11. Distracción

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Original: Distraction (Autor/a desconocido/a)

Resumen: En su sexto año en Hogwarts, Harry y Draco luchan por guardar sus propios secretos mientras mantienen una relación entre ellos. Cuando Draco le dice a Harry que necesita una distracción, Harry sugiere palos de escoba...

Link al original: https://archiveofourown.org/works/257934

***

«Ámame u ódiame, ambas están a mi favor. Si me amas, siempre estaré en tu corazón. Si me odias, siempre estaré en tu mente.»

- William Shakespeare

Harry Potter estaba obsesionado con Draco Malfoy, pero no de la manera que todos pensaban. A menos que pensaran que era de manera sexual, en cuyo caso tenían razón.

Sus sentimientos no eran sólo sexuales, aunque para dos chicos de dieciséis años eso era una gran parte de ello. Harry tenía la obsesión de saber lo que su antiguo rival estaba haciendo todo el tiempo. El problema era que Draco estaba muy decidido a mantener sus secretos, bueno, en secreto.

Al principio, el sigilo de Draco le causó a Harry tantos celos que no pudo soportarlo más y se enfrentó a Draco, preguntándole si había alguien más.

—Tú me has engañado más con ese libro de lo que yo te he engañado a ti. —le dijo Draco.

—Es sólo un libro. —protestó Harry.

—Entonces déjame verlo.

—No. —dijo Harry, cerrándolo y guardándolo.

—Tú tienes tus secretos y yo los míos.

Pero los secretos de Harry no estaban causando que aparecieran ojeras, o que sus costillas empezaran a verse porque se olvidaba de comer. Harry no se espaciaba en las comidas, mirando fijamente al otro lado del Gran Salón sin ver realmente. Tampoco faltó a clase ni olvidó de qué hablaban cuando se reunían.

Harry vio lo que los secretos de Draco le estaban haciendo y durante los últimos meses, había estado decidido a descubrir cuáles eran y cómo hacer que pararan. Desafortunadamente, Draco quería justo lo contrario.

***

El primer día la temperatura era glacial, Harry leía el libro que llevaba consigo a todas partes. Sentado en el gran alféizar de su habitación, apoyó su cara contra el frío vidrio, tratando de memorizar una poción. Cuando Hedwig dio un golpecito contra la ventana, Harry no se sorprendió. Dejó entrar a su lechuza, junto con una ráfaga de aire frío, y le arrebató la nota de su garra.

Tengo frío.
¿Vienes a calentarme?
En el lugar de siempre.

Harry terminó de leer la nota justo a tiempo antes de que se desmoronara en sus manos, dejando cenizas por todas partes. Después de sacudir el libro, Harry se puso los zapatos y se cubrió con su capa de invisibilidad.

Bajó corriendo las escaleras, pasó junto a Ron y Hermione en la sala común y salió por el agujero del retrato. Los pasillos estaban helados, así que Harry aceleró su ritmo, corriendo hasta una pared de aspecto inocente que era todo menos eso.

Necesito un lugar para estar a solas con Draco, pensó, yendo y viniendo tres veces. Una puerta se materializó delante de él, y Harry la abrió a empujones.

Dentro, Draco tenía un fuego ardiendo en cada una de las chimeneas que habían aparecido en cada pared.

—Cierra la puerta. Dejarás que entre el aire frío.

VEINTIDÓS [ Drarry | Harco ] (OneShots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora