Prólogo

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Qué agradable es poder ver a Emily sonreír nuevamente después de tanto tiempo...

Sin duda alguna, elegí la mejor zona para criarla y tener un nuevo inicio. Vaya, hasta está haciendo nuevos amigos, todo está yendo de maravilla.

-¿Es tuya?- dijo una chica.

•Eh...¿Qué?•  respondió el joven, algo sobresaltado, ya que estaba solo en la banca cuando había llegado.

-La pequeña con trenzas, -continuó aquella chica- la que habla con ese niño...- dijo apuntando hacia la niña -porcierto, es mi sobrino. Me llamo...-

Un niño que iba corriendo junto con otros, empuja a Emily y esta termina en el suelo.
Asher y la chica se paran al mismo tiempo mientras el sobrino de la chica ayuda a Emily a ponerse de pie.

•¿Te duele algo• Pregunta Asher preocupado. Emily niega con la cabeza llena de arena.
•¿Estás segura?• Vuelve a preguntar; la pequeña vuelve a asentir en tanto aquella chica que se había acercado tendía un pañuelo a Asher para limpiarle su carita.
•Gracias.• Responde el joven mientras limpiaba la cara de la niña • Por cierto, ibas a decirme tu nombre, ¿no? Soy Asher, puedes decirme Ash. Y ella •toma una mejilla de la niña • es Emily.•
-Hola Emily, soy Agatha, pero puedes decirme Agi.- dice sonriendo, baja la mirada y descubre una raspadura en una de las rodillas de la pequeña.
-Oh, no, te lastimaste- Exclama Agatha. Busca entre sus cosas unas curitas y se las entrega al chico.

•Siempre andas prevenida, eh?• le dice Ash a Agatha cuando le pone el curita a Emily.

-Je, si. Scotty siempre anda trepando por aquí y por allá, así que nunca salgo sin un botiquín- dice al mismo tiempo que le da palmadas a su bolso.

•Hablando de tu sobrino,¿dónde está?• pregunta Asher, mirando alrededor en busca de aquel hombrecito.

-Scott!!!!- Grita Agatha hacia un punto fijo y se va corriendo a donde estaba el niño.

Scott se había ido a buscar al niño que había empujado a Emily. Quería que se disculpase por lo sucedido, pero como el niño se negó, Scott le empujó y éste cayó de espaldas. Los otros niños que estaban ahí,  iban a pegarle. Si no fuera porque se aproximaba un adulto, Scott probablemente no llegaría a tiempo para probar el pastel que le prometió su tía Agatha.

"Bendita sea mi suerte", pensó Scott al ver que su tía se aproximaba a los hechos.

-¿Qué estás haciendo? Eso no se hace- le regañó Agatha.
-Pero no se disculpó- replicó Scott, haciendo puchero.
-¿Y? Él sabrá si lo que hizo fué malo o no.- le hace reflexionar -Además, estaba jugando con los otros niños; en cambio tú llegaste y lo empujaste de frente. ¿Qué tienes que decir en tu defensa?- argumentó Agi tranquilamente.
-Lo siento tía- respondió Scott.
-Si, bien, ahora dícelo a él.- volteó a ver al niño.
-perdón, no era mi intención hacerte daño- se disculpa.
El niño asintió y se dieron la mano.

Asher estaba impresionado por la manera en la que los problemas se solucionaron de una forma tan pacífica.

Hacía mucho que no veía algo parecido.

No desde Mónica...

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