Capítulo 19: Con la mirada no me engañas

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Lucia POV:

—Era una chica desnuda, con los ojos rojos o algo así, también parece que tuviera sangre por el cuerpo —detalló Nicky como pudo.

Él tenía ese tatuaje cuando me violó, pero Amadeo no tiene tatuajes.

—Es horrible ese tatuaje —respondo tratando de no recordar lo que esa noche tan oscura pasó.

—Si.

—Amadeo no tiene tatuajes en el cuerpo, hicimos el amor y no tiene tatuajes —digo con la mirada perdida y recordando lo que vi.

—Por favor, yo se los vi —dice afirmando.

—Aquí hay gato encerrado, ahora me cierra un poco todo —le doy la espalda —Tengo que irme —tenía que ir a verlo, debo descifrar el misterio.

—¿Dónde vas? —me detiene del
brazo —No vallas a la casa de él, podría matarte —me advierte.

—Lo siento, si no llego al fondo y descubro al homicida, el verdadero, no voy a poder estar en paz —niego con la cabeza, me suelto de su agarré y me voy corriendo.

Nicky grita a mis espaldas desesperada, decido no hacerle caso. Salgo con rapidez del lugar, tenía que develar el misterioso secreto. Ahora dudo mucho que Amadeo sea el asesino, es algo imposible por el tipo de persona que es, no actúa como un loco enfermo. Camino varias cuadras hasta poder tomar un colectivo, el de esta línea te dejaba en una parada a unas cinco cuadras de la casa de Amadeo. Luego de unos quince minutos, el colectivo se detuvo en la parada indicada y abrió sus puertas para que los pasajeros pudieran bajar. Ya abajo del colectivo, camino las cuadras correspondientes hasta llegar a la casa, toque reiteradas veces el timbre y nada, al parecer no había nadie en la casa.

No vine a perder mi tiempo, de alguna forma debo entrar y revisar todas las cosas de éstas personas, es lo último que me queda, es ahora o nunca, es o no culpable Amadeo de los crímenes y violaciones tan atroces. Tras un forcejeo con la dichosa puerta, puedo abrirla y entrar, decido empezar por las habitaciones, primero por la de su madre. No sé, quizás haya algo que pueda ayudarme o confirmarme esto, al entrar observo una historia limpia, una cama tendida prolijamente y la luz iluminando la habitación. Tras unos segundos de distracción, empiezo a revisar la habitación y algo termina por llamar mi atención sobre todas las cosas. Sí, encontré algo, era un cuadro con una foto, si una foto de dos niños rubios exactamente iguales como de unos diez años. Quedo muy impresionada por la foto y siento que algo no está bien aquí.

¿Dos Amadeos?
Imposible.

Tenía un hermano idéntico y no me lo dijo, continúo mirando esa foto que tengo entre manos. Eso me hace sorprenderme más, uno de los niños tenía una mirada dulce y tranquila, llena de inocencia, mientras que el otro parecía tener una mirada macabra, si de esas que dan miedo. Rápidamente me espantó y salgo de la habitación dejando el cuadro allí nomás. Me adentró en la otra habitación con velocidad y me encuentro con una habitación neutra, sin fotos ni imágenes, solamente había un póster de San Lorenzo, un equipo de fútbol. Todo en esa habitación gris y extraña, me lleva a revisar, camino por ella en busca de alguna cosa extraña y no encuentro nada que llame mi atención.

Pero me veo obligada a salirme de la habitación corriendo, pues había sentido azotar la puerta de la casa. Trate de esconderme pero una voz masculina me llamó por mi nombre.

—¿Lucia?

Me volteó para quedar frente a él, tenía lentes cuadrados, su cabello perfectamente peinado, camisa celeste claro y un pantalón marrón a juego con unos zapatos. Respiro aliviada al ver que se trata de Amadeo.

Violada por el nerd/TERMINADA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora