♤Un relato para Halloween VI♤

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    Y eso hizo Dylan a la mañana siguiente, se topó temprano en la entrada al Cloe y Charlie. Ambos también tenían preocupación en sus rostros e internamente se sintió feliz de no ser el único angustiado.

    -¡Dios! Todavía no puedo creer que esto sea real- dijo Cloe, mordiéndose las uñas.

    -Tiene que ser cierto- le dijo Dylan mirando hacia todos lados con la esperanza de ver a Tobías o a Rose.

    -Ya es tarde y dijo que llegaría temprano- comentó Charlie con referencia a Tobías.

    -Deberíamos entrar y buscar a los demás para explicarles.

    -Bien, vamos los tres- dijo Cloe -. Llamaré a Tobías mientras.

    Los tres entraron al colegio y por todos los pasillos llenos de estudiantes y casilleros buscaron a los tres chicos, Cloe tenían el celular pegado a la oreja mientras lo hacía.

    -¡Ya respondió!- avisó -¿Tobías, dónde estás? Ya estamos en el colegio buscando a los demás.

    -Yo, ah, yo...- respondió aturdido -Creo que me quedé dormido, el demonio pudo más con    migo- el chico se levantó apresuradamente de su cama -. ¡Ya, ya voy! Estoy ahí en cinco- dijo poniéndose unos pantalones

    -Se quedó dormido- les informó con fastidio rodando los ojos -, definitivamente él es pereza.

    -¡Ahí, miren!- dijo Charlie, señalando a Augus. Apresuraron el paso hasta llegar a él, el cual sacaba libros de su casillero.

    -Augus- el chico los vio cuando lo llamaron, los tres se sorprendieron al verlo. Tenía un ojo morado y el resto de su cara no se veía precisamente bien tampoco.

    -¿Qué te pasó?- preguntó Cloe.

    -Ayer un chico se pasó de listo... No pude dormir bien.

    -Eso no importa- los interrumpió el pelirrojo -. Augus, hay algo que debemos decirte...

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        -Esto parece un sueño- exclamó Augus.

        -Lo sé, pero es real. Y ahora debemos encontrar a Rose y Natasha...

        Ni siquiera se habían molestado en entrar a sus clases, seguían buscando por los pasillos, pero se detuvieron cansados.

    -Deberíamos dividirnos- dijo Dylan -, las vamos a encontrar más rápido.

    Todos asintieron, así que Cloe y Augus se fueron hacia el este y Dylan y Charlie fueron al oeste, rezando para encontrar a las dos chicas. Por eso la rubia y el castaño de lentes se alegraron cuando al ver a Natasha entrar cautelosamente y vigilando su alrededor al armario del conserje, se miraron dudosos y avanzaron hasta el armario.

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