VEINTIDÓS [ Drarry | Harco ] (OneShots)

6. Entregando Deseos

Original: "Delivering Desire" por keyflight790

Resumen: "OESED" Una tienda diseñada para satisfacer todos tus deseos.

Harry es un repartidor y está ansioso por darle un paquete a Draco.

Link al original:
https://archiveofourown.org/works/18995089

Advertencia: AU sin magia

***

Draco no había dejado su piso durante un tiempo. No tiene sentido, en realidad. Las únicas personas a las que solía visitar eran su mejor amigo, Blaise, que siempre parecía ir a una fiesta u otra, y su madre que se había ido al sur de Francia durante el verano.

No necesitaba irse, tampoco, lo que era conveniente. Era un programador de ordenadores muy ocupado, pasaba horas y horas en su portátil, normalmente a horcajadas en su sofá, pero a veces en su escritorio improvisado en la esquina de su sala de estar.

El estilo de vida le convenía. Despertarse, ducharse, vestirse. Entrar en su correo electrónico para sus tareas, hacer un poco de programación. Ir a la cama y hacerlo todo de nuevo. 

Desde la guerra, desde que vio lo que había visto e hizo lo que había hecho, Draco encontró consuelo en su rutina.  Sabía exactamente qué esperar. Podía confiar en que su piso, su portátil y su cama le proporcionarían todo lo que necesitaba.

Si no lo hacía, bueno, siempre estaba el Internet.

Y así es como, en esa tarde tempestuosa del martes, Draco encontró un anuncio online de un servicio de reparto a domicilio de comestibles.

"OESED" Una tienda diseñada para satisfacer todos tus deseos. (*)

Draco se inscribió rápidamente, llenando la información de su tarjeta de crédito antes de hacer un pedido de una bolsa de Cheetos, una Coca-Cola grande y algo de pollo para el almuerzo.  Añadió una caja de oreos de menta y un set de papel higiénico en el último momento y pulsó el botón naranja brillante de comprar en la parte inferior de la página web.

No pensó en nada más hasta que el timbre de su puerta sonó una hora más tarde.

Añadiendo un poco de codificación a su programa, Draco se paró y caminó descuidadamente hacia la puerta, y la abrió de par en par.

—Bien, tenemos Cheetos, pollo, galletas oreo y su papel higiénico, señor eh...

Draco respiró hondo.  El hombre que estaba frente a él, con su pelo oscuro y negro recogido en un moño en la parte superior de su cabeza, con penetrantes ojos verdes que descansan detrás de gruesas gafas, estaba buscando en una agenda.

Era el hombre más atractivo que Draco había visto jamás.

—Malfoy. —dijo, con voz ahogada. Sintió su rostro enrojecer y de repente no estaba seguro de qué hacer con sus manos mientras el repartidor esperaba en su puerta.

— ¿Tu... pedido, Malfoy?

Oh, mierda. Toma la comida, idiota.

—Bien —murmuró, mientras recibía las bolsas, jadeando ligeramente cuando sus nudillos apenas se rozaron con los del repartidor, enviando un escalofrío por su columna—. Gracias. —añadió en el último minuto.

—Esas galletas son mis favoritas —dijo el repartidor con una risita—. Mi compañero de piso cree que sólo son galletas de chocolate con pasta de dientes, pero yo creo que son deliciosas.

Draco se quedó ahí parado, atónito, con la boca abierta.

—Bueno, espero haber cumplido todos tus deseos. —el otro hombre se rió suavemente, y le guiñó un ojo antes de ponerse en marcha y volver a la calle.