CAPITULO 02 | ¡CARTA HOWGARTS!

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Habían pasado aproximadamente diez años desde el día en que los Cullen encontraron a su pequeña en la puerta de entrada, pero Forks no había cambiado en absoluto. El cielo nublado que mostraba que sol se elevaba en los mismos jardincitos, iluminaba el bosque. Sólo las fotos de la repisa de la chimenea eran testimonio del tiempo que había pasado. Diez años antes, había una gran cantidad de retratos, pero Shirley Cullen ya no era una niña pequeña, y en aquel momento las fotos mostraban a una chica grande y pelirroja montando su primera bicicleta, en la feria con su padre Nicklaus, jugando con su padre Carlisle en el ordenador, besado y abrazado por su madre Esme y Rebe, haciendo bromas con su hermano mayor Emmet, entrenando con su hermano favorito Jasper, de compras con su hermana Alice, Jugando con su hermana mayor favorita Rosaline, haciendo travesuras con su hermana Hope.

Sin embargo, Shirley Mikaelson estaba todavía allí recibiendo mucho amor, durmiendo en aquel momento, aunque no por mucho tiempo. Su hermana se había despertado y su voz chillona era el primer ruido del día.

—¡Shirley! ¡A levantarse! ¡Ahora!

Shirley se despertó con un sobresalto. Su hermana llamó otra vez a la puerta. —¡Arriba! —chilló de nuevo.

Su hermana volvió a la puerta.

—¿Ya estás levantada? —quiso saber.

—Ya Casi, Rosalie —respondió Shirley.

—Bueno, date prisa, hoy es el cumpleaños de Alice

Shirley refunfuñó.

—¿Qué has dicho? —preguntó divertidamente su hermana desde el otro lado de la puerta.

—Nada, nada...

El cumpleaños de Alice... ¿Cómo había podido olvidarlo? Shirley se levantó lentamente y comenzó a buscar sus calcetines. Encontró un par debajo de la cama, se los puso.

Cuando estaba vestida, salí al pasillo para bajar las escaleras y entrar a la cocina. Parecía que Alice compro todo el centro comercial, era amante a la moda y si era necesario comprar toda la tienda lo haría, al final y al cabo ya estaba acostumbrada que siempre me usaba como su maniquí andante y nadie se puede negar a Alice ya que solo viene en vacaciones, se vendrán a Forks ya que yo tenga su edad para poder ir todos a la misma escuela y eso me tiene emocionada.

Shirley es un poco flaca pero con buen cuerpo y muy baja para su edad, cabello pelirrojo, Ojos dorados brillantes, piel blanca, su olor es a bosque. La única cosa que a Shirley le gustaba de su apariencia era aquella cicatriz en su muñeca con forma de media luna, que ella supiera, la tenia desde siempre, y lo primero que recordaba haber preguntado a Esme era cómo se la había hecho.

- Cuando naciste, unas brujas querían que tú Papa sufriera, y que mas que lastimarlo con la persona que mas ama, cuando ellas te quisieron secuestrar, te protegiste creando un escudo, las brujas te atacaron con magia pero tu papa llego a tiempo antes de que te hicieron daño, solo quedo la cicatriz esa noche...

Mama Esme entro a la cocina alegre como todos los días

-Buenos días cariño, ¿como amaneciste?- preguntó con su tono maternal

- Buenos días mama, amaneci hambrienta- respondí con entusiasmo

- Esa es la actitud princesa, Buenos Días- Dijo Jasper entrando a la cocina para depositarme un beso en la frente como ya es costumbre - Iré a cazar con Emmet nos vemos en un rato para que Alice abra sus regalos... aunque ya sabemos que es ropa - dijo para después irse

- Bien cariño, ¿que deseas comer?- pregunto mi madre

- Un sandwich, mama sabes que siempre desayuno lo mismo- dije en tono divertido

Sueños Rotos | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora