Annabel Blackthorn estaba junto con James Herondale a mitad de una batalla con un demonio cuando de repente el pelinegro fue llevado al infierno.
No era la primera vez que había sucedido y estaban seguros que no sería la última.
Momentos atrás James había estado junto a Annabel arrodillados en el borde de un techo inclinado en el centro de Londres, Annabel con Joyeuse mientras que James tenía un delgado cuchillo en cada mano y ambos compartían el mismo pensamiento en lo asquerosos que eran los restos que la ciudad recolectaba. Además de la suciedad, botellas vacías de ginebra y huesos de animales, definitivamente había un pájaro muerto atorado en uno de los canales que la lluvia había creado justo debajo de su rodilla izquierda, algo que a diferencia del chico Herondale, Annabel decidió ignorar.
Claro que sí, qué glamurosa era la vida de un cazador de sombras. Sonaba bien, pensó James para sí mismo, mirando al callejón vacío debajo de él, un espacio reducido inundado de basura, iluminado débilmente por la media luna sobre ellos. Una especie de guerreros, descendientes de un ángel, dotados con poderes que les permitían empuñar armas de brillante adamas y soportar negras Marcas de runas sagradas en sus cuerpos -runas que los hacía más fuertes, rápidos, más mortales que cualquier mundano, runas que los hacían arder brillantemente en la oscuridad-. Sin mencionar el hecho que tenían que arrodillarse sobre un pájaro muerto mientras esperaban a que un demonio apareciera.
Un grito resonó en el callejón. Un sonido que James y Annabel conocían bien, la voz de Matthew Fairchild. James se lanzó del techo sin dudarlo en un solo segundo, Annabel lo siguió luego.
Matthew Fairchild era el parabatai de James, su hermano de sangre y compañero en armas.
Movimientos relampagueaban al final del callejón, donde giraba alrededor de una estrecha fila de casas. James giró justo en el momento en que un demonio salió de las sombras, rugiendo. Tenía un cuerpo acanalado y grisáceo, con un pico curvado y filoso con dientes en forma de garfios y con patas extendidas que parecían pies de donde sobresalían garras irregulares.
Un demonio Deumas, pensó James sombríamente. Definitivamente recordaba haber leído sobre los demonios Deumas en uno de los antiguos libros que su tío Jem le había dado.
De alguna forma solían ser notables. Extremadamente temibles, tal vez, ¿o inusualmente peligrosos? Eso sería típico, ¿no...? Todos esos meses de no toparse con ninguna actividad infernal en absoluto, y él y sus amigos se habían cruzado con uno de los demonios más peligrosos justo ahora. Hablando de eso... ¿Dónde estaban sus amigos?
James fijo su vista en donde Annabel estaba antiguamente pero perdió su rastro completamente.
El Deumas rugió otra vez y se dirigió hacia James, icor saliendo de su boca en largas tiras verdosas de saliva. James movió su brazo hacia atrás, listo para tirar su primer cuchillo.
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① 𝑪𝒊𝒖𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝑫𝒆𝒎𝒐𝒏𝒊𝒐𝒔 ┃CDS: 𝑳𝒂𝒔 𝑼𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂𝒔 𝑯𝒐𝒓𝒂𝒔
Fantasy𝕮𝕯𝕯 ❙ ❝ ᴡᴇ ʟɪᴠᴇ ᴡʜᴇʀᴇ ᴅᴀʀᴋɴᴇss ʜɪᴅᴇs ❞ Aɴɴᴀʙᴇʟ Bʟᴀᴄᴋᴛʜᴏʀɴ sᴇ ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴀ ᴄᴏɴ ᴠᴀʀɪᴀs ɪɴϙᴜɪᴇᴛᴜᴅᴇs ᴀ ʟᴏ ʟᴀʀɢᴏ ᴅᴇ sᴜ ᴠɪᴅᴀ ᴘᴇʀᴏ ᴇsᴏ ɴᴏ ɪᴍᴘɪᴅɪᴏ́ ᴀ ϙᴜᴇ́ ᴘʀᴏsᴘᴇʀᴀʀᴀ́ ᴇɴ ᴇʟ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ ᴍᴀ́s ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴᴏ. Sɪɴ ᴇᴍʙᴀʀɢᴏ, ʟᴀ ʟʟᴇɢᴀᴅᴀ ᴅᴇ ʟᴀ sᴇɴ̃ᴏʀɪᴛᴀ Cᴏʀᴅᴇʟɪᴀ Cᴀʀsᴛᴀɪʀ...