Salí de mi casa, subiendo a mi auto.La maleta la había colocado en el asiento de atrás.
No iba de manera tan rápida, pero tenía mucha prisa.
Una vez en la autopista acelere, a él máximo que se podía.
La palanca estaba en la primera velocidad, el auto marcaba 80 km/h.
Un auto que iba por delante empezó a hacer movimientos bruscos, iba de un lado a otro con velocidad exagerada, sobrepasaba los límites.
En un momento a otro freno, sus llantas declinaron. Intente frenar a tiempo...
Perfectamente oí el golpe. Perfectamente vi mi auto volcarse...
Seguí consiente por unos cortos segundos. Un auto frenó en seguida haciendo una maniobra peligrosa a mi parecer, alguna que jamás haría.
De ese auto bajo un hombre. Era joven, era guapo, tenía un cabello negro con unos preciosos rulos.
Sacó su teléfono y lo último que pude oír fue "Tranquilo, todo estará bien, soy Kim Taehyung."
• • •
Desperté, mi cuerpo dolía, mi voz no sonaba como yo quería. Mi brazo tenía una aguja que me trasladaba algún suero con medicamentos.
Mi cabeza dolía, podía ver a alguien sentado en una esquina, en un precioso sillón rojo. No sabía quién era, mi vista era un poco borrosa, estaba nublada. La luz lastimaba mis ojos.
Cerré mis ojos y los volví a abrir, todo estaba mejor.
Mi madre estaba en ese sillón, dormida.
Una figura masculina entró por la puerta cristalina. Mi padre.
—¡Hyesung! Despierta, Seokjin despertó—. Mi madre despertó y corrió a mi cama.
Ambos me abrazaron y lloraban, era como si no me hubiesen visto durante un largo tiempo.
—¿Q-que... —aclare un poco mi garganta, estaba seca. —me paso?
Mi madre acaricio mi cabello y sonrió. Mi padre salió, dijo que en busca de un doctor.
—Un estúpido ebrio se accidentó y consecuentemente tú, mi amor; pero ya estás bien, aquí, despierto... le hablaré a tu hermano.
Sacó su teléfono de su bolso en el pantalón y a los cuatro tonos mi hermano respondió, mi madre le dijo que fuera al hospital.
Colgó y mi madre sólo se dedicó a cuidarme, a darme suaves caricias en el rostro.
—Hoseok te vino a cuidar tres días, deberías agradecerle también. Ese Hoseok, amigo tuyo es muy lindo, siempre me agrado...
Mentira, al inicio mi madre no me dejo ser su amigo porque dos homosexuales no podían ser sólo amigos. Patrañas.
Dos toques en la puerta.
Era él.
—Seokjin, hola... —dijo amablemente.
—Namjoon, hola
Mi madre se quedó sorprendida, viendo como conocía a mi doctor. Ante esa mirada decidí explicarle.
—Él y yo nos conocimos hace... ¿cuánto tiempo llevo aquí? —pregunte.
Namjoon sonrió y asintió. El tenía unos preciosos hoyuelos en sus mejillas. Era muy guapo.
—Una semana, una semana llevas aquí. Otra vez es viernes, cariño. —menciono su madre.
—Nos conocimos hace una semana y un día, en el bus... eso es
Mi madre suspiro aliviada, se le vía muy aterrada.
—Creí que eras de esos casos donde pueden oír todo cuando están dormidos.
Namjoon sonrió nuevamente y presionó un botón de su lapicero, sacando la punta. Empezó a anotar datos que se encontraban en el electrocardiograma.
Vi pasar a un hombre, quizás unos siete años más que yo. Era atractivo, su cabello castaño me encanto, color miel.
Solo veía su perfil, pero quedé encantado, fascinado con lo que parecía su mejor sonrisa.
Pasé horas ahí dentro del hospital, me empezaba a fastidiar el jugo de manzana que Jackson me llevaba a cada rato, es como si quisiera que me hartara de él, me levantara y le pateara las bolas.
Entonces me fije en la ventana, y como por arte de magia él volvió a pasar, esta vez serio, sin rastro alguno de alguna emoción.
Entró a mi habitación, era doctor, seguramente andaba en una ronda.
Yo me encontraba solamente con la televisión encendida, sin ninguna compañia.
Se acercó a mi, encendiendo la luz de la habitación desde el interruptor que se encontraba en el umbral de la puerta.
La luz que se daba en su rostro lo hacían brillar, una manera tan increíble de ver a ese doctor.
—Bien, joven Kim... —Su voz, esa gruesa voz era tan característica y polémica. —Todo bien, ¿cierto? ¿Algún malestar que tenga? —me miró, sus ojos marrones estaban sobre mi.
—N-no... —negué, sintiendo el calor subir por mis mejillas.
Al momento, fruncio el ceño y la la piel del torso de su mano la colocó sobre mi mejilla colorada. —Ishhh... ¿febricula? —Del bolsillo de su bata sacó un termómetro—. Arriba su brazo, por favor.
Alce mi brazo derecho y coló su mano por entre mi bata para poner el aparato en mi axila. Permaneció ahí por unos minutos hasta que un bip comenzó a sonar dando a entender que ya estaba medida la temperatura.
—Nop, muy bien, 36.4... Raro... —fruncio su ceño. —Okey, todo bien. Adiós, nos veremos
—S-si... Adiós.
Tal ves fue su hablar conmigo, su tratar o simplemente su desempeño y preocupación con sus pacientes. No sé, algo de él me atrajo en demasía.
Su atractivo, lo grave, pero al tiempo dulcr voz, no sé... sigo preguntándome, sigo creyendo que todo fue la simple confusión del momento o mi lucidez falsa, o mi simple fantasía.
Yo quería que él fuera mi príncipe azul, que tocara mi ventana de la habitación del alto hospital y bajaremos por una soga a su magnífico corsel blanco.
Sueños tontos, sueños de niños, sueños de niñas, sueños míos
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Accidente Mandela || Taejin
Fanfiction-Especial Day's Seokjin y Taehyung🎉. 🌹"Sin duda alguna hemos oído del efecto Mandela, pero lo que me pasó a mi es algo diferente..."🌹 Historia completamente hecha por @Hoseok-iev Portada hecha por @Hoseok-iev No se permiten copias, adaptaciones o...