Kakegurui no Queen - Kakegurui × OC. [FINALIZADO]

Oh, no, Mary-san, yo soy bisexual.

La compañía de Mary Saotome y sus discípulas, cuyos nombres no tengo idea de cuales son, fue bastante satisfactoria a pesar de los pequeños percances; como el hecho de que quedó en ridículo frente a Jabami Yumeko, una mujer de cabellos negros y ojos rojos.
Muchos solían confundirnos, pero en realidad somos completamente diferentes. Yo voy a todos lados con Bami, mi querida serpiente blanca, la cual se alimenta de frutas.

¿Cómo es posible que me hayan dejado ingresar con Bami?
El consejo estudiantil no se cansa de perder en apuestas, es sumamente frustrante y aburrido. Pude percibir en Kirari la sensación de querer integrarme en él, pero ni Rei ni yo queríamos eso.
Tengo la pasantía libre en esta escuela, a causa de las apuestas rutinarias. Al principio era divertido ver las caras del consejo al yo jugar contra ellos, pero ya me cansaron con su típica regla de tres en cuanto a trampas, ni siquiera pueden ser creativos o disimulados.

No me junto con mascotas, estoy en un nivel superior y soy dueña de muchísima gente, pero nunca les toqué un pelo.
Los días sin saber con exactitud cuándo veré a Rei me estaban matando. ¿Seguiré enamorada? Ya me da igual, de todas formas lideraremos juntas y eso me dará tiempo para saberlo, debo concentrarme en mi objetivo, nuestro objetivo.

Mi teléfono vibró, coloqué a Bami en mi hombro y mientras lo acariciaba leía atentamente el mensaje con una sonrisa de labios, levemente ruborizada.

"Hola, bonita. ¿Cómo te está yendo yendo Hyakkao? Falta poco para nuestro reencuentro, no te desesperes mucho"

"Tú y tus chistes sin gracia, nada nuevo.
En realidad sí, te extraño mucho,
tampoco puedo esperar para verte"

"Por lo menos hago chistes, fan de Putin"

Rodé los ojos, debía calmarme o me harán preguntas.
Al principio me ofendí levemente ante la agresividad del mensaje de la rubia, así que la dejé en visto.

"Ok, admito que el chiste estuvo fuera de lugar, sé lo mala que es la relación de Rusia con ese hombre..."
"Sabes que te quiero, ¿verdad? Perdóname, no quise ofenderte"

Está bien, no entremos en pánico. Me dijo que me quiere, ¿esto es real? Quedé petrificada por unos minutos, sin saber exactamente cómo reaccionar, mis mejillas estaban más rojas que mis propias pupilas.

Mary estaba viéndome desde lejos, vi cómo lentamente volvía a mi misma y respondía el mensaje con una sonrisa enamorada.

"..."
"Yo más."

Al sonar la campana del recreo, pude notar cómo Mary-san se me acercaba con una sonrisa algo... ¿pícara? No lo sé ni tampoco me interesa.

—Oi, ¿Anna-san, a quién mensajeabas con esa sonrisa de enamorada hoy en clase?–me giré a verla tratando de hacer mi típica cara de poker, pero no me salió y esbocé una sonrisa avergonzada.— Sabes que todos los chicos del curso se pusieron tristes al verte sonrojada mirando al teléfono, ¿verdad? Me sorprende tu habilidad para atraer chicos sin querer hacerlo. –desvió la mirada hacia las ventanas del aula, para luego volver hacia mí.

—Ella es... no importa, no es nada. –recordé que no debía contarle sobre eso, mis sentimientos interferirán en mi trabajo de seguir así.

— ¿Ella? Anastasia, ¿eres lesbiana? –me miró sorprendida, haciendo una perfecta "o" con sus labios.

— Oh, no... Mary-san, yo soy bisexual, pero de todas formas no me interesa nadie. —traté de mentir.

— Oh, vamos, dime quién es, ¿cómo se llama?, ¿Es de aquí?, ¿Es de otra escuela?, ¿De dónde la conoces?, ¿Desde cuándo te gusta? –comenzó a acercarse a mí, y yo a retroceder.

— Su nombre no importa; no es de aquí; sí, va a otra escuela; la conozco desde niñas; me gusta desde siempre. ¿Feliz? –el habérselo dicho a alguien me hizo sentir más liviana, me hizo sentir mejor. Mary asintió con la cabeza y siguió en la suya. Yo me dirigí hacia la cafetería a conseguir un jugo de manzana antes de irme a casa, las clases ya habían terminado y no me apetecía apostar hoy.

Con Bami en mi hombro, caminaba hacia Nikolav, mi chofer personal. Tanto él como las sirvientas estuvieron toda mi vida para mí, a veces me sale decirle "tío Niko", y él siempre ríe y me lo responde con un simple "sobrinita mía".
Al subir en el asiento de copiloto, comenzamos a charlar de cosas triviales y contarnos cómo nos estaba yendo en estos días. Me fascina pasar tiempo con él, por eso nunca aprendí a conducir.

— Deniska está embarazada, no sé si podremos seguir viviendo en su casa, sobrina... –me callé por unos segundos, su mirada se tornó triste, pero me adelanté a hablar antes de que malinterpretara mi silencio.

— Tío, ¡me alegra tanto recibir esta noticia! Ya mismo comenzaré a hacer los preparativos para la fiesta de revelación de género. Quédate tranquilo, en mi casa se quedarán hasta que decidan irse por desición propia.

Nikolav estacionó dentro de mi residencia y bajamos del auto, al estar frente a frente me le abalanzé a abrazarlo. Correspondió al abrazo de forma tierna.

— ¡Vamos a darles la noticia a las chicas! De seguro Duscha y Kolenka se alegrarán mucho por ti. –tomó su mano y los dirigió a la entrada, vociferando a toda voz la noticia.— ¡Oigan todas, Nikolav será padre! ¡Hay que festejar!

Las mucamas bajaron de inmediato y corrieron a abrazarlo, felices por él. Sin dudas fue un momento hermoso para esta familia ensamblada, llena de amor y compañerismo.

Wtf, casi dos días seguidos de capítulo.
Estoy en la cúspide de mi creatividad, espero hayan disfrutado mucho este nuevo capítulo.

—Noya.