Chapter ten

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El regalo de Sirius

Al día siguiente Hailey no salió de su habitación, por más de que Katie y Angelina intentaran convencerla, ella no quiso

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Al día siguiente Hailey no salió de su habitación, por más de que Katie y Angelina intentaran convencerla, ella no quiso.

-Deberías salir a tomar aire fresco, o a comer algo. –sugirió Angelina.

-Voy a dormir, no necesito que me estén vigilando. –contestó Hailey.

-No te estamos vigilando, solo queremos que estés bien. –dijo Katie, tratando de sonar suave.

-Estoy perfectamente bien. Quizás haga algo con Ginny, además debo terminar el trabajo del Profesor Moody.

Angelina y Katie se miraron, al mismo tiempo que Hailey escogió un libro para leer.

-¿No era que ibas a dormir? –preguntó Angelina, confusa.

Hailey levantó la vista del libro.

-Sí, pero también quiero leer, pueden irse a Hogsmeade, deben elegir su vestido para el baile.

-Tú también deberías venir. –dijo Katie.

-No iré al baile, va a ser aburrido. Además no quiero que un vestido arruine todos mis ahorros.

-Sabes que nosotras te podríamos comprar uno, Hailey.

-No es necesario porque no quiero ir.

-¿Y qué vas a hacer? –preguntó Angelina. -¿Quedarte leyendo "Penas del joven Werther" y terminar igual que él?

-Bueno, no soy tan estúpida para hacer lo mismo, y menos por amor. Pero cada quien afronta el dolor a su manera.

Angelina se rindió y simplemente asintió.

-Bien, si necesitas algo solo dinos.

Antes de irse, Katie recordó algo y volteó a ver a Hailey.

-Podrías aclarar las cosas con ella... -Katie mordío su labio inferior pensando y lo que iba a decir afectaría a su amiga o no. –Supongo que te está esperando para ir a su cita...

Hailey ni se inmutó.

-Si te pregunta por mí, dile que me sentía mal.

Katie asintió, no muy convencida.

-Nos vemos.

Hailey asintió.

Una vez Katie se fue, Hailey se levantó de su cama y comenzó a ordenar su habitación, hasta que Ginny entró.

-Deberías estar en Hogsmeade. –fue lo primero que dijo Hailey.

-Igual que tú.

-Es tu primera salida, yo no tengo nada que hacer ahí.

-Las dos sabemos que sí.

Hailey pasó una mano por su cara, frustrada.

-No estás bien Hailey, al menos no después de lo del otro día.

-Estoy bien, Ginny. No pasó nada.

Ginny rodeó los ojos, sabía que su hermana no iba a hablar del tema.

-Si te gustaran los chicos, ¿Cuál crees que sería tu tipo? –preguntó Ginny, con diversión.

La pregunta descolocó un poco a Hailey.

-Creo que pelinegros con ojos grises o con ojos marrones, no lo sé, como el Señor Darcy supongo.

-Un señor amargado que no sabe expresar lo que siente. –se burló Ginny.

Hailey rio.

-Un amargado que cambió por amor.

-Buen punto, pero él casi arruina... -Ginny paro de hablar, ya que alguien comenzó a golpear su puerta.

-¿Puedes abrir la puerta? –preguntó Hailey.

Ginny asintió, llevándose la sorpresa que quien golpeaba la puerta era nada más y nada menos que...

-Megan. –dijo Ginny sorprendida. -¿Pasa algo?

-Me preguntaba si estaba tu hermana, Ron y Harry me pidieron que la llame, intentaron subir pero ya sabes...

-Claro, ¿puedes decirle que ya baja?

Megan asintió.

-Dile a tu hermana que me gustaría hablar con ella más tarde, pasaré por aquí.

Ginny asintió con una sonrisa sin mostrar sus dientes y cerró la puerta.

-Bueno Hailey, creo que escuchaste a Megan, ¿Verdad?

-Sí, voy a bajar ¿vienes?

Ginny asintió.

Una vez en la Sala Común, encontraron a Harry y a Ron con una caja bastante grande en el piso.

-¡Hailey! –gritó Ron. –Gracias a Merlín bajaste, intentamos subir a dártela, pero las escaleras desaparecieron y se convirtieron en un tobogán.

-Como sea. –dijo Harry. –te lo envía Sirius.

Hailey arqueó una ceja y levantó la caja.

-Parece más pesada de lo que es... bueno, gracias por traerla hasta aquí. Nos vemos.

-¡¿No vas a decirnos que hay dentro?! –preguntó Ron exaltado.

-Se los diré en la cena.












Una vez Hailey llegó a su habitación, abrió la caja donde lo primero que se encontró fue una carta;

Cachorrita,
Harry me contó lo que pasó el otro día, por lo que decidí hacer mi buena acción del año. Antes de que quieras matarme, déjame decirte que entiendo por lo que estás pasando, así que como no pude darle los mejores consejos a James, te los doy a ti, no dejes que tu estado emocional dependa de una persona, si quieres ir al baile y no tienes con quien ¡Que se jodan! Te aseguro que causaras igual de envidia que yendo acompañada, no necesitas a nadie para estar bien.
Ve y disfruta con tus amigos, baila hasta que te duelan los pies, canta hasta quedarte sin voz... y sí, eso lo saque de uno de los libros que tiene Remus en la estantería.
Pero como sea, no me lo devuelvas porque si no iré yo personalmente y te lo voy a poner a la fuerza. 

Espero que lo disfrutes
Sirius Belleza Black.

-Ni con su buena acción del año deja de ser egocéntrico. –fue lo primero que dijo Hailey.

-¿Y? ¿Qué es? –preguntó Ginny.

Hailey la miró y sonrió.

Empezó a sacar el papel que había hasta que tomo la prenda. Era un vestido negro de encaje con la espalda abierta y con una considerable apertura en la parte del pecho.

-Es hermoso. –dijo Ginny, casi babeando.

Hailey asintió, bastante desconcertada.

-Hay algo más en la caja. –avisó Ginny.

Hailey sacó un par de tacones de piel sintética, bastante hermosos si tendría que describirlos. Junto con una caja que contenía un collar plateado, no era extravagante, pero era elegante.

-No creo que pueda aceptar esto. –dijo Hailey luego de estar observando el vestido.

-No seas tonta, la gente con dinero sí que tiene buen gusto. –dijo Ginny tocando el vestido. –Deberías probártelo.

Hailey asintió no muy convencida.

FALL IN LOVE || Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora