Capitulo 11

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     Observe las lucesitas pequeñas, colgadas por encima de mi cabeza, y lamente que no este prendidas. ¿Tanto le costaba a Dallon prenderlas?En la oscuridad, comenze a escuchar pasos extraños. Con precaucion, me gire, y observe una silueta de un hombre que se acercaba. Rapidamente me levante, y me escondi en un arbol cercano. El sujeto, se acerco a la carpa y la abrio un poco para espiar. Al ver su rostro levemente iluminado, adverti que era un muchacho. Casi de mi edad. Un poco mas incluso. Aunque solo vi su perfil, y no tan bien, me parecio familiar. 

-¿Nunca te dijieron que espiar estaba mal?-dije saliendo de mi escondite. Si hacia algo extraño gritaria. Queria ver quien era el muchacho.

-Lo siento. Solo...queria buscar a alguien.

-Solo, que creo que buscas en el lugar inapropiado-estabamos a unos cinco metros de distancia. Seguia sin verlo, y el tampoco, porque achicaba los ojos intentando tener uina imagen mas clara de mi. 

-Oh, no te preocupes que es aqui. Busco a alguien del circo.

-¿Y te esta esperando?

Senti como soltaba un suspiro, mezclado con una sonrisa.

-Esperaba conocerla.

-Eso es extraño...¿Y quien es?

-¿Me podras ayudar?

-Supongo que si.

No tenia nada que perder. El chico parecia inofensivo. Y si queria conocer a alguien del circo...y era una chica...supuse que,incluso, haria algun bien. Por milagro, (o porque Dallon, recordo que estaba oscuro), las luces arriba nuestro, se prendieron. Y fue cuando por fin pude admirar al joven que se encontraba al frente mio...y senti que mi corazon se detenia.

Era el mismo chico del sueño. Su borrosa imagen, se enclarecia. Era el. Su voz, su espalda...sus ojos. Senti que mi garganta se secaba. ¿Que significaba esto? La pulsera roja, comenzo a picar mi muñeca. Y senti una curiosidad mezclada con miedo. Supuse, que sea como sea la situcacion, debia hablarle. Para no parecer una loca al frente suyo.

-Emm...entonces entremos...y me dices a quien buscas y...

-Ya no es necesario-corto el con una son risa-en realidad, te buscaba a ti-dijo acercandose.

Me hize rapidamente hacia atras, algo asustada. La dimension, en la que me encontraba, era mas rara de lo normal. El chico, sonriente ma miraba. Sus ojos azules, relucian, llenos de admiracion. Simplemente no podia dejar de mirarlos. ¡Eran tan bellos!

-Me llamo Ian. ¿Y tu?

-So...Sophie...

-Encantado de concoerte. De verdad estoy encantado. Eres...increible. No podia creer cuando te vi, tenias tanta gracias. Y eres muy bonita.

Lo observe atontada. Incluso, algo molesta. Esas actitudes, tan presipitadas, y tan agrandadas.Ian, parecia lleavrse el mundo por delante. ¿Que clase de persona reacciona asi? Alguien con experienca, obvio,

-Gracias, Ian. Pero no puedes estar aqui. Deberas irte.

Comenze a empreder camino hacia dentro de la carpa. Porque me sentia tan...¿enfurecida? ¿O era nostalgica? Queria alejarme de el, pero una mano tomo fuertemente mi muñeca.

-¿No podemos hablar?

-No.

-¿Salir a tomar algo?

-Menos-dije tomando distancia de su rostro. El estaba tan cerca, que podia sentir su aliento en mi nariz.

-¿Te produzco algun miedo?

-Me produces algo raro-el infeliz sonrio picaramente-oh Ian, no es lo que crees.-Me acerque mas solo para provocarlo-me produces ganas de alejarme de ti. 

El solto mi muñeca rapidamente.

-Creo que te di una mala impresion.

-Creo que tienes razon.

El asentio pensativo, y luego, de la anda , sonrio.

-Esta bien Sophie, volvere mañana. 

-¿Quien dice que estare?

-La suerte no me falla.

Y el idiota, dio vuelta y se fue. ¿Quien mierda se creia que era? Gruñi, mientras veia como se alejaba en la oscuridad. El enojo se apoderaba de mi...pero, el estaba en mi sueño. El tal vez era...oh diablos. ¿Ian era mi mision? Maldicion...¿puedo morir? Alce los ojos, y entre en la carpa. Me sorprendio, ver que no habia nadie, a excepcion del equipo de mantenimiento. Todos se fueron a las carpas de residencias. Que buenas personas Luke Y Francesca.... Camine en el frio, hasta las luces. Los murmullos de la multitud se acallaban, mientras que las artificiales estrellas se abrian paso por mis ojos. De brazos cruzados, comence a visualizar las carpas, y las risas de mis compañeors, que probablemente entrarían en borrachera esta noche. Iba resoplando en la oscuridad, y sentia que mi cabello, era la unica proteccion contra la brisa.

-¿Alguien tuvo una mala pasada?-Dallon, salio de los yuyos (literal), me cubrio con su saco, y me tomo del brazo. Yo sonrei, y respondi a su agarre.

-¿No te hara frio?-pregunte admirando su camisa y tiradores. El se encogio de hombros.

-La adrenalina, produce a nuestros ilusos cuerpos, un calor placentero.-El observo mi rostro detenidamente-en cambio tu, pareces muerta...

-En coma-aclare. El rio un poco y apreto mas mi brazo-Dallon, ¿cuando sabes que encontraste a tu mision?

-Muchas veces no lo sabes. Simplemente lo encuentras, y comienzas a actuar, pero hasta que no termina...no lo sabes.

-Y si, mi mision esta extrañamente relacionada con un sueño. Y yo sospecho que es mi mision...¿puede...?

-Si hay tantas coincidencias, si.

Yo resople, e inconscientemente acaricie el brazalete rojo. No adverti, que Dallon siguio a todo momento mi mirada.

-¿Todo esto tiene que ver con ese brazalete?-pregunto deteniéndose, y tomándome por los hombros. Senti miedo. Queria que todo esto terminara.

-Puede ser.

El me abrazo por los hombros, y esa calidez, me reconforto. Recoste mi cabeza en el, y suspire, tratando de relajarme.

-¿Que sucedio pequeña?-pregunto, alzandome el menton para que lo vea a los ojos. Suspire, y me enfrente a el. Le conte todo lo que paso, mientras el asentia a mis palabras. 

-En resumen, creo que un idiota...es mi mision.

-Relajate. Piensa que es una mision. Lo logras, y vuelves a casa-al decir esto ultimo lo dijo algo dolido.  Y  a decir verdad, la idea de dejar ese lugar, esa realidd, ese sueño...me aterraba a mi tambien. No queria dejar la comodidad de mi hogar...hogar. Sin pensarlo, abrace a Dallon. El se asombro, pero al rato, me respondio el abrazo con muchisima fuerza.

-No quiero irme de aqui,Dallon. ¿Y si no cumplo mi mision?

-Pueden tomar le decision en el Mundo, de dejarte morir. Y no quiero que tu alma, quede vagando inciertamente.

-Es mejor que volver con los idiotas de mi mundo.

El beso mi frente y me observo.

-Tu puedes,Sophie. Confio en ti. 

Volvio a abrazarme y emprendimos marcha a las carpas. Por alguna razon, sentia mas frio que antes.

Cuento de Hadas en un ComaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora