Capítulo 8.

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—necesito hablar contigo... —dijo él, susurrando en su oído.

Un sonrojo intenso pasó por el rostro de la menor ante las palabras susurradas cerca de su cuello.

—¡alejate pervertido! —ella lo golpeó en el pecho con fuerza y él hizo una mueca.

—no seas terca, Noelle —el pelinegro tomó por los codos a ambos brazos y detuvo a la Silva —quiero decirte algo...

Yuno la arrastró hacía afuera aunque Noelle intentó negarse, pero decidió rendirse por el momento.

—"este maldito de Yuno"... —un nuevo recuerdo floreció en su cabeza y suspiró.

El grupo se había separado y ella se encontraba sola en una de las rutas, su coraje era más grande que su miedo y decidió seguir sola. Aunque deseando no toparse con ningún demonio, exceptuando con Vanica.

Noelle estaba determinada en acabar con ella, la persona que lastimó a sus amigos.

Y así siguió su camino hasta que escuchó una explosión y un desmoronamiento de algunas rocas.

—"¿quién estará peleando ahí?"ella no lo pensó mucho y corrió hacía adentro de la cueva, más y más profundo.

Hasta que sus ojos del mismo color de las alejandritas observaron con sorpresa la gran sombra de un demonio, pero lo que más le sorprendió fue ver a un joven frente al ser, haciéndole frente. Aunque tuviera varias heridas en su cuerpo.

El demonio volvió a atacar y Noelle se movió rápidamente hacía adelante, usando su lanza de agua para detener el ataque. No solo el demonio se sorprendió sino que Yuno, al ver a la amiga de Asta.

Fue así cuando ambos decidieron juntar fuerzas para hacerle frente a ese demonio, que aunque no se comparaba con los de alto nivel era bastante fuerte.

...

—¿a ti te dejaron atrás? —la peliblanca miró confundida al pelinegro que caminaba a su lado.

—nos atacaron y tuvimos que separarnos... ¿y tú? ¿Qué hacías con ese demonio?

Yuno suspiró, siempre con la mirada hacía adelante.

—me encontraba con el capitán de las mantis, y me terminó dejando de lado... —volvió a suspirar —Asta y su vicecapitán se alejaron de todos desde el principio...

—comprendo —una leve sonrisa apareció en su rostro cuando nombró a Asta y al extraviado vicecapitán.

Ambos siguieron caminando en silencio y los ojos de la Silva se desviaron hacía el pelinegro que tenía una mirada oscura.

—sé que no somos cercanos para decirte esto —ella tomó una de sus coletas y la puso hacía atrás, sin mirarlo directamente —pero estoy muy segura que vamos a rescatar al Capitán Yami y al Capitán Vangeance... no deberías preocuparte... —ella lo miró por unos segundos y le entregó una leve sonrisa, una sonrisa donde Yuno observó cuando se giró a verla.

Al observarla sonreír de esa manera sintió como si sus palabras fueran reales. Y confío en ella.

Él le devolvió la sonrisa, la primera sonrisa desde el secuestro de su capitán.》

Cuando su recuerdo había terminado, Yuno ya la había llevado hacía una colina donde podían ver el pueblo completamente.

—¿qué hacemos aquí? —ella observó sus manos entrelazadas y sintió su corazón latir con fuerza.

Enredados en tu juego. (Yunoelle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora