Kakegurui no Queen - Kakegurui × OC. [FINALIZADO]

La familia Kreslina.

El despertador de su celular resonó con bastante intensidad, despertándola de su sueño con la respiración agitada. No comprendía el por qué de aquellos sueños tan extraños, pese a que no era la primera vez que soñaba con Rei.
No quería creer que seguía estando enamorada, se sentía miserable al sentir cómo poco a poco se daba cuenta de que nunca pudo superar aquel amor imposible.

El día anterior había sido totalmente caótico para la familia Kreslina, comenzando con una Anastasia de un humor en el que no se quería ver ni a ella misma, ni a nadie más. Con mucho pesar, bajó a desayunar, encontrándose con

Pudo escuchar cómo Deniska se acercaba a la puerta y tocaba gentilmente, supuso que iba a aparecerse.

— Puedes pasar. –habló adormilada.

— Compermiso, el desayuno está listo. Por otro lado, quería agradecerle por haberme ayudado. El haberme recibido en su casa e integrarme a la familia... en serio lo aprecio. Yo... a veces siento que no pertenezco, ya que simplemente estoy aquí por mi matrimonio con Nikolav y siento que no soy suficiente para ustedes. Se manejan juntos ante las situaciones más imprevistas y yo simplemente... soy un estorbo. –bajó la mirada.

La albina se acercó a ella y la rodeó con sus brazos, acariciando sus cabellos y cuidando de no aplastar su vientre.

— Deniska, no eres un estorbo. Eres uno de los pilares aquí, gracias a tus investigaciones pudimos tomar dominio de otra zona, asegurando nuestro refuerzo de poder. Gracias a ti estaremos muchísimo más fuertes cuando la guerra comience.

Sin nada más que decir, se separaron. Anastasia comenzó su rutina diaria dándose una ducha rápida y colocándose la peluca negra. Colocó su inusual uniforme y cepilló sus dientes. Terminó por maquillarse y puso sobre su hombro a Bami, el cual estaba feliz de haber podido comer carne humana después de tanto tiempo.

Bajó, la gran escalera de aquella mansión y se dirigió al comedor, saludando a todos y ayudando a poner la mesa.
Una vez todos estaban sentados, la joven se levantó de su asiento y aclaró su garganta captando la atención de todos los presentes.

— Como sabrán, hemos pasado años juntos y los siento a todos como mi verdadera familia. No me puede importar menos el linaje de sangre, pues nosotros tenemos nuestra propia conexión. Todos y cada uno de nosotros hemos huido de nuestro pasado, eso nos llevó a nuestro encuentro, y desde ese momento, nos volvimos lo que somos actualmente.

Aclaró su garganta, tomó un sorbo de agua y continuó.

— Como ya sabrán, hace un tiempo hemos guardado nuestras vidas pasadas en una caja fuerte, para evitar problemas y para también olvidarnos de ellos, pero también tenía otras intenciones al pedirles tal acto. –de su bolsillo sacó un mazo de lo que parecían ser documentos de identidad.— Oficialmente somos la familia Kreslina.

Los aplausos y las sonrisas no tardaron en llegar, aquella familia se estaba consolidando cada vez más y al unísono.

[. . .]

— Tío Niko, ¿cómo has estado estos días? Te he visto más decaído últimamente...

— Oh, no es nada, pequeña... sólo me preocupa un poco el bienestar de la familia. ¿Qué podría pasar si quieren volver a atacar a algún miembro de la familia? O incluso, ¿qué sería de nosotros si te hacen algo mientras no estamos contigo?

— Tío, por favor no te preocupes por eso. Ya reforcé la seguridad de la casa, y llevo siempre en mi bolso mis elementos de defensa personal. ¿Por quién me tomas? –le sonrió acariciando la mano del mayor. Éste pareció relajarse un poco, aunque aquella preocupación no cesaba.

Llegaron a Hyakkao en un tiempo de quince minutos, mientras escuchaban diferentes canciones en la radio.

Al bajar del auto, mucha gente comenzó a acercársele a la mujer como de costumbre. Se le hacía tan normal que la gente quisiera estar junto a ella, que no se dio cuenta de que Nikolav seguía allí.

— Tío, si quieres puedes irte ahora, no me pasará nada. –le sonrió volteando a verlo.

— Cuídate, niña... no sé qué sería de mí sin ti. –la más pequeña se acercó a él y le dio un beso en la frente, comenzando a caminar.

— ¡Ten un buen día! –alzó la voz adentrándose en las instalaciones de aquella institución.

A los pocos minutos ubicó a Mary, la cual la estaba observando con cara de pocos amigos. Anastasia le dedicó una mirada extrañada y se acercó a ella.

— Llegas tarde.

— No, tú llegaste temprano.

— Como sea, niña, vamos. –rodó los ojos algo irritada.

La chica de orbes verdes sacó de su bolsillo un ibuprofeno y se lo extendió.

— ¡Que tus cólicos no arruinen tus ánimos! –dijo animada, para luego comenzar a correr por su vida.

Al llegar al salón, la Saotome ya se encontraba más tranquila.

"Aparentemente sí se tomó el ibuprofeno" pensó riendo internamente.

[. . .]

"Esa semana comenzó aquella hermosa cadena catástrofes." Escribió en su diario aquella chica mientras miraba aquellas paredes blanquecinas.

[2021] ¡Yahoo! No me odien, porfa. Les prometo actualizar más seguido.

[2023] Agh, cuanto tiempo sin vernos, había olvidado lo hermoso que se siente escribir. Gomen, los vengo decepcionando bastante, los olvidé completamente y eso me angustia.
Vuelvo a prometer lo mismo de siempre, actualizar un poco más seguido, la verdad este año pasado fue muy difícil para mí y debido a eso es que me desconecté de todo. Por empezar, problemas legales, mi progenitor como siempre molestando (aunque ahora ya no más, se viene nuevo cap de Julian's Diary sobre ese tema); y por el otro lado, me atropelló un autobús (no irónicamente). Suena gracioso, (Y LO ES, CHINGADAMADRE, ME TRATARON DE SUICIDA Y NOMAS ESTOY PENDEJA) pero hey, al menos sigo viva... sorda de un oído, pero viva a fin de cuentas.
Ahora sí, gente bonita, me desaparezco, espero en la semana actualizar, este libro va a cumplir 3 años, estoy vieja...
¡Nos vemos en el próximo capítulo!

Noya's out!