Capitulo 2: Cirque du Vil-

74 7 1
                                    

Mire ell supuesto "Nuevo Mundo", en el que me encontraba. Con ese nombre, ahora lo veia sombrio. Los altos arboles, con sus ramas, que se juntaban aen el claro. Luego el camino por el cual vino este sujeto, y el caballo negro azabache, que esperaba a su dueño. Luego busque en mi interior. Recordaba, que en la realidad mori. Y esta no era mi realidad. ¿Sera un sueño? No lo creia. En los sueños, por muy extraños que sean, no sentia que estaba conciente. ¿Efectos alucinojenos, de todas las clases de drogas que me pusieron en el hospital? Eso era mas probable. El "monsieur", miraba sonriendo espectante. Debia ver una jovencita que acababa de tener un accidente, en un camison blanco, y viendo como lunatica los arbolitos. 

-¿Quien eres?-pregunte por fin. El solo sonrio, y comenzo a girar a mi alrededor.

-Sophie Vide, accidente de auto en carretera, luego de volver de una fiesta en la cual tu novio, te engaño, y quedaste como un alce.

-¡OYE!-proteste enfadada. ¿¡Como se atrevia a decirle a una muerta eso!?

-Solo digo la verdad-se encogio de hombros elegantemente.

-¿Aunque sea puedes decirme donde estoy?-se que ya lo habia dicho, pero no me creia esos tipos, que no te daban explicaciones. A lo mejor, era un espiritu que me jugaba una broma...

-Y esa misma capacidad de no prestar atencion,  te trajo aqui. -dijo el descarado riendo. Me puse roja de furia. ¡A mi me trajo a este loco lugar un borracho! Abri la boca para comenzar mi lista de insultos, pero el se llevo su dedo indice a sus labios, y chisto callandome. Por alguna estupida razon, le hice caso. -Esta en el mundo donde la gente que cae en coma viene a pasar una linda estadia.. -El sonrio, y luego me extendio su enguantada mano mientras con la otra, seguia sosteniendo el baston -Ahora mi niña, deberas venir conmigo, te guste o no.

-¿Y si me opongo?-desafie algo aturdida por donde, supuestamente, estaba.

-Quedaras aqui encerada con los perdidos y nunca mas volveras.

El "nunca mas volveras", me llamo la atencion. Pero los "perdidos", hizo que un frio me recorra la espalda. De mala gana tome su mano, y me condujo al caballo. Me hizo subir, aunque para ser sincera, era muy dificli hacerlo con un camison que llegaba al piso. Una vez arriba, el me entrego su baston, y subio agilmente al caballo. Lo envidie, por no haber siquiera, tambaleado. Volvio a tomar su baston, el cual nose para que lo necesitaba si caminaba perfectamente, lo coloco en uno de los engrajes del caballo.

-Le recomiendo que se sostenga de mi Mademousielle Sophie, podria caer-dijo el divertido. Sin otra opcion, encerre mis brazos en su cuerpo.

-No me has dicho tu nombre-alcance a decir antes de que emprendamos marcha.

-Dallon. Monsieur Dallon.

Y sintiendo su sonrisa,  tomo las riendas del magnifico caballo, golpeo con su bota, y salimos a gran velocidad.

El bosque era inmenso, y mientras mas te adentrabas, terrorifico. A veces se escuchaban gritos y susurros extraños. Supuse que serian los famosos perdidos. Agradeci haber tenido la inteligencia, de haber dejado mi orgullo y subir a un caballo con un tio bastante raro... Okey, eso no es muy reconfortante. Mis largas mangas, volaban con el viento. Me imagine la escena de lejos y me parecio fascinante: un caballo negro, que llevaba una mujer vestida de blanco, y era manejado por un presentador de circo bastante guapo. En un momento, al girar bruscamente, debi agarrarme con mas fuerza de Dallon. Senti como su abdomen se contraia en una risa.

-Te dije que te sostengas-lo escuche gritar. Yo solo sonrei. 

Empece a averiguar sobre mi situacion: este lugar, no era mi mundo de mortales al cual pertenecia. Era otro mas extraño. Pero aqui, no tenia a nadie por quien preocuparme. Estaba en blanco, como siempre quise. Pero algo me quedaba averiguar: si era un sueño, una alucinacion, si estaba muerta, o viva... No sentia ningun organo dentro de mi funcionar. Ni mis pulmones, mi corazon. Pero sentia aire, sentia sangre, me sentia yo.Recorde las palabras de Dallon "gente que cae en coma"... ¿Estoy en coma? El descubrimiento, me hizo soltarme bastante, a lo que Dallon, libro una mano, para tomar mi brazo a tientas, y volverlo a colocar en el. Mientras tanto frenaba algo el caballo. A lo lejos, se observaba personas, o algunas extrañas casas. El, al ver que no respondia freno completamente al animal.

Cuento de Hadas en un ComaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora