From Enemies To Lovers

Te odio.

Me centré en escuchar hablar a Niijima sobre los nuevos avances en la investigación y le expliqué mis nuevas teorías sobre el caso. Intenté olvidar la confesión de Kurusu de la noche anterior.

Joder, con lo fácil que era negarlo todo.

Después de la reunión me sentí sucio aunque no tenía tiempo para regodearme en mi malestar. Tenía una entrevista en un canal de televisión y después debía centrarme en estudiar un rato. Ésto de ser un estudiante modélico tenía sus desventajas. La noche cayó rápidamente y mi móvil empezó a sonar.

Akira: "Espero que no te hayas olvidado de lo que prometiste"

Goro: "Estoy muy cansado"

Akira: "Supongo que eso es que no vendrás... Bueno, iré al cine con Ann entonces, por lo visto se ha estrenado una nueva película romántica o algo así"

Goro: "Dame una hora"

Akira: "Jajaja"

Goro: "No te soporto"

Cómo le odiaba en ese instante.

Llegué al Leblanc y allí estaba. Había preparado curry para cenar, para no variar. Se acercó a saludarme mientras se quitaba el delantal.

- Pensaba que no vendrías.

- No lo iba a hacer - respondí aún molesto.

- No creo que te hayas enfadado por lo de Ann, ¿no? Sí, es verdad que me invitó pero ya le había dicho que no antes de mandarte el mensaje.

- Ah, ¿que era en serio? - pregunté arqueando una ceja.

No obtuve más respuesta que una sonrisa ladeada mientras se colocaba tímidamente las gafas.

Nos sentamos a cenar mientras hablábamos de cómo nos había ido el día. A veces envidiaba la vida "tranquila" de Kurusu. Iba a clase, estaba con sus amigos y volvía a casa a ayudar en el bar teniendo tiempo de sobra para estudiar y divertirse cuando lo necesitara. Suspiré al pensar en eso.

- Te ví hoy en la entrevista... Veo que no has cambiado de opinión sobre el grupo de The Phantoms - comenzó a hablar él.

- ¿Por qué iba a hacerlo? - realmente no quería hablar sobre ésto, hablar sobre ello sólo me confirmaría una y otra vez que no estoy haciendo bien mi trabajo.

- ¿Crees que soy un criminal? ¿En serio? - su voz esta vez sonaba algo molesta.

- ¿Es necesario hablar sobre ésto ahora mismo?

- No, pero sí tendremos que hacerlo tarde o temprano si esta situación no cambia, ¿no crees?

No quise responderle. Terminé mi plato de comida y volví a esconder mi cara de molestia con una dulce sonrisa.

- Muchas gracias por la cena.

- Qué falso eres cuando algo no te interesa - dijo con voz molesta levantándose de la mesa para fregar los platos.

Esas palabras me hirieron porque eran ciertas. Mi vida, mi personalidad, todo era una farsa. Me quedé apoyado en la barra pensando en todo eso. De repente Akira se colocó delante de mí con una sonrisa en su rostro.

- Lo siento, no debería haberte dicho eso... Supongo que aún es muy pronto.

No respondí.

¿De verdad habría algún momento idóneo para hablar sobre eso? Los dos sabíamos que no.

Sus labios rozaron los míos aunque sentí que el beso le resultó algo incómodo.

- No tienes por qué besarme si no te apetece. Sería mejor que me fuera a mi casa - dije otra vez con molestia, odiaba que me tratara como si le diera pena.