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La Universidad era muy pesada, y es que gastronomía no era precisamente fácil como yo creía

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La Universidad era muy pesada, y es que gastronomía no era precisamente fácil como yo creía.

Ese fin de semana mis padres me habían pedido que fuera a visitarlos a Nimma, no sólo a mi, también a mi hermano mellizo Jungkook.

Habría una fiesta por el cumpleaños de mi sobrina Hyerin, hija de mi hermana.

El jueves recién iniciaba y yo ya estaba cansado, tenía unas ganas enormes de darme muchos golpes contra el suelo, así hasta romper mi cabeza.

Me vi por ultima vez en el espejo y me coloqué mi suéter tejido color verde.

Un bostezo salió de mi boca, podía sentir mi cuerpo cansado. ¿Cómo es posible que, aunque haya dormido 10 horas, siga cansado? No es para nada lógico. Incluso cuando duermo de cinco a tres horas estoy más fresco que ahora.

ODIABA MI MALDITA VIDA.

Baje las escaleras y me encontré al portero, un hombre amable que no pasaba de los cincuenta años. Le sonreí e hice una reverencia, el hombre respondió amablemente. Si bien, ese señor era muy guapo a pesar de su edad.

—¡Seokjin, hola! —me saludo la señora de la florería que estaba enfrente de el edificio donde vivía. Alcé mi mano en su dirección y le sonreí.

Subí al bus, pagando mi pasaje y sonriendole al conductor.

Me senté en el asiento de hasta el frente, era el único vacío.

A las siguientes dos paradas bajaron tres personas y subió un hombre con un gran atractivo físico, se le notaba que no andaba en bus a diario; su ropa, su reloj, detalles que eran de una persona con dinero; sin embargo, parecía tener una enorme humildad.

Se sentó en el asiento que estaba al otro lado del pasillo, igual hasta adelante.

Nos miramos y sonreímos.

—Kim Namjoon, mucho gusto. —inclino su cabeza, a manera de saludo.

Sonreí e hice el mismo gesto. —Kim Seokjin.

—¡Vaya! que mundo... dos Kim —empezó a reír, su risa era muy contagiosa, al momento yo también lo hice.

Descubrí que él es un médico cirujano general, en el hospital "Hunny Center Hospital", pero trata más a menudo con niños. Tiene 32 años y es de Nimma, igual.

Bajó en la parada de la quinta avenida, por ahí no estaba el hospital; pero que en realidad su auto estaba ahí, cortesía de un amigo.

Yo baje en la última parada, cerca de mi universidad.

Cuando llegué me encontré a mi mejor amigo, y le conté todos los detalles de ese hombre. Él rio a carcajadas, dijo que podía percibir cierto interés de mi parte por ese hombre. Yo reí reí aún más fuerte, tonto, eso era. ¿Cómo iba a tener interés en una persona que apenas conocía? Sólo le hacía mención de mi día a día.

Accidente Mandela || TaejinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora