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Mean preguntó a cada uno de los chicos y chicas que estaban en la cafetería e incluso a las que luego se fue encontrando en los pasillos, hasta su aula pero al parecer no era de nadie.

...—¿Es tuyo este diario?

—No.

—Perdona, ¿Has perdido esto?—Preguntó a otro.

—No, no es mío.

—¿Es tuyo esto?.

—No, no lo es....

Una vez que entró en su aula, también preguntó a sus compañeros pero nadie lo reclamaba, así que finalmente se lo guardó en su mochila y se olvidó de él.

Cuando ya las clases de ese día finalizaron, el castaño se fue a su habitación, puso la mochila en su armario y entonces se acordó.

Rápidamente salió al pasillo y siguió preguntando pero ninguno de los chicos de la fraternidad parecía reconocerlo, así que tras un tiempo desistió y se volvió a su cuarto.

-¿Qué pasa?, ¿Es que ahora no eres de nadie?— lo miró molesto, tirándolo sobre la cama—...¿Quién demonios te ha perdido?.

Al caer, el diario se abrió por una página, Mean iba a cerrarlo y guardarlo pero sin querer leyó un poco, aunque sabía perfectamente que estaba mal.

"No sé como acercarme a él...creo que ni sabe que existo. Lo peor es que cada día me gusta más..."

-¡Vaya, así que perteneces a una admiradora secreta de alguien del campus!-exclamó sonriendo.

En ese momento su compañero Gun abrió la puerta y entonces rápidamente escondió el diario bajo su almohada.

-¿Hola qué tal?, emm....¿Ya estás aquí?-disimuló.

-Ah... hola-dijo este tirándose en la cama.

-Te ves agotado-habló de nuevo el castaño sintiéndose culpable.

-Si bueno, es que estuve ayudando a un amigo con una cosa y estoy muerto.

Unos golpes en su puerta los alertaron y enseguida Mean abrió.

-Hola amor... ¿vienes a comer una hamburguesa con las chicas?—preguntó Sammy muy sonriente— puedes decirle a Saint y Zee que se vengan.

 ¿vienes a comer una hamburguesa con las chicas?—preguntó Sammy muy sonriente— puedes decirle a Saint y Zee que se vengan

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-Si claro, vamos, ¿por qué no?...la verdad es que me muero de hambre-Dijo este cogiendo su cazadora y saliendo de allí.

Cuando la pareja llegó a la hamburguesería, Janis y Pam ya estaban allí y un rato después también llegaron los amigos del castaño.

La camarera vino e hicieron sus pedidos para luego seguir hablando.

...-Oye por cierto, ¿ya has encontrado al dueño del diario?-preguntó Saint curioso.

-¡Nada de eso!—exclamó molesto— ...parece no ser de nadie, a todos los que he preguntado no les suena.

-Deberías poner un anuncio— dijo entonces Janis—...quizás así el dueño o dueña aparezca.

Este rió y los demás lo miraron extrañados.

-¿Qué es tan gracioso?-preguntó Sammy.

-Bueno, es que me acord...ya sé que está mal y eso pero sin querer leí un poco y al parecer pertenece a una admiradora secreta de alguien o una acosadora, no lo tengo claro aún-dijo este riendo de nuevo

-¿Cómo qué aún?—preguntó molesta Pam—...no debes de leer más, un diario es algo muy personal e íntimo.

-Ya, ya lo sé...fue sin querer... Además solo fue una maldita frase, no fue para tanto-se defendió este.

-¿Oye y cómo sabes que es de una chica?- habló de repente Zee.

-Ah bueno pues la verdad no sé pero como las tapas son verdes con flores y la letra es muy bonita y perfecta, no sé, no me parece de un chico.

-Aquí está todo chicos que les aproveche-interrumpió la camarera.

-Gracias...muchas gracias-dijeron todos a la vez y acto seguido empezaron a comer.

Ya no volvieron a hablar del diario, ni tampoco el castaño se acordó más de él pues cuando llegó a su habitación de nuevo, tan solo se desnudó y se echó a dormir.

3. El diario -Meanplan TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora