Parte 3

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Diez años después...

Premios Cadena Dial, Julio de 2026

El silencio que se produjo cuando terminó la actuación del preestreno del nuevo single Desperté hizo que a Miriam Rodríguez se le pusiera la carne de gallina. El momento de la verdad había llegado y, como siempre, los nervios se apoderaron de ella. Su anterior disco había sido un exitazo y temía que las expectativas fueran tan grandes que este nuevo aire y producción decepcionara. Pero el miedo desapareció y respiró con deleite cuando el escenario aclamó en aplausos.

Vestida con un vestido blazer negro a juego con unas bonitas botas de tacón alto de Jimmy Choo, Miriam, era el atractivo personificado en la industria musical.

- Darling, eres lo más. ¡Artistaza!- sonrió Rafa, su mejor amigo, que aplaudía como un loco.

Tras acabar la actuación bajó del escenario para sentarse con su mejor amigo pero antes Pablo Lopéz, el cantante de moda en España y compañero de composición en algún tema del disco, se levantó para darle la enhorabuena y le besó cariñosamente en la mejilla. Como era de esperar, los flashes les acribillaron. Desde el comienzo del nuevo trabajo se especuló con que existía un romance entre ellos. Siempre ocurría lo mismo. Con cada artista que colaboraba o componía saltaba la noticia: <¿Romance a la vista?>. Pero en aquella ocasión sí que era verdad. Pablo y ella mantenían algo que no se podía llamar relación, pero sí atracción.

Pablo era demasiado guapo. Alto, moreno, sonrisa cautivadora y mirada de galán. Pablo era, entre otras muchas cosas, el cóctel perfecto para una buena sesión de desenfreno y Miriam, mujer soltera y sin compromiso, encontró su particular sesión. El primer día que Pablo se presentó en el estudio y lo miró, lo supo. Él sería su siguiente amante.

Mientras la gente aplaudía, Miriam desvió su mirada. En las butacas de la fila de atrás estaban sentados sus padres y su hermano. Su familia le miraba con orgullo.

Tras la presentación, Pablo y ella, atendieron a la prensa durante más de cuatro horas. Aquello era agotador. Contestar una y otra vez las mismas preguntas- a veces indiscretas- de los periodistas sin desfallecer ni dejar de sonreír, en ocasiones, se hacía difícil. Pero aquello entraba en el paquete de ser cantante. Se estrenaba canción y, sin duda, había que atender a la prensa por muy agotador que fuera.

Cuando por fin las entrevistas acabaron su mejor amigo fue a su encuentro y se la llevó. Pablo se había marchado minutos antes y le había recordado a Raga que tenía que llevar a Miriam a la fiesta posterior.

Agotada se sentó en el cabify y cuando Rafa cerró la puerta, esta desdibujó la sonrisa de los labios y se dirigió a él con gesto descompuesto.

- Dame una aspirina. La cabeza me va a estallar.

- Ay my baby! Pero, si tienes los ojos por los suelos. Toma-murmuró sacando una tira de pastillas-. Cómo me gustaría llevarte a casa y dejarte descansando, pero...

- Lo sé Rafa, no te preocupes-sonrió al ver su gesto de preocupación.

- Todo ha salido, perfect. Tú, divinísima. Glamurosa. Impactante. Beautiful. Y Pablo...mmm ese galanazo con cara de canalla.

Miriam puso los ojos en blanco. Su amigo y su particular manera de hablar. Si había alguien que hablaba espanglish como nadie, ese era Rafa. Mezclaba el español con el inglés continuamente, volviéndola loca.

-Por cierto, la prensa está rendidita a vuestros pies. ¡Lo habéis conseguido!¡Qué marvellous!-Ella sonrió-. Y una vez conquistado el publico de la gala en breve despegaremos con la gira- gritó Rafa-. Primera parada; ciudades del sur, después; mediterraneo y finalmente, Madrid. Oh! Madrid con esos varones. No veo el momento de volver a conocer a un buen varon de esos y que me vuelva crazy...

Agotada por la prensa, las obligaciones y el estrés del estreno Miriam miraba a Rafa. Le adoraba pero a veces su parloteo era agotador. Y esa era una de las veces. Mientras él hablaba sobre hombres y músculos, Miriam pensó en su futura gira.

Adaptación YATQTIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora