Alguna vez leí en un libro que cuando te enamoras mediante la inteligencia de una persona, sería imposible poder sacarla de tu cabeza. Y así fué.
La primera vez que la conocí, fué en la fiesta de Susie.
Asistí con la esperanza de poder verme con la amiga de Susie (la cual nunca me presentaron formalemente). Pero como había llegado con Kevin, por consecuente quedaba disfrutar de la fiesta, bebiendo y disfrutando del momento con los demás. Ya saben, con música y juegos con las bebidas.
-Hermano, ugh- vomitaba Kevin dentro de un bote de basura -estas personas están safadas- continuó dando arcadas para contenerse, pero su esfuerzo era en vano. Había jugado "dulce o truco", sé que no tiene que ver nada con la temática, pero el juego consistía en adivinar qué contenía la bebida; por lo visto, Kevin tenía mala suerte si se trataba de juegos al azar. -Si ya saben cómo se pone, ¿para qué lo invitan?- dijo una persona, acercándose hacia nosotros. -Existen baños, ¿sabes?- prosiguió. Levanté la vista para ver con qué clase de persona trataba. Era aquella típica chica con cara de pocos amigos, personalidad fuerte y portaba ropa lo suficientemente ajustada que no dejaba para nada a la imaginación.Un clásico.
-Existen otras personas que también lo usan- señalé la larga fila para entrar al baño, habían unas 15-20 personas, y los invitados no dejaban de llegar. -Si, bueno, tu amigo debería aprender a cuándo dejar de beber- irónicamente tenía razón, pero su presencia me irritaba. -Y tú a cuándo meterte en asuntos de los demás- tomé a Kevin para irnos. Ella seguía mirándome con esos ojos retadores, desafiantes.
-¡Hey! ¡Ash!- mierda. Susie, junto con otras amigas se aproximaron. -¿Qué? ¿Ya te vas?- pregunta tonteando. Ve que estaba en medio de algo con aquella extraña -oh, ya veo que conociste a Mónica- ríe bajo, a lo que Mónica le dijo en voz baja: -"Dijiste que era divertido"- al escuchar sus palabras respondí: -Y a mí tampoco me dijo que habría sangronas- contesté en voz alta, mirándola de pies a cabeza. -Susie, gracias por la invitación, pero...- sacudí levemente a Kevin, quien yacía su cabeza en mis hombros y comenzó a tocarme la cara, pensó que era su novia. -Vamos, puedes dejarlo en el cuarto de visitas y quedarte más tiempo, ¿si?- las chicas que la acompañaban rogaron de igual forma para no irme.
Terminé dejando a mi amigo en el cuarto de visitas. Descubrí un baño privado; aproveché para lavarme la cara. Unas personas entraron al dormitorio; Susie y Mónica. Salí del baño a ver si no le rayaban el rostro al Kevin. -Susie, tienes una plaga de pejelagartos en tu casa- dijo Mónica riéndose de su mal chiste. -Pensé que las hienas sólo vivían en África- respondí. Rodó los ojos, como si le molestase que le dieran una probada de su propia medicina. -¿Los chistes que haces acaso vienen de un libro para niños?- contesa Mónica, cruzando los brazos. -Mínimo yo sí leo libros, ¿qué lees tú? ¿Revistas de autoayuda para el mal humor?- remato. Mónica se pone de pie, se acerca hacia mí y nos miramos fijamente por unos segundos.
La tensión se hacía presente, haciendo que Susie se levante para tratar de calmarnos.Desesperadamente comenzamos a besarnos, ignorando que Susie estaba a nuestro lado y a Kevin. Susie, incómoda, sale de la habitación dejándonos solos. Cuando Nova me empuja a la cama, hace que por accidente tire a Kevin de esta, pero como el pobre estaba bastante sedado por los efectos del alcohol, no sintió que se cayó. Parecía como si ella me quisiese dominar, desasiéndose de mis prendas salvajemente al mismo tiempo que nos besábamos. Ella no contaba con que no había bebido lo bastante para dejarme someter por ella, de tal modo que la sometida fue otra.
En pocas palabras, ambos pasamos una noche demasiado alocada.
Me sentía inalcanzable con esta faceta mía, a cualquier fiesta que iba las miradas se fijaban en mí. Sé que probablemente esto suene muy egocéntrico de mi parte, pero después de tanto tiempo estar en las sombras y ahora ser el centro de atención, era una maravilla.
No volví a ver a Mónica en otra parte más que en la escuela u otras fiestas, pero estábamos con distintas personas cuando nos veíamos de lejos. Recuerdo muy bien aquella nochebuena en la cual me contó sobre su embarazo. Salimos de la fiesta en la que estábamos y nos fuimos al parque más cercano, nos sentamos en los columpios y me dijo que un mes después de habernos visto se sentía mal, dolores de cabeza, vómito... La cosa era que cuando quizo decirle a sus padres, éstos la habían echado de casa, por lo que decidió venir a mí. ¿Cinco meses despúes? ¿Es enserio? Asimismo relató todas las cosas que le ocurrieron en tanto buscaba un lugar para quedarse, ocultaba su vientre en la escuela y de igual forma en las fiestas. Obviamente no me tragué del todo sobre lo de su embarazo, pero de todos modos le terminé alquilando un departamento para que se quedase ahí el tiempo que quisiera. Con mi padre no tuve problemas para que me diera la cantidad de dinero deseada y como mi madre hacía sus reuniones para la caridad, no habría razón por la cual sospecharan algo de mí. Regresando a lo de Mónica, tuvo que abandonar la escuela, ya que le era imposible ocultar su vientre a esas alturas. Cumplí con todos los caprichos que me pidiera, sus antojos pasada la media noche, o cualquier otra cosa que quería. Sabía que su felicidad no duraría mucho cuando me enterara de que el bebé no era mío, así que le permití de todo.
Y llegó Emily.
Inafortunadamente no estuve en la labor de parto, ya que estaba tomando examen aquel día, pero cuando llegué al hospital Mónica ya había dado a luz a una bebé sana en todo sentido. La enfermera a cargo me entregó a Emily, fuí el primero en cargarla y en amarla, en su hombro izquierdo tenía una marca de nacimiento en forma de corazón. Era una bebé muy hermosa, pero no podía hacerme ilusiones, inmediatamente saqué un cotonete y tomé una muestra de su saliva.
-¿Tiene que ser ahora? Te dije que sí era tuya- dice Mónica ofendida.
-Mónica, ambos sabemos que sólo querías mi dinero, y está bien, pero no mentirme así. La única engañada aquí serías tú al creer que tendría una hija contigo, de esta forma- respondo señalando la habitación vip de hospital - Llevaré esta muestra al laboratorio y confirmaré la paternidad.
Unas horas después de la prueba, me sentí un tonto, le había dicho cosas horribles a Nova, y estaba totalmente equivocado. Al regresar para la alta del hospital y volver al departamento con Nova y mi hija; encontré a una Mónica que nunca pensé ver. Estaba cantando una canción de cuna a Emily mientras la cargaba. Por un momento la amé aún más, era mi hija biológica, no podía pedir más.La luz que Emily trajo vino y se fué al igual que cuando apagas un foco. Creí que Mónica cambiaría con la bebé, pero fue todo lo contrario. Se hizo más violenta.
No sé cuántas veces fueron las que trató de golpear a Emily, pero me dejaba golpear a cambio de que no pusiera ni un solo dedo sobre Emily; de nada servía que lo hiciera, ya que una vez Emily abrió los sobres de cocaína que Mónica había dejado en la mesa y los esparció por todas partes, por su parte, Mónica tomó una espátula de metal que estaba en la sartén caliente y comenzó a azotar a una niña de apenas 2 años. Afortunadamente no le hizo algo más fuerte, pero el daño ya estaba hecho.En otra ocasión, antes de irse a "tomar un descanso" me lazó un cenicero, el cual casi me deja tuerto, pero sólo me dejó un grave rasguño a un costado de la frente. Durante un tiempo me fué fácil ocultar los golpes y heridas en la escuela, pero Kevin que tenía buen ojo notó mi cambio de vestimenta y el repentino abandono a varios clubes a los que estaba. Era mi último año de preparatoria y ya estaba harto del constante abuso que sufríamos de Mónica, terminé contándole a Kevin mi situación, como se había hecho muy buen amigo mío, le contó a su padre (quién era oficial de policía) a lo que accedió con ayudarnos para salir del problema de Mónica.
A finales de año le quitaron la custodia total de Emily, cediéndome la custodia como padre biológico y legal de esta. Recibió 11 años de cárcel por maltrato infantil y consumo ilegal de drogas. Tiempo suficiente para explicarle a mis padres que no podía vivir más con ellos y encontrar una nueva ciudad para cuidar bien de Emily.
Pude ingresar la universidad a estudiar comunicaciones sin contratiempos y darle una media infancia propia para Emily.
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Lo que construimos [Editando]
Teen FictionEsta historia la cuento yo. No sabrás quién la cuenta, tal vez él o ella, nunca adivinarás. Alguno de nosotros moriremos en el proceso y esperamos que en el momento te causemos algún sentimiento que impacte; nos disculpamos si llegas a identificarte...