A puño y espada.

688 60 0
                                    

¿Cómo terminó en aquella situación?
¿Cómo terminó con su torso semidesnudo y unas tijeras en la mano, abrazada a aquella persona que la mantenía viva?

No quería saber nada de la vida. Poco a poco su esquizofrenia la mataba por dentro. Necesitaba ayuda pero no quería pedirla, no se quería ver débil ante su familia. Su única salvación estaba frente a ella, abrazando su cuerpo en estado de desesperación. Un reencuentro que no era digno de recordar, pero que salvó a alguien de caer en el abismo.

La menor de los Batsubami se encontraba consternada, puesto a que la primera visita en años a aquella persona que siempre estuvo allí en su infancia, terminó en el impedimento de uno de los ya habituales intentos de suicidio de la albina.
Rei temía por la vida de aquella mujer frente a ella, y se sintió sumamente culpable por no haberse dado cuenta antes de lo que le pasaba, por no haber aceptado las ofertas de mudanza que Anastasia le ofrecía, por haberse enojado con ella por desaparecer y mudarse a otro continente. Se sintió como la peor basura de éste mundo hasta que recordó a aquel hombre que lo había iniciado todo.

Flashback.

Aquella pequeña albina de cuatro años se encontraba retorciéndose del dolor, su fractura era visiblemente preocupante. Rei no podía reaccionar debido a la hemorragia que comenzaba a salir por su cabeza, debido al golpe.

Su vista poco a poco fue apagándose, escuchando por última vez a aquella niña con cierto tono de esperanza en su voz.

— No te preocupes, Nana... Todo va a estar bien. Pronto podremos escapar juntas de todo esto.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos sollozos fuertes resonando en su pecho. Comenzó a acariciar de forma suave aquella húmeda cabellera blanca que amaba tanto, sumiéndose devuelta a sus pensamientos temerosos por la vida de Anastasia.

— No quería que me vieras así... Mucho menos en nuestro reencuentro... –siguió sollozando apenada.

— Nana, mi cielo, ¿realmente crees que nos habríamos visto de no haber aparecido? –el terror se podía sentir al decir esas palabras. Debía elegirlas muy sabiamente en estas situaciones.

— Yo... Perdón, Rei... Casi te abandono denuevo, y esta vez para siempre. Casi abandono a mi familia, casi los hago caer en el peor de los destinos... Todo por mi deseo egoísta de dejar de sufrir.

— Te prohíbo decir eso otra vez, tus acciones en estos momentos no son medidas con tranquilidad y lo sabes. Seguramente tienes devuelta aquellos ataques violentos e impulsivos. –tomó aire.– Yo puedo ayudarte a dejar de sufrir.

Anastasia sintió su barbilla ser agarrada por una de las manos de Rei. Simplemente levantó la cabeza, quedando a su merced.

— Tú realmente vales mucho para mí. Siempre contesto tus llamadas, no importa dónde estés, no importa a qué hora sea. Lo hago porque se de tu estado, porque tus padres me lo han informado antes de... tu partida. Pero eso no significa que esté enojada contigo, es incluso todo lo contrario. Me alegra tanto que estés aquí conmigo, que me sentí morir al ver que estabas a punto de cometer una locura de la que te arrepentirás en el futuro. Yo sé que eres fuerte, lo sé porque siempre has dado la cara por mí contra las niñas que me molestaban a pesar de terminar golpeada. Siempre me has defendido a puño y espada contra cualquier persona, hasta incluso hablando con una de aquellas alucinaciones que causa tu esquizofrenia. Sé que hasta en sueños me tienes presente, con tal de volver a defenderme. A partir de hoy, no volveremos a caer nunca más. Seremos las mejores apostadoras y seremos el mejor clan; recuperaremos lo que es nuestro y llamaremos a venganza. Te lo prometo.

Anastasia no supo cómo reaccionar ante aquellas palabras, y mucho menos al suave tacto de sus labios chocar con los suyos. Sólo supo que hasta lograr conseguir la libertad de su amada, no se rendiría. Lucharía una vez más por aquella persona que siempre la levanta cuando cae, cuando la rompen a pedazos, cuando ríe falsamente y cuando llora a gritos.

Anastasia lograría sus cometidos una vez más, para conseguir así volver a ser feliz.

Anastasia lograría sus cometidos una vez más, para conseguir así volver a ser feliz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Wao, realmente estoy inspirado.

Esta va para ti, bro, te dediko el fic entero pq sin tu apoyo ya lo habría eliminado. flamefucker
—Noya's out.

Kakegurui no Queen - Kakegurui × OC. [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora