Hyakkao.

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Resopló de forma pesada mientras arreglaba su cabello en el baño, odiaba el uniforme de aquella escuela y no toleraba tener que usarlo, la hacía parecer normal.
Con el mal humor que la caracterizaba cada vez que comenzaba un nuevo ciclo escolar, se dirigió hacia las grandes cocinas de aquella inmensa mansión en la que vivía desde que su padre decidió enviarla a Rusia, lejos de todo.

Con el mal humor que la caracterizaba cada vez que comenzaba un nuevo ciclo escolar, se dirigió hacia las grandes cocinas de aquella inmensa mansión en la que vivía desde que su padre decidió enviarla a Rusia, lejos de todo

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Al llegar a la academia Hyakkao, sintió muchísimas miradas sobre ella; era evidente, si nadie la conocía.


Subió las escaleras hasta llegar a la administración del consejo estudiantil y se anotó.

—Anastasia Kreslina, ¿verdad? Es un placer conocerla. ¿Le gustaría tener un tour por las instalaciones de nuestra escuela? –aquella secretaria era algo ruidosa para su gusto personal, pero por buena suerte, todo terminó rápido.

—Sayaka, estás incomodando a la nueva estudiante. Mi nombre es Momobami Kirari, y soy la presidenta del consejo estudiantil.

—Un gusto conocerla, señorita Momobami. –intentó sonar lo más amable posible, ignorando por completamente a la pobre secretaria.

—El gusto es nuestro, estamos felices de recibir una alumna de tan alto nivel –sonrió intentando mostrarse lo más simpática que pudo.

—¿Puedo hacerle una consulta? –Kirari asintió con la cabeza— He oído que en esta escuela te ganas las cosas apostando, y me gustaría apostar con usted. Algo simple, no se preocupe.

La secretaria abrió los ojos como si de platos se tratase.

—Claro, dime qué es lo que quieres. –respondió tratando de mantener la compostura, jamás en su vida tuvo la oportunidad de conocer a una persona tan descarada.

— Verá, nunca me gustó el típico uniforme convencional de escuela japonesa. Me gustaría poder venir con la ropa que quisiera, si gano la apuesta. Si la pierdo, le deberé un millón de dólares.

Si antes la secretaria estaba sorprendida, ahora lo estaría el triple.

— ¿Tanto dinero por un uniforme? –se carcajeó, Anastasia la miraba arqueando una ceja— Está bien, acepto la apuesta.

Estrecharon manos y se dirigieron al salón del consejo estudiantil, en el cual comenzó a entrar gente.

— Estos son los miembros del consejo estudiantil, los cuales nos asistirán durante el juego. –sonrió levemente, mientras que cada una de las personas comenzaba a dibujar sobre una carta— Se llama "Piedra, papel o tijeras" y no es como el original, si bien se basa en éste, se utilizan cartas al azar elegidas por el público. Lo que debes hacer es leer los movimientos de tu contrincante y predecir lo que va a tirar, así haces tus movimientos y logras ganar la partida.

Anastasia asintió con la cabeza, su rostro denotaba una seriedad absoluta.

La primera ronda comenzó, ambas vieron sus cartas pensando en cuál tirar. Kirari estaba demasiado confiada como para darse cuenta de que la albina ya sabía con exactitud qué era lo que tenía cada una.
También sabía que el chico de lentes que estaba detrás suyo le estaba contando a Kirari qué cartas tenía.

— ¡Piedra, papel o tijeras! –cantaron ambas, levantando sus cartas y volteándolas.

Anastasia ganó la primera ronda de tres.

La misma situación se repitió en la segunda ronda, pero antes de voltear las cartas, la de orbes rojos habló.

— ¿Vas a seguir pretendiendo que no me di cuenta de que el chico de lentes cuyo nombre no sé y tampoco me interesa saber, está pasándote a través de señas mis cartas? –Kirari se quedó estática, habían malogrado su plan. Voltearon las cartas, evidenciando la victoria de Anastasia.— Que sea la última vez que esto sucede, porque enserio me enojaré. Y todos ustedes, miembros del consejo estudiantil; –señaló al público presente— no olviden este nombre, Anastasia Kreslina.

Volteó y se fue del lugar con bolso en mano, dirigiéndose hacia el baño de mujeres y cambiando su ropa por la convencional que trajo, se basaba en una camisa blanca con corbata y una falda lisa negras, junto a unos zapatos con tacones algo bajos.

Ahora sí que todas las miradas estaban sobre ella, los rostros de sorpresa y recelo hacían a la presunta rusa sentirse mejor que nunca.

Se dirigió al salón que le tocaba, entrando por la puerta y frenando a la mitad del salón.
Frente a ella, un castaño con un semblante de humillación y una pelinegra con un par de ojos muy similares a los suyos la miraban con sorpresa.
El silencio abundaba el lugar, y ella comenzó a hablar.

— Buenos días a todos, mi nombre es Anastasia Kreslina y vengo de Rusia, mi país natal. Espero llevarme bien con todos. –echó una sonrisa que dejó suspirando a más de uno, incluyendo al castaño. Una rubia de dos coletas se acercó a ella, con desconfianza.

— Hey, tú. Me llamo Mary Saotome, ¿Qué haces sin el uniforme?

— Oh, aposté con el consejo estudiantil y gané, simplemente es eso. –volvió a sonreír, Mary resopló y los demás alumnos comenzaron a hacer murmullos.

— Recién llegada y ya venciste a alguien del consejo estudiantil. Me agradas, Kreslina-san.

— Oh, dime Anastasia o simplemente Anna. Seamos amigas, Mary-san.

La rubia asintió con la cabeza y se dirigió a su asiento, el profesor entró y la clase comenzó.

"Si te portas bien, no te dejaré en quiebra como a todos en este lugar." Pensó, mientras anotaba con ambas manos en dos cuadernos distintos.


-♤♡◇♧-

¡Buenos días, buenas tardes y buenas noches! ¿Les sorprendí?

En estos meses estaré resubiendo y terminando este libro, ténganme paciencia...

En fin, estaré leyendo sus comentarios. ¡Les amo!

—Noya.

Kakegurui no Queen - Kakegurui × OC. [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora