amor

6.7K 504 64
                                    

todoroki no sabía nada del amor.

ni siquiera sabía cómo llamar a lo que pasaba por su corazón, ni que eso necesitaba un nombre en especial.

había veces que sentía como si tomaran su corazón del pecho y se lo pegaran al oído, haciendo que sus latidos se oyeran más potentes que nunca, transmitiendo una vibración que recorría todo su cuerpo, de pies a cabeza.

otras veces se sentía cálido, a gusto, como si estuviera junto a una chimenea en navidad con la nieve cayendo al otro lado de la ventana, y su hermana cantando villancicos colgada del cuello de natsuo, quien le seguía la melodía.

y otras veces, sentía todo junto, y su cabeza era un lío.

eran sentimientos extraños, pero que le hacían sentir más vivo que cualquier otra cosa que había sentido antes, y solo le pasaba cuando...

uraraka le clavó su codo en el estómago, sacándolo de sí y devolviendo su atención a lo que era el resto del mundo, donde su corazón seguía en su lugar y no era navidad todos los días.

— ¿qué pasó?

midoriya e iida lo miraban también, sin saber si reírse o preocuparse por él.

uraraka suspiró.

— no dejas de mirarlo.

— ¿qué? ¿a quién?

su voz sonaba inocente, sin estar enterado de nada. estaba tan sumergido en sí mismo que cuando lo sacaron del agua tan abruptamente estaba más perdido que pez en pecera nueva.

— ¿cómo que a quién? ¡a bakugo!

— ¿en serio?

últimamente le pasaba mucho eso, ahora que se lo decían.

sorprendiéndose a sí mismo con su mirada clavada en el rubio, explorando más y más aquellas desconocidas/conocidas sensaciones que le producía, disfrutando de ellas en silencio.

no se daba cuenta cuando lo hacía, ni sabía cuándo había empezado a hacerlo.

— ¿te ha hecho algo? — preguntó iida, hablando bajito bajito y encorvándose hacia el centro de la mesa, quedando más cerca de él.

— puedes contarnos — le siguió midoriya, bajito bajito, imitando sus movimientos.

— no me hizo nada.

— ¿entonces?

— no sé, no sabía que lo estaba mirando.

los tres se quedaron en silencio unos segundos, mientras que todoroki seguía como sí nada, inmutable, devolviendo su atención a su almuerzo y lamentando el hecho de que lo dejó tomar frío.

ante su indiferencia, ninguno de los contrarios tres decidió comentar nada más al respecto, dejándolo estar, tal como hacía todoroki por dentro.

lo dejaba estar.

sight sightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora