¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era raro.
Litunia la miraba con extrañeza.
Era la única de las hermanas eslavas que no se había enterado del plan de las demás para dejar a Rusia sola con México. No tenía la más mínima idea de todo el plan que se había montado con las hermanas latinas, con la señora España y hasta con su propia madre.
Y gracias a eso, Litunia tenía miedo de la gran sonrisa que tenía Rusia en el rostro.
Era raro ver a Rusia tan animada y con la mirada perdida.
Definitivamente algo muy bueno le había pasado para que no dejará de ver el techo con un brillo en los ojos.
"¿Estás bien?"
Pregunto Litunia ya exhausta de guardarse su curiosidad al verla tan feliz.
Rusia la ignoró pasando su cabello detrás de su oreja mientras su sonrisa se ensanchaba.
"Rusia"
Nuevamente fue ignorada, su hermana mayor estaba más que sumergida en sus pensamientos, era más que claro.
"¿Rusia?"
Litunia se acercó tocando el hombro de su hermana.
"¡Rusia!"
La ignoró de nuevo.
Ya exhausta por no recibir ninguna señal por su hermana, recurrió a su último recurso en caso de emergencias.
"¡Tiré todas tus muñecas matrioskas a la basura!"
"¿¡Que hiciste qUÉ!?"
Rusia por fin salió de su trance agarrando de los hombros a Litunia moviendola desesperada y con una notable molestia.
"¡Era una broma!, ¡No me dabas señales de vida Rusia!"
El agarré de la rusa se suavizó hasta que finalmente soltó a su pequeña hermana. Enredó un mechón de cabello en su dedo volviendo a sonreír de manera incontrolable al pensar en el momento que había pasado junto a la bella tricolor.
Todo bajó la atenta mirada de Litunia a quién su curiosidad por lo que le pasaba a su hermana tan solo había aumentado.
