Capitulo 2.

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—¿qué clase de juego es este? —Yuno preguntó confundido.

—es una nueva técnica para sellar y juntar a dos personas por un día completo... el sello se romperá cuando el tiempo se acabe...

—pero estos parecen unas esposas —Asta intentó sacarse el grillete que rodeaba su muñeca izquierda, pero brilló y siguió más ajustada a su muñeca.

—no lo estiren mucho porque se van a ajustar inconscientemente...

Noelle miró el grillete de su mano izquierda y suspiró. Ella creía que Nero iba a hacer esto, lo habían estado planeando hace mucho y de un momento a otro se echa para atrás y la deja al lado del mejor amigo de Asta.

—¿y cómo iremos al baño? ¿o bañarnos? ¡sacame esto, Nero! —la Silva observó enojada a la pelinegra que negó.

—todavía no sé cómo desactivarla así que deben esperar las veinticuatro horas... y lo del baño, buscaremos una forma ¿si?

Mimosa por otro lado estaba más roja de lo costumbre, ya que estaba a unos pocos centímetros de la persona que ama desde hace mucho tiempo.

—y-yo trataré de esforzarme Asta-kun —sonrió la rubia a pesar del sonrojo abundante.

—y yo igual Mimosa, sé que ganaremos... ¿ganar? ¿qué ganaremos? —Asta miró a Nero que se quedó pensativa.

—eso lo veré en el transcurso... pero espero que den su mejor esfuerzo...

Yuno seguía mirando el grillete de su muñeca derecha, pensando en cómo pasó esto. Además estaba tan pensativa que no oía las quejas de su espíritu así que Sylph se dirigió hacia Noelle que seguía quejándose con Nero.

—¡esto es tu culpa, niña! —la rubia le apuntó con su dedo pequeño —¡espero que no le hagas raro a mi Yuno o lo vas a pagar!

—ja, como si yo hiciera algo con él —la joven movió su coleta hacía atrás, de forma altanera —mejor deja de molestar hada molesta... y Nero ya hablaré contigo más adelante...

La pelinegra se encogió de hombros y el espíritu infló las mejillas molesta.

—ya sé, Asta... Mimosa —ambos miraron a la peliblanca que tenía una leve sonrisa —deberían tener una cita o ir a pasear a algo... ahora deberían aprovechar ¿no?

Ambos se pusieron rojos y cruzaron miradas para después Asta sonreír.

—sabes Noelle, creo que tienes razón... ¿Mimosa quieres?

—b-bueno Asta-kun... si es lo que quieres... —la rubia empezó a jugar con sus dedos aunque teniendo cuidado de no estirarlo.

Después ambos empezaron a caminar hacía alguna parte y Noelle al ver como ambos parecían tener una atmósfera romántica asintió.

—¿quieres actuar de celestina con ellos? —la Silva dio una sonrisa confiada y se giró hacía Yuno.

—pues claro que si, son mis amigos y tengo que ayudarlos, además Mimosa es muy tímida... sólo necesitaban un empujoncito ¿no Nero? —la peliblanca se giró hacía Nero pero se dio cuenta qué ella ya no estaba —¿en serio? ¿no éramos amigas?

—y yo creía que siempre estarías enamorada de ese chico gritón —murmuró pensativa la rubia pequeña.

—ja, pero no fue así... ahora solo tengo que ayudar a mi prima... y se nota que el tonto de Asta gusta de Mimosa —ella empezó a caminar hacia la iglesia pero inmediatamente algo la detuvo.

—recuerda que estamos atados —Yuno le mostró las esposas mágicas —¿qué haremos ahora? ¿también saldremos en un cita como los otros dos?

Enredados en tu juego. (Yunoelle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora