Esta historia es muy bonita pues hay mucho amor pero también una trágica verdad, la cual se irá descubriendo poco a poco. Os recomiendo que tengáis paciencia y la leáis hasta el final, en verdad, merece mucho la pena.
Mean se encuentra un diario per...
Sammy miraba con el ceño fruncido a su novio, el cual desde que habían entrado en el salón de actos, no le había hecho caso.
—Mean ¿Se puede saber que mirás tan concentrado?, ¿Acaso buscas a alguien?—preguntó finalmente.
El castaño desistió de mirar para todos lados y fue a sentarse con esta, se fijó que había muchas chicas de primer curso, ya que eran cuatro clases en total y según ponía en el diario, solo en la de su dueña había cuarenta personas.
A cualquiera de las decenas de chicas que había allí, pertenecerle el diario, aunque por lo que había leído, parecía ser más bien fea e insignificante, bastante friki de Disney y con marcas en los brazos.
—¿Qué mirabas tan concentrado?.
—Nada cariño, tranquila no es nada—dijo mirando a su novia.
Cincuenta minutos después, al termino de las charlas y presentaciones en las que este estuvo atento por primera vez pues no se besó con su novia, la cual lucía atónita.
...— ¿Vamos a tomar algo?— le preguntó mientras salían del salón.
—¿E-Eh?....¿Q-Qué? —habló distraído volviendo a mirar a los demás.
—¿Quieres decirme que es lo que buscas con tanto interés?—preguntó ya molesta—...no me has prestado atención desde que llegamos a la clase de Holmes.
Este la miró extrañado pero se encogió de hombros pues no podía decirle que seguía leyendo el diario y que buscaba a su dueña entre los alumnas de primero.
Su novia lo miró de nuevo pero este no dijo nada, finalmente ella se fue muy enfadada pues no entendía que pasaba a su novio y prefirió irse antes de formar un escándalo y la expulsaran.
El castaño volvió molesto a su aula pues no había conseguido saber quién podía ser la chica.
—¿Qué le pasó a Sam?—preguntó entonces Saint.
—Está muy cabreada, ¿Qué le has hecho? o mejor, ¿qué no le has hecho?—preguntó Mark riéndose.
Este chasqueó la lengua con fastidio.
—Se ha cabreado porque según ella no le he prestado atención.
—Bueno... la verdad es hoy no se os ha escuchado como otros días—dijo rápidamente Zee.
El castaño volvió a encogerse de hombros restando importancia a los comentarios de sus amigos, ya que tampoco tenía porqué darles explicaciones.
Al terminar las primeras clases, este fue a la cafetería pues recordó que había leído que la que el creía dueña del diario, a veces veía a "su príncipe" allí.
Pensaba que quizás casualmente se la encontraría, aunque no sabía que decirle pues no tenía el diario para devolverlo.
Al llegar miró a todos los que estaban allí, la verdad es que había pocos estudiantes, en total unos diez, por lo que se cogió un café, se sentó en la mesa más al fondo y desde allí pudo controlar a todos mucho mejor.
Había tres chicas en una mesa riéndose y tomando cocacola pero eran de cuarto, por los libros que tenían, en otra mesa había dos chicos hablando y en la que estaba más a la derecha estaba un pequeño chico de pelo oscuro, dándole vueltas a su café con muy pocas ganas.
El castaño se dio cuenta de que este tenía un semblante triste pues en un momento que él le miró, el chico lo miró también, aunque apartó su vista rápidamente, por lo que Mean pensó que debía ser muy tímido.
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Por último, este observó la mesa de la entrada y en esa había cuatro chicas pero todas eran muy alegres y coquetas, no encajaban en el perfil de esa chica, además tampoco le prestaban atención a los chicos que habían en las otras mesas.
Más chicos y chicas vinieron y otros se fueron, entre ellos sus amigos e incluso Gun, el cual se sentó con el chico solitario de los ojos tristes pues al parecer eran amigos.
Miró y miró pero ninguna de las chicas que estaban en la cafetería, parecía ser la dueña del diario.
Mientras observaba, este notó que su compañero de habitación y el otro chico los miraban, quizás era porque nunca habían coincidido allí y hablaban de eso pero no le dio más importancia.
En todo el tiempo que estuvo en la cafetería, no notó nada sospechoso en todas las chicas que había, así que finalmente se dio por vencido y pensó que quizás "ella", había faltado ese día a clases.
