Lunes 10:34 p.m.
Desperté en una cama que no era la mía, tenía olor extraño, fuerte.
Miré al rededor y parecía ser el cuarto de Klaus, y lo confirmé cuando entró a la habitación con la misma falda de hoy pero con un tapado de pelaje encima.-_____, querida. Despertaste, no vuelvas a intentar ser Klaus versión mujer.
-Klaus... ¿qué hora es?
-¿Y me preguntas a mi qué ni siquiera se dónde estoy? Tr alcanzó tu mochila debes tener ahí tu teléfono. -Me tira en mi abdomen el bolso.Hago un gesto de molestia pero abro la mochila en busca del celular. Lo enciendo y tenia 10% de batería. Eran las 10:36 de la noche.
Era súper tarde para ir a casa, pero no podía quedarme.
Revise por arriba los mensajes, tenia ocho llamadas perdidas de Logan y cinco de mi mamá.
Ignoré todo, el dolor de cabeza no me dejaba pensar una respuesta y menos intentar escuchar la voz de Logan.-Gracias por retenerme Klaus, pero volveré a casa...
-¿No crees que es muy tarde? -Me preguntó algo preocupado.
-Sí pero iré rápido. No estoy tan lejos.Klaus asintió y me abrazó cuando me levanté. Nos dirigimos a la puerta y salí.
Miré la calle, estaba algo vacía, oscura. Presioné mi bolso contra mi pecho y comencé a caminar rápido. La verdad tenía un mal presentimiento, seguía con la sensación de que alguien me perseguía.
De la casa de Klaus a la escuela eran unas cinco calles, y de la escuela a mi casa eran cuatro.
No era mucho. Yo podía.Mi paso era casi trote, las calles las cruzaba casi sin mirar porque no venían autos. A lo mucho pasaba uno o dos pero lejos y en direcciones contrarias.
Faltaban ocho calles.Vamos _____, tú puedes.
Mi paso era acelerado, sentía miedo sin razón. Siempre me había gustado caminar sola de noche pero hoy la sensación era diferente. No era una noche normal... O quizá era solo la resaca.
Seis calles, ya llegaba a ver la escuela. Me animé al saber que estaba cerca. De hecho sabía que si iba por una calle interna llegaría más rápido, como un pequeño atajo. No era tan iluminado pero si lo hacía suficientemente rápido llegaría bien.
Ya estaba en la calle de la escuela, miré sus ventanas oscuras y al llegar a la esquina doblé hacia dicho atajo. Estaba más oscuro de lo que recordaba, pero aumenté mi velocidad.
Tres calles y medio. Ya llego.Pero en ello alguien me agarra de la espalda y tapa mi boca. Sentía que se me salía el corazón del susto, quería correr, estar en casa...
-¡Cállate! Nos oirán.... -Susurró una voz masculina familiar en mi oído.
Me di la vuelta como pude y vi a mi papá en lo oscuro, ¿Qué hacía acá? ¿Quiénes nos verían? ¿Por qué luce tan asustado?
-¿Papá? -Le pregunté luego de sacarme la mano de la boca.- ¿Qué haces aquí? ¿Qué ocurre?
-No hay tiempo de explicar. Debes ir a casa ya. Corre con todas tus energías, dile a tu madre que la amo. -Dijo al borde de llorar.
-¡¿De qué estás hablando papá!? ¡Ven conmigo! -Comencé a desesperarme.
-¡____! ¡Vete por favor!En ese momento sus lágrimas se iluminaron por la luz de un auto que venía a lo lejos. Él miró el auto desesperado y me empujó para que corriera.
No sé por qué le hice caso; corrí como nunca. Miraba hacia atrás de reojo y ya no veía ni el auto ni a papá. ¿Qué estaba pasando? Tenía ganas de llorar, estaba temblorosa y me sudaban las manos. Pero ya estaba cerca, estaba a una calle, por fin. Tenía que contarle a mamá lo que había pasado y llamar a la policía. Para entrar rápido empecé a buscar las llaves en mi bolso, pero tropecé y las llaves que ya tenía al alcance de mi mano salieron disparadas hacia adelante. Me arrastré intentando levantarme para tomarlas y de ahí correr a la puerta, pero cuando toqué las llaves, alguien tomó mi tobillo con demasiada fuerza, se agachó a mi lado y me puso un paño húmedo en la boca y nariz. Intenté no respirar pero fue en vano, me desmayé...
Despertaba de a ratos pero veía destellos, escuchaba voces desconocidas. Parecía que me llevaban a algún lugar, pero no tenía idea donde.
Hasta que en un momento desperté en un cuarto solitario, veía borroso. Me di cuenta que estaba sentada, y por si no fuera poco atada en una silla y con cinta en mi boca.
Miré hacia un lado con las pocas fuerzas que tenía y visualicé a mi papá de la misma forma, llorando, mirándome preocupado.En ese momento que desperté un hombre tomó un estilo de teléfono y avisó que estaba despierta. Intenté hablar pero estaba medio tonta. Quería dormir...
Y en eso veo que un chico entra por la puerta junto con dos guardaespaldas. Parecía un chico joven por su físico pero no podía ver su cara, ya que tenía una máscara muy peculiar.
-Bien, qué tenemos aquí. -Se escuchó su voz. Era ronca y algo seductora.- Padre e hija, ¿no? -Dijo algo sarcástico morándonos a ambos.
El chico se me acercó y tomo mi mentón con su mano, con delicadeza, pero me corrí de forma brusca.
Escuché una pequeña risa de su boca.-Esto será divertido.
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Señor G y T/N
FanficEres una chica normal, de 17 años, estudias, tienes amigos y un novio apuesto llamado Logan. Un día como otros, algo pasa: eres secuestrada y parece ser que el responsable es un tal Señor G, quien no revela su identidad y posee una máscara para cub...