VEINTIDÓS [ Drarry | Harco ] (OneShots)

15. La Seguridad que Anhelas

Original: Safety You Crave por Autor/a desconocido/a

Resumen: En El Príncipe Mestizo, Harry decide estúpidamente acechar a Draco en el tren para obtener información. Aquí, vemos lo que podría haber sucedido si hubiera adoptado un enfoque diferente. Este enfoque no implica que le rompan la nariz.

Link al original: https://archiveofourown.org/works/7274035

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Harry deseaba tomar la Capa de Invisibilidad para seguir a Draco en el Expreso de Hogwarts para ver qué estaba haciendo, porque no había duda de que Draco divulgaría información importante a sus amigos, pero algo lo retuvo cuando sus dedos rozaron el manto de satén.

¿Sería Draco Malfoy tan estúpido como para contarles a sus amigos el plan que Lord Voldemort tenía para él? Imposible, ¿verdad? Después de todo, fue el segundo mejor estudiante en todo el año, superado sólo por Hermione, excepto que sobresalía en Pociones y recibía mejores notas que las de ella.

— ¿Harry? —preguntó Hermione preocupada mientras el tren se tambaleaba por el campo— Harry, ¿qué pasa?

—Nada —dijo Harry, con la mente dando vueltas mientras guardaba la Capa de Invisibilidad—, sólo... esperen ahí, ya vuelvo.

Ron y Hermione compartieron miradas desconcertadas.

— ¿Pero no vas a ver lo que Malfoy está haciendo? —preguntó Ron, con las cejas arqueadas— Quiero decir, el hurón tiene que estar tramando algo, ¿verdad? Tú mismo lo dijiste.

Harry no podía decirles lo que iba a hacer, porque no tenía ni idea de lo que él mismo iba a hacer. La idea de hablar con Draco era estúpida, ya que su historia se había resuelto en peleas legendarias que la escuela probablemente recordaría durante décadas.

Ofreciendo a Ron y Hermione una sonrisa tranquilizadora, abandonó el compartimento, permitiendo que la puerta se cerrara sola, y se dirigió hacia el compartimento en el que había visto entrar a Draco.

Estaría mintiendo si dijera que no estaba nervioso; Draco venía de una familia de magos oscuros, y por lo tanto se le había enseñado una serie de hechizos que sin duda serían los de la Oscuridad. Probablemente conocía más hechizos que Hermione, y eso era decir algo.

En el compartimento de Draco estaban sentados Pansy, Blaise, Crabbe y Goyle, los cuatro se entretenían entre sí con una serie de chistes sobre política, y otros temas que cualquier otro hubiera encontrado aburridos e irrelevantes. Draco, sin embargo, tenía el codo apoyado en la cornisa de la ventana, la barbilla apoyada en la mano, y una mirada muy aburrida y hastiada.

Reuniendo su coraje en una respiración profunda, Harry abrió la puerta del compartimento -quizás usando un poco más de fuerza de la necesaria-, mientras todos saltaban y miraban alrededor de la puerta con sus manos buscando sus varitas.

La cara de Pansy se encrispó con disgusto.

— ¿Qué quieres, Potter? —escupió venenosamente— ¿Ya no quieren tus amiguitos salir contigo? ¿La Sangresucia y Weasley se rindieron contigo o algo así?

Harry eligió ignorarla, aunque le hubiera gustado mucho empujarla del tren.

—Malfoy —dijo—. Necesito hablar contigo.

Ignoró las miradas de sorpresa y enfado de los otros cuatro Slytherin, que parecían como si nada les hubiera gustado más que saltar sobre Draco para asegurarse de que no se fuera con él. Draco, sin embargo, parecía un ciervo atrapado por las luces de un automóvil antes de que finalmente lograra controlar su expresión.