Dipper sentía un gran pesar en su corazón, se sentía triste y abatido y algunas lágrimas se escapaban de sus ojos.
Su madre lo abrazaba con mucho cariño, ya había pasado un buen rato pero su madre se negaba a soltarlo.
Dipper sabía que era triste pero tenía que despedirme de su madre.
— Mamá, ya me tengo que ir.
Dipper dijo suplicante con la esperanza de que su madre lo dejara.
— Ya lo se, solo es muy difícil, es la primera vez que pasaras las vacaciones lejos de casa.
— No te preocupes — Dijo Dipper con confianza — mi hermano estará conmigo.
Después de aquel comentario su madre dejo de mirar a su hijo y miró directamente a León.
León cruzo su mirada con la de ella y lo único que pudo sentir fue hostilidad hacia el.
León dejo de mirarla, no tenía caso seguir viendo esos ojos que lo detestaban tanto.
— ¿Mamá, odias a mi hermano?
Aquella pregunta tomo desprevenida a la mujer.
— No, claro que no — trato de protestar.
Dipper decidió no preguntar más, siempre que le hacía esa pregunta a su madre o a su padre siempre mostraban una sonrisa forzada.
— No lo puedo entender — dijo Dipper dentro de su corazón.
Su madre se despidió de el.
Dipper tomo su maleta y junto con su hermano tomaron el autobús que los llevaría a casa de su tio.
— ¿Estas asustado? — le pregunto León al ver la cara de preocupación de Dipper.
— Claro que estoy asustado — replicó Dipper — todavía no entiendo lo que pasó en la escuela.
— Yo tampoco lo entiendo.
— Pues no lo parece — dijo Dipper poco feliz — te veo demasiado tranquilo, ¿ Como es que no estás preocupado?
— ¿ Enserio estás preguntado eso?
León ya le había dado demasiadas vueltas al asunto, por más que se puso a pensar no pudo encontrar algo que pudiera explicar lo que había ocurrido en la escuela.
Sin ninguna explicación la marca de nacimiento de Dipper había comenzado a brillar y doler y para León fue el mismo caso.
— Me pregunto cómo será ese lugar — le pregunto Dipper a su hermano.
— Lo sabremos cuando lleguemos.
Dipper se sentía de lo peor, sus últimos días en la escuela no habían sido de lo mejor.
Claro que unas vacaciones lejos de casa podrían ayudar a relararce y respirar un nuevo ambiente, pero aquel suceso que no tenía ninguna explicación lo dejaba con el corazón intranquilo.
— Tengo una teoría — le dijo Dipper a su hermano.
— De que se trata.
— De alguna manera nuestro tío el cual no conocemos sabe de nuestras marcas
— Y eso que?
— Existe la posibilidad que él sepa algo acerca de ellas, es más creo que el ese lugar al cual nos dirigimos nos podría dar algunas respuestas.
— ¿Tienes tú diario? — Dipper miró incrédulo a León pues esa pregunta estaba fuera de lugar.
— Si, lo traigo siempre conmigo.
— Eso es bueno, escúchame bien. Será mejor que no te separes de él ni por un segundo.
Dipper miró a León, este tenía una cara tranquila pero al verlo con más detalle parecía la el rostro de alguien muy preocupado.
— Hermano, ¿ Hay algo que no me allás dicho.
León miró por la venta del autobús tratando así de pensar en que decir, lo que había vivido los últimos días eran cosas muy extrañas, extrañas y raras.
— Tuve un sueño anoche.
¿Un sueño? Que tenía que ver un sueño con todo esto.
— ¿Que clase de sueño? — pregunto Dipper con el presentimiento de que no le gustaría la respuesta.
— No puedo recordarlo.
Dipper suspiro con tranquilidad por un momento había dejado que su imaginación volarán a alturas muy lejanas.
Por un momento pensó que se trataba de un mal presagio.
— No puedo recordar nada del sueño, pero si recuerdo algo.
Al decir esas palabras León sacó su diario y con la punta de sus dedos acarició la portada.
— Hermano, estos no son los únicos diarios que existen, creo que hay otros más.
— ¿Otros más? Quieres decir que hay más de dos diarios.
— Eso es contesto.
— Eso no importa, solo son unos simples libros, solo son dibujos, garabatos y letras, no tienes nada de espacial.
— Yo no creo que sea así,lo que pasó en la escuela, tu marca y la mía.
— León ya deja de pensar, me estás poniendo nervioso.
León escuchó las súplicas de su hermano, por el momento no tenía sentido pensar en el asunto pues la falta de información era su mayor problema.
El que sus marcas brillarán y doliera un poco no era demasiado impresionarme.
León no pensaba que fuera así, si bien no podía recordar aquel sueño que había tenido, las emociones que había experimentado todavía hacían eco en su corazón.
Miedo, terror, amor y dolor.
Por alguna razón León sentía todas estas cosas.
¿Pero por qué?
Un momento se sensaciones, algunas raras y otras desconocidas, miró por un momento a su hermano Dipper y suplico que nada le sucediera.
Después de todo Dipper era su único amigo, o más bien la única persona con la que se había abierto.
Sus padres, buenos los padres de Dipper eran solamente sus tutores, más que tutores ellos eran sus enemigos.
Después de todo esas miradas de sospecha y odio no es algo que un chico debería recibir de sus padres.
— ¿ Cres que podamos conocer chicas en ese lugar ?
León sintió ganas de golpear a Dipper por esa estúpida pregunta.
— ¿ Enserio estás preguntando eso después de lo que pasó?
— Bueno, estaba pensando que como era otro lugar, un sitio diferente y no la escuela, solo estaba pensando que las cosas podrían ser diferentes.
— No estoy muy seguro, no sabemos que es lo que nos espera, la verdad estoy un poco asustado, no tengo miedo en realidad, es solo que no me gusta no tener información.
Al decir eso una idea paso por la mente de Dipper.
Sacó su teléfono y comenzó a utilizar al buscador.
— ¿Que raro?
— ¿Que pasa?
— No puedo encontrar ningún resultado sombre ese puedo llamado Gravity Falls.
Dipper siguió intentando pero todo fue igual, si el buscador no podía encontrar aquel lugar, entonces solo podía haber una explicación.
Gravity Falls es un lugar que no existe.
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Destinos entrelazados
FanfictionDipper junto con su hermano se verán atrapados en una gran aventura. Una misión muy peligrosa, algo que ninguno de los dos había pedido. Ese nuevo lugar será el testigo de sus grandes logros. Hay conocerán a dos hermanas. Una es fría y calculadora...