capítulo 4

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Dipper ya estaba listo para ir a la escuela, no había necesidad de preparar nada.

Su hermano le estaba esperando pero aun así Dipper no quería ir a la escuela.

¿Para que?

El estaba más que seguro que lo que le esperaba en ese lugar, solo era desdicha y tristeza.

Aquel video, ese vídeo donde esa chica y ese chico le habían grabado.

Era más que seguro que ya todos en la escuela se enteraron. Dipper no tenía ganas de ir hoy o más bien no tenía el valor para enfrentarse a la mirada burlona de sus compañeros.

Leon ya no estaba dispuesto a esperarlo, de mala gana Dipper caminaba detrás de él.

Quería desaparecer, quería que la tierra se lo tragara, eso era mejor que confrontar a sus compañeros.

Al llegar Dipper se dirigió hacia su casillero, empezó a escuchar muchos murmullos y una cuántas voses muy bajas.

Un sudor frío recorrió su frente. Dipper no podía escucharlos, mucho menos se atrevía a crusar miradas con sus compañeros.

Pero estaba seguro, estaba seguro que el era el tema que estaba en la boca de todos.

— Ya calmate.

Le regaño su hermano.

— Te ves demasiado nervioso.

— ¡No puedo evitarlo!

Le replicó Dipper.

— Estoy seguro que todos se están riendo de mí ahora mismo.

— Eso no se puede evitar.

Agregó Leon.

— Solo aguanta, después de un tiempo todos se olvidarán de esto.

Dipper respiro profundo y trato de tomarlo con calma, tenía que hacer lo que su hermano le decía, después de todo el era mucho más sabio que el.

Dipper entro en el aula de clase y para su mala suerte todos sus compañeros voltearon para verlo.

Dipper pudo sentir como si una ola de cuchillos atravesarán su cuerpo.

Su cuerpo se puso rígido y su boca se sintió seca.

Leon golpeo su hombro con suavidad, eso fue suficiente para hacer reaccionar a Dipper.

— Ten confianza.

Las palabras de Leon fueron duras y firmes, Dipper tomo asiento no muy seguro de poder seguir el consejo de su hermano.

Una ves más Dipper no prestaba mucha atención en la clase, no había necesidad de esforzar su mente ya que era el último día de clases.

Dipper estaba más concentrado en tratar de escuchar como sus compañeros murmuraban detrás de él.

Algunos murmuraban y se reían, Dipper suplico que su hermana tuviera razón y que el asunto de su humillación pasará rápido.

La campana sonó y Dipper soltó un gran suspiro de alivio.

Todo había terminado o eso es lo que el había esperado.

Por desgracia para el las cosas no saldrían como el esperaba, el destino tenía otros planes.

Ya al salir Dipper estaba vaciando su casillero, no había forma de que olvidará algo.

No había ninguna ganancia en dejar algo olvidado, de repente su casillero se cerró con un gran estruendo.

Lo que Dipper pudo ver era un chico, llamarlo chico era una palabra que estaba fuera de lugar.

Después de todo el muchacho que estaba en frente de el era mucho más alto.

— Tengo algo pendiente contigo.

Aquellas palabras fueron venenosas y extremadamente peligrosas.

Por un momento Dipper pensó que se trataba de una mala broma.

Dipper era alguien que no buscaba enemigos aún así este sujeto lo miraba como a un enemigo.

Dipper decidió no responderle y trato de parecer lo más natural posible, cerró su casillero y siguió su camino.

Aquel muchacho no se lo tomó muy bien.

Tomo a Dipper y lo estrecho contra los casilleros.

— ¿A donde cres que vas?

— Lo siento, pero no te conozco.

Dipper dijo lo que pensaba sin más, no había razón para mentir, no conocía a esta persona, lo único que sabía es que no quería tener problemas.

El chico frunció el seño, ya no aguantaba a este chico, parecía tonto o en verdad no sabía lo que había echo.

El muchacho sacó su teléfono y le mostró a Dipper el video que había estado evitando durante todo el día.

Era aquel video, era aquel maldito video.

El momento se su humillación, el momento de la burla, se trataba del video que esos dos habían grabado.

El vídeo donde esa chica fingía decirle a Dipper que le gustaba solo para burlanse de el.

— Ella es mi novia.

Con eso todo había quedado claro. Todo esto había sido ocasionado por un simple ataque de celos.

Dipper trato de explicarse, el no había echo nada malo, esa confesión no tenía ningún valor ya que solo se trataba de una mentira, pero aquel muchacho no parecía tener intenciones de escuchar palabras. Estaba cegado por los celos y la ira.

Fue más que claro para Dipper que este chico lo único que quería era descargar su furia y rabia, y el.

El era el objetivo que había escogido para convertirlo en su saco de boxeo.

El muchacho estaba cerca de arremeter contra el, pero ocurrió algo que Dipper no esperaba.

De alguna manera comenzó a sentir una molestia en su frente.

Primero fue una pequeña punzada, pero después se convirtió en un dolor intenso.

Esto obligó a Dipper a arrugar la cara por el dolor.

El muchacho con miró con extrañeza.

Antes de que algo más pudiera ocurriir, aquel muchacho escuchó como lo llamaban desde atrás.

— ¿Que quieres?

Pregunto insolente.

La persona que había llamado su atención de trataba de Leon.

Leon lo miro con mala cara, León decidió no prestarle atención, se acercó hacia su hermano, levanto el cabello que cubría su frente.

Fue algo extraño, la frente de Dipper estaba brillado, más precisamente su marca de nacimiento la Osa mayor.

Leon no se quedaba atrás, su mejilla también estaba brillando aunque el brillo no se notaba tanto ya que su cabello cubría su mejilla.

De algún modo aquel muchacho había perdido el interés.

Leon sostenía la cabeza de Dipper entre sus manos.

— ¿Que está pasando?

Dipper pregunto esto mientras el dolor en su frente se había más intenso, un dolor tan fuerte que unas cuantas lágrimas se escaparon de sus ojos.







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