MADNESS (Moshang)

Final

No habían pasado ni tres días cuando al omega le deseaban un buen día dos trabajadores de Mobei Jun después de dejarlo afuera de su departamento.

Se había humillado a si mismo yéndo a rogar al frío líder, que ni siquiera lo recibió, mandó a dos de sus cercanos a llevarlo a su casa, eso si, encargándoles que literal, lo llevaran hasta la puerta del edificio para que no le pasara nada en el camino. Shang Qinghua no lo sabía, y tampoco es que no lo supusiera, solo agradeció y entró a su casa, recostándose tristemente en el sofá.

Técnicamente no había ido a rogarle, quería darle la información que no pudo decirle aquel día, porque, literalmente, lo había dejado ese día.

Solo que el alfa no estaba dispuesto a verle, y aunque lo quería, no iba a rogarle, ignoraría a su propia naturaleza que le decía insistir hasta que el menor aceptara hablar con él.

Pero no lo haría, así tuviera que quedarse todo el día en cama, no perdería más su dignidad.

Se puso de pie de mala gana y caminó a la cocina, incluso le dio de comer a sus gatitos diez minutos antes de su horario, increíble o no, pero los dos mininos como si supieran que no era su horario, esperaron un rato para empezar, aún así, Shang Qinghua no se movió del lugar, prepararía un té para irse a dormir después.

Su puerta sonó de manera en la que solo Mobei Jun llamaba a esta, así que caminó despacio a la puerta, y esta vez, si se asomó por la mirilla, temblando ligeramente al ver que no era el alfa, sino su tío, aquello solo eran malas noticias.

Con el mayor cuidado posible, caminó al otro lado del lugar, y encendió su computador, escuchando de nuevo el golpe en la puerta.

"Se que estás ahí, puedo olerte" -Shang Qinghua no respondió, agradeció a los dioses que esta no tardó en encender, y pasó aquel archivo que podía jurar que buscaba y que no había podido darle al idiota de su ya no novio a una USB antes de eliminarlo, y cerró esta cuando escuchó su puerta ser forzada.

Cargó a sus dos mininos colocándolos dentro de su jaula, y dejándola dentro del baño de su habitación, de una u otra forma, tendría que enfrentarlo, así que caminó de regreso a la sala, al mismo tiempo que su puerta se abría de golpe.

"Oh, lo siento, estaba en el baño" -Aunque el miedo se apreciaba en su mirada, se mantuvo firme, apretando sus manos y viendo al platinado analizar el lugar con el mismo asco que la vez anterior que fue de "visita"-. "¿Qué hace aquí?"

"Escuché que ya no sales con mi sobrino, así que supuse que ya podrías ayudarme, trabajar para mi, te conviene" -El alto omega quitó sus guantes con cierta clase exagerada mientras sonreía-. "Honestamente no veo el porque no aceptarías esta oferta"

"Se que no tengo porque no, pero seré honesto con usted, no estoy interesado en tener ningún tipo de relación con su familia"

"Debe ser porque el idiota de mi sobrino no sabe tratar a un omega, ¿No es así? No tienes que molestarte en mentir, entiendo que no sabe tratar... a nadie en realidad, pero..." -El mayor comenzó a acercarse, con todo y que el castaño daba ligeros pasos hacia atrás, este no tardó en alcanzarlo, y mirarlo entre burlón y enojado-. "No me interesa, necesito algo que tu tienes y que aún no le dijiste a mi sobrino, sino, yo ya estaría escondido en otro país, ¿no es verdad?"

"N-no, no sé de que habla" -El rubio omega sonrió, antes de golpearlo con bastante fuerza y lanzarlo prácticamente al otro lado de la habitación, aquel golpe parecía ser de un alfa por la fuerza de este, pero no se sorprendía del todo, seguía siendo un Jun después de todo-.

"No hagas esto más difícil, te golpearé solo por gusto el día de hoy, pero, mañana volveré, y si no me dices lo que quiero saber" -El siguiente golpe no tardó en llegar, al mismo tiempo que Shang Qinghua escupía sangre-. "Te mataré con mis propias manos, y lo conseguiré por mi mismo"