Joven Amacel, ¿se encuentra bien?
-Si profesor, disculpe por quedarme dormido.-le dijo a su profesor sintiéndose mareado.
-¿A tenido problemas para dormir?-le pregunto con notable consternación.
-Algo la verdad.-no era la primera vez que sufría de insomnio.-estoy bien, no se preocupe.
El profesor se le quedo viendo no muy convencido, pero regreso al frente del salón para continuar con la clase; Duncan no se sentía muy bien, el dormir sobre una mesa siempre lo mareaba, tratando de concentrarse en la lección del profesor, un compañero toco su hombro.
-Oye, se te cayo esto.-dijo el chico mientras le entregaba su pluma.
Duncan tardo unos segundos en reaccionar por el mareo.
-Gracias.-le dijo mientras tomaba la pluma y se volteaba al frente.
Perdió la noción del tiempo mientras el profesor seguía hablando.
-A pesar de que la biblia sea un texto religioso, a lo largo de los años muchos investigadores la han considerado como una de las fuentes más importantes de historia de la zona de Israel, obvio omitiendo los rasgos fantásticos o mitológicos de la obra, la cual se presume tuvo distintos autores, especialmente el pentateuco, siendo cuestión cuales eventos fueron...
El profesor no pudo terminar la oración cuando un maestro abrió la puerta llamando la atención de todos los presentes.
-Alejandro, junta con los directivos, ahora.-se le veía agitado.
El profesor Alejandro miro a sus alumnos de reojo y apago la computadora.
-Muy bien jóvenes, nos vemos después, continuaremos el tema la próxima clase, cualquier duda sobre la tarea para el miércoles manden correo electrónico.-dijo mientras guardaba rápido sus cosas.
Los alumnos ocultando su entusiasmo por salir temprano, rápidamente guardan sus cuadernos y se levantan de sus pupitres, Duncan hace lo mismo.
-Diablos-pensó.-Quería preguntarle algo al profesor sobre mi tema, supongo que le mandare un correo más tarde.
Siendo uno de los últimos en salir del salón, Duncan iba sumergido en sus pensamientos cuando un amigo lo abordo mientras caminaba.
-Oye Duncan, seguro que no quieres cancelar la reunión de hoy, no te ves muy bien.-le dijo mientras sacaba su celular.
Duncan conocía a Matías desde la secundaria, era obvio que le preocuparía su pequeña escena en el salón.
-Estoy seguro, las reuniones son demasiado importantes como para cancelarlas a último minuto, y lo sabes- Duncan se tomaba muy enserio la responsabilidad de dirigir las reuniones.-Que clase de líder seria si me dejo vencer por un mareo leve.
Matías siempre había respetado a Duncan, si él se lo pidiese lo seguiría al mismo infierno, así que no dudo de él.
-De acuerdo, vamos entonces.
El lugar de reunión no era nada elegante, pero tampoco era un vertedero, una fachada tan genérica que no levantaba sospechas, y Duncan tenía acceso a ella al ser un terreno de sus abuelos; abrió la puerta con la llave, siempre eran los primeros en llegar, y empezaron a acomodar el lugar, poco a poco fueron llegando los demás, Duncan estando en la entrada recibiendo y saludando a cada uno.
-Parece que ya son todos.-exclamo mientras cerraba la puerta.-muy bien, todos sentados.
Mientras los demás se preparaban, Duncan fue al baño a lavarse la cara, se observó en el espejo, sus ojos castaños y cabello azabache suficientemente largo para sujetar en una pequeña cola de caballo; una vez acabo fue a la sala y se posiciono en su asiento, cada uno posicionado en un círculo, parecido a los que verías en una reunión de alcohólicos anónimos por ejemplo; entonces empezó a pasar lista por protocolo.
-Ok, Armando.
-Aquí.-era un chico de 20 años, de 1.79 m de alto, tez clara, cabello castaño y ojos verdes.
-Carlos.
-Aquí.-25 años, 1.75 m, tez bronceada, cabello teñido de color rubio y ojos azules.
-Luis.
-Aquí.-22 años, 1.82 m, tez oscura, cabello negro corto y ojos marrón.
-Juan.
-Aquí.-24 años, 1.84 m, tez morena, cabello oscuro y ojos grises.
-Daniel.
-Aquí...-dijo el chico apenas audible, era de 18 años, 1.74 m, tez clara, cabello castaño muy claro y ojos cafés.
Estando complacido de que todos estaban presentes, Duncan hizo a un lado la libreta.
-Estamos todos, bienvenidos a una reunión más; vamos a iniciar hablando sobre nuestra semana, empezamos de izquierda a derecha.-Duncan volteo a su izquierda donde estaba Luis.-empiezas tú Luis, adelante.
Esta rutina ya era más que natural para los jóvenes, hablar sobre su semana, compartir sus dudas y consternaciones, tomar agua o café y apoyarse entre sí; toda la reunión había transcurrido con normalidad, hasta que ya entrada la noche (por ahí de las 9:30) un flashazo que venía de la ventana los tomo desprevenidos.
-¡Qué carajos!-exclamo Carlos con sorpresa y miedo en su voz.
Todos se levantaron tratando en la medida de lo posible evitar entrar en pánico, de pronto Daniel empezó a hiperventilar, apretando su mano en el pecho y la otra usándola para sujetarse a su silla. Carlos y Juan se acercaron a tratar de calmarlo.
-Nos van a delatar.-dijo con el poco aire que tenía Daniel.-estamos muertos...
-Claro que no Daniel, respira.-Le dijo Juan tratando de calmar a su amigo.-todo estará bien, recuerda tus ejercicios; inhala, exhala...
Mientras los demás hacían su mayor esfuerzo para calmar a Daniel, Duncan se dirigió a Matías.
-Ve a la puerta trasera, haz un mapeo general y si ves algo sospechoso, procede con cautela.-le entregaba un taser mientras terminaba de decirle.
Mientras Matías salía por la puerta trasera Duncan salía por la puerta principal, esperando ver al fotógrafo huyendo en la distancia; pero para su sorpresa giro a hacia la ventana de donde vino el flash y vio al fotógrafo misterioso: una chica de más o menos 21 años (su misma edad), pelirroja, ojos verdes y tez blanca, se encontraba sentada justo debajo la ventana, demasiado enfocada en su cámara como para notar a Duncan a unos 3 metros de ella.
-Ejem.-soltó Duncan esperando llamar su atención.
La chica se sobresaltó al darse cuenta de su presencia. Levanto la vista hacia Duncan.
-Puedo expli...-trato de hablar pero Duncan la interrumpió.
-No sé cuáles sean tus intenciones y con todo respeto no me importan.-comenzó a acercarse a ella lentamente.-Pero acabas de poner muy nerviosos a mis amigos, así que explícate, y rápido.

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CAIDOS
ParanormaalLos fanáticos religiosos dicen que el reino de los cielos ha llegado a la tierra cuando a muchas personas alrededor del mundo les aparecen alas blancas como las de los ángeles bíblicos, pero también advierten que hay demonios entre nosotros cuando a...