CADENAS DE PASIÓN

EQUIVOCACIÓN

Tanto Mitsuki como Shikadai estaban asombrados tras oir la historia de Boruto y su amor secreto que ya habia dejado de serlo.

En verdad nunca se imaginaron que su amigo haya caido en la magia amorosa que despedia el cuerpo de Sasuke.

Al menos así lo llamaban ellos ya que veian las reacciones tanto de las chicas como de algunos hombres de diversas edades.

Pero a Boruto no le gustó nada esto ya que sentía esa expresión como si él fuese uno más del montón y sabía perfectamente que eso no era cierto.

-Si tú lo amas y él te corresponde en el amor, nosotros te apoyaremos Boruto - dijo Shikadai
- Exacto,  somos tus amigos y solo queremos que seas feliz - finalizó Mitsuki con una sonrisa.
- Gracias amigos - contestó aliviado Boruto ya que al menos ellos lo apoyaban y entendian.

Pero en esos momentos llegó Sarada muy ofuscada. Estaban en una confiteria de Konoha los tres bebiendo unas cervezas mientras se relajaban luego de haber completado con éxito otra misión.

La mesa estaba fuera del lugar bajo la sombra refrescante de un árbol. Sarada se paró justo frente a Boruto y golpeando la mesa con ambas manos exclamó a viva voz:
- ¡¿Cómo es eso de que estás saliendo con mi padre Boruto?! ¡Es broma! ¡¿Cierto?!

Los tres se sobresaltaron debido a la sorpresa pero Boruto la miró con frialdad intimidante aunque en esta ocasión ella no retorcedió. A Boruto ella le seguia cayendo muy mal ya que nunca fue comprensiva ni mucho menos amistosa con su persona.

Cada vez que la necesitó ella simplemente le dió la espalda. Pero ese repentino arranque de su parte hacia él y su vida privada era algo que no podia simplemente ignorar.

- No es asunto tuyo - dijo con voz de hielo - Asi que retirate de mi vista
El viento sopló con mayor fuerza arrastrando las hojas y la tierra junto a las palabras de ellos.

Sarada lo fulminaba con la mirada sintiendo que el deseo de golpear al Uzumaki afloraba con mayor intensidad en ella.
- Se trata de mi padre y eso lo vuelve mi asunto

-¿En serio? Qué interesante - dijo él con ironía - Que yo recuerde nunca te importó tu padre, jamás te preocupaste por él ¿A qué se debe ésta repentina necesidad de inmiscuirte en su vida privada?
- Boruto...¡Podrías ser su hijo!  - exclamó ella

Esto colmó su paciencia ya que era como estar escuchando a su propio padre quien tampoco se hubo preocupado por él y ahora luego de enterarse de su relación con Sasuke surgia su inesperada preocupación.

Esa hipocrecía de ambos lo tenían harto en verdad. Por eso colocandose de pié rugió:
-¡Metete en tu maldita y decadente vida y deja la hipocrecía de lado! ¡¿Qué les pasa a uds?! ¡Eres como mi padre maldita sea! ¡¡¡En la perra vida se preocuparon por Sasuke ni por mí pero ahora que estamos juntos si, les viene de repente el interés por nosotros!!!

-Boruto - susurro ella asombrandose del rechazo que él tenia hacia su persona y el septimo
- ¡¡Dejenos en paz!!

Sin decir mas se alejó del lugar, necesitaba respirar porque empezaba a sentir que se asfixiaba. Odiaba que ella se meta en su vida, odiaba que los demás opinen sobre lo que él sentía. ¿Acaso era tan malo amar y desear ser feliz?

Sacó un cigarrillo y lo encendió mientras caminaba sin rumbo por la aldea. Sus largos y dorados cabellos permanecian amarrados a una coleta con dos mechones sueltos que enmarcaban su rostro. Esto le daba un aspecto más angelical.

Llegó un punto en el que se sentó en uno de los asientos del lugar ya que le faltaba el aire. Apoyo su brazo derecho sobre su rodilla en cuya mano sostenia el cigarrillo.

Pero se sujetaba la cabeza con su otra mano al apoyar el codo en su otra rodilla. Debia relajarse maldita sea. Su celular que estaba en el bolsillo de su campera roja no habia parado de vibrar pero él no sentía ánimos para sacarlo siquiera.

¿Por qué tuvo que aparecerse ella cuando por fin estaba pasando un buen rato junto a sus amigos? Encima con semejante prepotencia como si él le debiera algún tipo de explicación sobre sus actos. ¿Qué demonios le pasaba a Sarada?

- Solo espero que no vuelvas a cruzarte en mi camino maldita - murmuró para sí mismo
- ¿Y qué tienes pensado hacer si sigue apareciendo en tu camino? - la voz de Sasuke lo sobresaltó. Boruto lo miró y suspiró molesto. Se llevó el cigarrillo nuevamente a la boca y se llenó los pulmones de humo unos instantes para luego exalarlo por la boca.

Sasuke se sentó a su lado sin dejar de mirarlo
- Ahora no Sasuke...no estoy de humor...
-Shikadai me llamó contándome lo que pasó con mi hija...
- Maldito entrometido - murmuró enojado el rubio.

Sasuke sonrió mientras lo abrazaba con ternura, Boruto apoyó su cabeza en el hombro de su amado pasando su brazo izquierdo alrededor de la cintura de Sasuke. Lentamente fue calmandose.

- Tus amigos se preocupan por tí - decia Sasuke
- Tu hija no es mi amiga
- Hablaba de Shikadai y Mitsuki. En cuanto a Sarada...lamento que te haya hecho pasar un mal momento...

- Si...yo también... - Boruto apretó el cuerpo de su amado junto al suyo mientras lo miraba a los ojos - Lo lamento mi amor pero...ella no me cae bien...nada bien...

- Lo sé, no tienes que disculparte. Deja el cigarrillo, no es bueno fumar Boruto
- Como digas mi amor - Boruto obedeció a Sasuke tirando el cigarrillo al suelo y pisandolo para apagarlo.
- Ven...vamos a casa

Se levantaron y Sauske lo tomó de la mano para perderse entre la multitud en ese atardecer. A lo lejos los observaba Sarada furiosa, no aprobaba esa relación. No estaba para nada de acuerdo ya que Boruto podria ser hijo de Sasuke debido a la gran diferencia de edad.

Además estaba el hecho de que el rubio era menor de edad. En verdad estaba decepcionada de su padre ya que no entendia cómo pudo haber caído tan bajo.

De entre tantas personas que solian buscarlo y desearlo él podria haber elegido a alguien de su misma edad y dejar en paz a Boruto que aún era un niño para él.

Tampoco entendia cómo el Septimo aprobaba esa relación. Fruncía el ceño meditando al respecto.

"Boruto te estás equivocando muchisimo si crees que mi padre te será fiel y estará a tu lado por siempre. Él solo sabe lastimar a las personas y abandonar a quienes lo aman en verdad".

Aquello lo pensaba mientras observaba el atardecer caer sobre Konoha. No entendia cómo algunas personas podian llegar a equivocarse tan feo en la vida.

Pero era cierto lo que solian decir por ahí, habia situaciones que debias experimentarlas por tí mismo y estrellarte contra la dura realidad para que recien aprendas a evitarlas en el futuro.

Eso mismo sucederia con Boruto.  Solo descubrirá que confiar y entregarse a alguien como Sasuke era el peor de los errores. Ella como su única hija lo sabia perfectamente.

Cuando hubo oscurecido Sarada emprendio el camino de regreso a su casa.