EL CANÍBAL (MANGELITO)

Enfermo

El técnico e ingeniero en sistemas Fargan, había terminado turno en el laboratorio CICA.ECH, ya estaba entrada la noche, en la parte posterior del edificio estaba el estacionamiento cerrado y de igual manera con acceso restringido. Ningún sistema de seguridad estaba de más en aquel misterioso lugar.

Ni las cámaras de seguridad le importaban en ese momento, estaba rabiando como pocas veces, el doctor Rogel según sus pensamientos, era un ser inferior y débil que solo se envalentonaba por tener un título más alto en cuanto a sus estudios, pero si lo hiciera rabiar fuera de las instalaciones no tendría ninguna puta oportunidad, le aplastaría el cráneo con sus propias manos.

Le dio a su auto deportivo dos patadas a la puerta abollando un poco el metal y activando las alarmas del vehículo, abrió la puerta de un golpe y apenas lo encendió arranco golpeando el auto de atrás suyo que era un auto de modelo mucho más antiguo.

Solo el humo de llantas y el sonido rechinante quedaron atrás tras un par de guardias del estacionamiento sorprendidos por su actitud.

El único lugar al que podía acudir Fargan por las noches era a esa taberna, el acceso al parecer era muy libre, lo que no sabían es que solo se acercaba allí la gente indicada, en un barrio lúgubre con calles solitarias, pero los bares y restaurantes siempre estaban a reventar, simplemente si entraba un auto a las solitarias calles y éste no era reconocido por las cámaras de seguridad, ya era motivo de retención y más vale que salieras pronto de allí, el auto de Fargan se detuvo en su ligar reservado y se bajó tirando un cigarrillo en las húmedas banquetas.

Al llegar al acceso de la taberna los guardias le abrieron la puerta de inmediato, sobre todo al mirar su rostro serio, adentro las luces rojas y neón más el mobiliario negro te hacía caminar con precaución, a menos que como él, ya conocía el recorrido y su paso era firme.

A un costado del escenario entre la tarima y el bar estaba una puerta negra disimulada la cual abrió con violencia, dentro de este lugar reinaba el silencio, el lugar estaba insonorizado y el ruido de la fuerte música de afuera no entraba ni tampoco se escapaba sonido alguno.

Había dos personas vestidas de negro en el lugar, uno de ellos estaba inclinando en su silla hacia atrás y tenía los pies en alto sobre la mesa de billar, era blanco y castaño, ¿A caso era... el guardia de seguridad de CICA.ECH? ¿Rubén Doblas? Pero... su peinado era muy diferente y su... cuerpo era delgado, su sonrisa no era inocente como el dulce guardia gordito y nervioso que trabajaba en CICA.ECH.