Un juego.

469 34 28
                                    

- Yo te diré algo que me gusta de ti y tú me dirás otra que te guste de mí. Empiezo yo. Me gusta tu voz.

- ¿Mi voz? - dije sorprendido sentándome en la cama.

- Sí, me relaja oírte hablar...

- Qué... Adorable... - respondí notando cómo mis mejillas se sonrojaban.

- Venga, te toca - me insistió mientras peinaba cariñosamente mi flequillo.

- ¿Es necesario?

- Venga, hazlo por mí.

- A ver... Mmm... Me gustan tus ojos.

- ¡Genial!- dijo sonrojándose también - A ver, me toca... Me gusta lo inteligente que eres.

- A mí, tus manos... Son suaves y cálidas - sentía una vergüenza enorme por estar hablando de estas cosas pero me parecía interesante esa experiencia. Nunca me había planteado qué podría gustarle a Akira de mí, así que era divertido saberlo.

- ¿Mis manos? - preguntó dejando escapar una pequeña risa - A mí, tu pelo, siempre te peinas muy modosito pero verte despeinado después de... Bueno, ya sabes; es genial.

Mis ojos se abrieron de par en par y no pude evitar sentir aún más vergüenza, no me esperaba ese tipo de confesiones tan pronto.

- Tu... Espalda - me atreví a decir con dificultad.

- ¿Y eso? - preguntó con una sonrisa.

- Es bonita... No sé... - me empecé a poner nervioso y Akira lo notó.

- Tranquilo, me toca a mí... - acercó los labios a mi cuello - Me encanta cómo te erizas cuando te beso el cuello... - y acto seguido empezó a dar pequeños besos haciendo que me desconcentrara - Venga, sigue tú.

- Emm... Me gusta cómo se te empañan las gafas cuando haces café, es adorable - esos besos y pequeños mordiscos eran mi perdición.

- Interesante... - comentó mientras subía suavemente mi camiseta, dejando mi pecho desnudo - Me gusta cuando te enfadas y dices mi nombre con rabia, te ves sexy - al decir ésto se empezó a reír.

Siguió dándome besos mientras me guiaba a acostarme debajo de él. Se quitó su camiseta y besó suavemente mis labios.

- Te toca.

- ¿Quieres seguir con ésto ahora mismo?

- Sí... Sigue - al decir ésto empezó a besarme el torso.

- Vale... Mm... - me costaba pensar recibiendo tanta atención - Me gusta tu sonrisa.

Metió las manos por debajo de mí mientras agarraba mi baja espalda.

- A mí, tu trasero...

- Oye... - mi voz sonaba temblorosa, en ese momento me sentía completamente vulnerable.

- Sigue, Goro, si no me veré obligado a parar - su cara reflejaba una juguetona sonrisa.

Tragué saliva antes de seguir hablando.

- Me gustan tus besos...

- Y a mí los tuyos, pero no se vale repetir... Mmm... Me encanta cuando te sonrojas...

Después de esa última confesión empezó a bajar mis pantalones y acto seguido se quitó los suyos.

- Sigue.

Se recostó encima con sus labios rozando prácticamente los míos.

- Me gusta cómo me miras cuando te sales con la tuya... A veces me enfada y otras... Me pone.

- ¿Ah sí? - preguntó sonriendo.

Empezamos a besarnos y nos dejamos llevar. En mitad del acto, Akira bajó la intensidad y me besó suavemente.

- ¿Sabes algo que me gusta? Me gusta oírte gemir mi nombre...

- Mmh... Akira...

- Así, justamente.

[...]

Nos encontrábamos acostados en la cama, abrazados plácidamente. Desde que todo había comenzado no me había sentido tan en paz con lo que teníamos.

- Gracias por todo, Akira... Te q-

Noté un pequeño ronquido proveniente de él y, en efecto, se había quedado dormido. En otro momento me habría molestado pero esa vez no. Le abracé y me dejé llevar por el sueño.

A la mañana siguiente nos dirigimos a la estación de metro juntos y nos despedimos.

- Que tengas un buen día, Kurusu.

- Me gusta cuando disimulas ser sólo mi amigo.

- Oye, no sigas, eso fue sólo anoche.

- Te toca, si no, no voy a dejar que te vayas - dijo agarrando mi brazo.

- ¡Ay, joder! ¡Tengo prisa! Mmm... Me gusta cuando hablas en sueños, muchas veces dices mi nombre, ¡adiós, nos vemos! - me metí en el metro corriendo y ví cómo Akira se quedaba ahí en medio, pasmado, con los cachetes sonrojados.

Maldita sea... Por qué tenía que enamorarme justamente de él.

Después del ajetreado día, ví que tenía dos mensajes recientes sin leer.

Akira: "Hoy tengo plan con los chicos por la noche, ¿te apetece venir?"

Goro: "Gracias por la invitación pero prefiero quedarme en casa"

Akira: "Lo suponía... Bueno, Futaba será mi pareja en los dardos hoy"

Goro: "Otra vez ese truco no... "

Akira: "Me gusta cuando te pones celoso, a veces es adorable"

Goro: "Y a mí me gusta cuando me dejas mi espacio"

Akira: "Vale, lo pillo... Hasta otro día"

Goro: "Tengo el resto de la semana llena de trabajo... No nos podremos ver hasta que acabe"

Akira: "Vale... Con que no desaparezcas otra vez me basta. Te quiero"

No respondí a ese último mensaje. No me veía capaz de volver a decirlo, no ahora mismo.

Miré mi reflejo en el escaparate que tenía en frente. A pesar de sentirme valorado por alguien, seguía completamente infeliz. Tarde o temprano todo saldría a la luz y ese día, Akira no podrá soportarlo más.

Entonces volveré a estar solo.

Como siempre...

From Enemies To LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora