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Tras acabarse la película, los seis chicos salieron de la sala.

-¿Te ha gustado Plan?-preguntó Saint sonriendo.

Mark miró a Mean, el cual inmediatamente miró al más bajo casi por inercia.

-Si... bueno. La verdad no era totalmente de mi gusto pero no ha estado mal-contestó este tímidamente.

El castaño devolvió la mirada a su moreno amigo, el cual sonreía feliz pues Saint, Zee y él habían hecho una apuesta en el cine a espaldas de su amigo.

Mientras, este había ido al baño en el descanso de la película, Mark había apostado 15.000 Baths a que el castaño estaba loco por Plan y su pareja amiga cuando se enteró, apostó por lo contrario.

Este quería ganarse los 15.000 rápido, así que se propuso darle celos a Mean para que Sus amigos lo viesen.

...-Plan, estoy seguro que a ti te gustan las de amor, ¿no es cierto?-dijo acercándose a este mientras caminaban hacia la hamburguesería.

-Si bueno... Me gu-gustan todas las que no contengan demasiada violencia... Adoro los musicales.

-Que interesante-exclamó el moreno muy entusiasmado, poniendo su brazo en el hombro del más bajo.

Saint y Zee no le quitaban ojo de encima al castaño buscando alguna reacción, el cual pareció no inmutarse.

Cuando llegaron a la hamburguesería-todos se sentaron en una mesa y Mark por supuesto se las ingenió para sentarse junto a Plan ante la atenta mirada de Mean y Gun quiénes lo miraron extrañados.

La camarera llegó para coger los pedidos y todos eligieron lo suyo, hasta llegar al tímido Plan, el cual no se decidía, así que el moreno amablemente le aconsejó ojeando con él la carta, mientras le acariciaba la mano a propósito.

Saint comprobó entonces la molestia de Mean pero también la de Gun pues fue inmediata, estos fulminaban con la mirada al moreno y movían nerviosamente sus dedos sobre la mesa una y otra vez.

Luego de un rato esperando los pedidos estos llegaron y todos comieron con muchas ganas, entre risas y como no, con Mean y Gun acechando los coqueteos entre Mark y Plan.

Luego de salir del establecimiento, los chicos se subieron a los coches y fueron al bar de la calle principal pues decidieron ir a jugar al billar.

El más bajo no quería ir porque no sabía jugar y no quería quedar mal pero una vez más el moreno acudió a su rescate e insistió tanto que al final también fue con la promesa de que éste le enseñase.

Al llegar, ocuparon los dos billares, en uno se pusieron Saint, Zee y en otro Mark que enseñaba a Plan, mientras que Mean y Gun se sentaron a esperar su turno jugando a las cartas en una mesa.

El moreno aprovechó cada oportunidad para tocar al más joven, con la excusa de que se colocase bien para coger el taco y dar un golpe certero a las bolas o para enseñarle trucos.

El menor sin proponérselo estaba muy sonrojado y sonreía sin parar ante la atenta mirada del castaño y su amigo, quienes tiraban las cartas con algo de fuerza.

Tras varios minutos, el castaño ya no aguantó seguir viendo el espectáculo de manoseo y risas y se levantó muy molesto.

-¿Podríais ir acabando no?, Gun y yo queremos jugar.

-Díselo a Saint-dijo Mark mirando a su amigo y guiñándole un ojo-...no ves que yo estoy enseñando a Plan y aún nos queda para terminar la partida.

-No, esta mesa me gusta más-dijo molesto mirando al más bajo.

-Está bien, como quieras-volvió a hablar el moreno-... Entonces este hermoso chico y yo iremos a jugar a las cartas y ya le enseñaré en otro momento.

Mean lo empujó muy molesto y este sonrió con picardía, mientras los demás chicos los miraban sin entender nada.

Tras unos minutos jugando a las carlas, siguieron las risa y las bromas entre el moreno y el más joven, mientras Mean y Gun los miraban desde la mesa de billar sin dejar de bufar, murmurar y chasquear la lengua.

No entendía la pasividad de Gun, ni el descaro de Mark pues estaba claro que lo hacía para fastidiar, ya que su amigo tenía novia.

-Maldito cabrón, voy a matarle-susurró a regañadientes​ cuando de repente vio a Mark levantarse y besar la mejilla de Plan.

Saint y Zee alcanzaron a escucharlo y hurgaron más en la herida para comprobarlo, ya que no iban a perder 15.000 bahts por solo unas palabras.

-Parece que Mark y Plan han hecho muy buenas migas- le dijo Saint acercándose.

-Parici qui Niil y Hirri hin ichi miy buinis miguis-Se burló Mean realmente enfadado.

Este entonces ya no tuvo dudas.

-No me jodas... ese cabrón hijo de perra me ha ganado-susurró el regresando con su novio.

Mean lo miró molesto.

-Si dices algo más tú también, te mato -le dijo poniéndole el taco en el pecho.

Saint volvió riéndose ante la mirada de Gun que no se enteraban de nada, mientras que Mark y Plan seguían con su juego de cartas y sus chistes ajenos a todo.

Una hora después, tras varias partidas más, se fueron a casa, Saint y Zee se fueron en su coche y los demás en el de Mark, aunque esta vez Plan se sentó delante pues este se lo pidió.

Mean por su parte no abrió la boca en todo el trayecto, estaba realmente furioso y celoso, Gun en cambio miraba por la ventanilla tristemente, era difícil descifrarlo pero tampoco el castaño quiso hablarlo allí.

Al llegar el castaño se bajó rápidamente y se alejó corriendo hacia la fraternidad sin despedirse de nadie, Gun por su parte también se bajó tras despedirse y entonces Mark reanudó la marcha pues aún tenía que llevar a Plan a su casa.

Cuando Mark llegó a su habitación, le envió un mensaje a su amigo.

WASSAP DE MARK

«Me debéis 15.000» 😂

WASSAP DE SAINT


«Ya lo sé, capullo»😱

3. El diario -Meanplan TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora