Cameron Stewart
Ya habíamos llegado a la famosa reunión de las de setenta y tantos invitados si no es que más.
Parecía que la casa iba a vomitaba gente pero parecía que sólo llegaban nuevas personas.
Solté un largo suspiro aceptando lo que iba a hacer, Lucas y yo nos adentramos a la casa e inmediatamente fuimos a pedir unas cervezas.
El chico que estaba ahí nos dio el típico basó rojo de plástico y sirvió el líquido, lo lleve a mi nariz, hace tiempo que no bebía ni una gota, no porque fuera alcohólico o algo parecido más bien me dejó de llamar la atención.
Después lleve el vaso a mis labios y trague el líquido, el sabor amargo inundo mi boca.
—¡Vamos amigo, hay unas linduras que nos están echando el ojo! — grito por encima de la música.
Me encogí de hombros mientras avanzábamos hacia las dos chica.
—Hola preciosas -dijo Lucas con una sonrisa egocéntrica.
—Hola chicos -dijeron en coro con unas sonrisas coquetas.
Les sonreí de cortesía, la chica castaña me agarro del hombro y me jalo hasta quedar a lado de ella.
—Me llamo Katia -era linda de eso no le podía juzgar aunque con una irritable voz aguda.
—Cameron.
Lucas se sentó con la otra chica y Katia se sentó en mis piernas.
Realmente me contuve de no voltear mis ojos a la chica castaña.
—No te gustaría ir a bailar -preguntó en un susurro que solo yo oí.
La levanté amablemente y nos guie a la pista de baile, ella empezó a mover su cuerpo al compás de la música haciendo movimientos sensuales.
Movía la cadera de un lado a otro y alzaba sus brazos.
Intentaba respirar y relajarme pero me sentía más tenso que nunca, había pasado años que no venía a una fiesta y lo mismo con el baile ya he olvidado que era esto.
Katia me rodeo con sus brazos y me atrajo a su delgado cuerpo, la time de la cintura y nos guiamos al ritmo de la música.
—Eres bastante guapo Cameron.
—Gracias preciosa, no puedo negar que tú eres una belleza —le guiñe un ojo ganándome una risita coqueta de parte de ella.
Me confundió bastante no tener el sentimiento de satisfacción al hacerla reír, no entendí porque con Holly sí y con Katia no dio resultado.
—Así que ¿estás solo? —pregunto mordiéndose su labio inferior.
—Así es preciosa, vengo en el tonto de Lucas que se quedó con tu amiga.
—Hablas de Maribel, si ella me dijo que le parecía que ustedes eran muy guapos y no pude contradecirla.
Los dos seguimos bailando conforme a la música, me estaba sintiendo ofuscado, cada vez que podía Katia rosaba nuestros cuerpo de una manera perspicaz.
No entiendo, antes era un az para estas cosas pero ahora me siento como un robot intentando encajar en un mar lleno de sirenas.
Y esos ojos grises con azul me atormentaban, no dejaban mi mente en paz.
—Preciosa iré por un trago -le comente separándome de ella.
Que asqueroso jueves en la noche, ni siquiera me pudo emborrachar por el partido de mañana, la resaca no se me quitara hasta el sábado.
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A Pesar De Todo
Teen FictionElla es fría. Ella tiene un escudo protector contra el mundo. Ella era un rayo de luz que se fue extinguiendo hasta sólo quedar las cenizas. Ella tiene un pasado que revive cada vez que abre los ojos. Holly a tenido una vida difícil como cualquier o...