O12

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A Seungmin le costaba mucho trabajo subir las escaleras, caminar rápido, sentarse, levantarse, inclusive reír le costaba trabajo y en ese momento odiaba colocarse la ropa, era doloroso estirar los brazos, sentía como sí miles de pequeñas agujitas se incrustaran en su piel cada que hacía aquella acción.

De nuevo soltó un quejido pero había logrado ponerse su camiseta holgada de color vino, había quedado mostrando su abdomen y allí vio su blanquecina piel maltratada arañazos, y moratones, se cubrió para no verlos de nuevo, pero cada que veía el espejo podía ver más herida, su mejilla izquierda tenía un arañazo muy notorio, además de que cerca de su mentón estaba un enorme morado, su cuello estaba igual, sus labios estaban resecos, y no se diga de sus brazos, no quería ni mirarlos.

Miro su mochila que descansaba en su cama, sabía que no debía ir a la escuela pero no se podía dar un descanso, eso no podía hacerlo cada día era importante para él.

Soltó un suspiro y tomo sus cosas, se miro por última vez al espejo, hacía mucha calor como para llevar algo que lo cubriera porque no quería que nadie viera sus heridas, siempre estaban más atentos desde que supieron que Minho lo había mandado a golpear había sido expulsado Changbin de a escuela al enterarse el director que ese era uno de los implicados, más nunca decidieron expulsar a Minho, solo lo suspendieron por una semana completa.

Lo único bueno fue que Seungmin se entero que Changbin se había ido a Busan para terminar sus estudios, al parecer su padre quería meterlo mejor a un colegio militar para ver si podía reformar su actitud.

Seungmin se desesperaba consigo mismo al no poder dar un misero paso para bajar las escaleras rápido, con mucho cuidado y de escalón en escalón fue bajando, hasta que estuvo por fin en la planta baja.

No había nadie más en aquella casa, solo estaba él, sus padres se han ido a otro viaje de negocios, siempre duraban una maldita eternidad y Seungmin a veces se aburría mucho al estar solo, de vez en cuando invitaba a alguno de sus amigos cuando uno de esos viajes se presentaba, pero sabía que tarde o temprano estaría solo de nuevo, pues sus amigos tenían que ir de regreso a sus hogares.

Tomo las llaves que se encontraban en el vestíbulo y se dirigió a la puesta, y se sorprendió al abrir la puerta.

—Buenos días Minnie

Minho le había sonreído de una manera cálida, pero al ver que el omega solo aparto la mirada sintió que su pecho dolía no le gustaba el rechazo de parte de su predestinado.

—¿Qué quieres? —pregunto Seungmin sin mirar a Minho.

—Bueno vine para que fuéramos a la escuela jun...

—No gracias, puedo ir solo, sí me disculpas se me está haciendo tarde.

Seungmin cerro la puerta y estaba dispuesto a irse pero Minho se puso frente a él.

—Insisto Minnie, quiero llevarte, apenas y puedes caminar y no quiero que te lastimes.

—¿No quieres que me lastime? —Seungmin lo miro—. Tú me hiciste todo esto y ahora dices que no quieres lastimarme...

—Minnie en verdad me siento arrepentido.

—No, eso es mentira, ¿quién te dio mi dirección?

El alfa no le respondió, se la había dado Chan después de casi rogarle por más de veinte minutos, lo único bueno es que Chan había aceptado dársela, pero se le había olvidado crear una excusa lo suficientemente creíble para que Seungmin no le hiciera tantas preguntas.

—Solo la busque por ahí.

—Supongo que ha sido Chan —Minho no dijo nada y Seungmin confirmo que era así, Chan se la había dado—, luego tendré que hablar con él, no me gusta que alguien que detesto venga a verme.

a second chanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora