Igual o peor que ella (cronicas vampiricas) -editando-

-Capitulo 7- Noche de chicas

Llegamos a casa de los Mikealseon y al entrar vimos a Rebekah sentada en el sillón, me dio un alivio cuando solo la vi a ella y a Niklaus no.

Rebekah: Sara, qué sorpresa, ¿que haces aquí? -dijo levantándose para abrazarme-

Sara: Estaba de paso-mentí-

Kol: Le dio una rabieta y casi se carga un árbol de la patada que le ha dado-entonces le pegue en el hombro y lo fulmine con la mirada- ¡auch! -dijo sobándose el brazo-

Rebekah: ¿Quieres hablar?

Siempre que me pasaba algo Rebekah me ayudaba y si no era ella era mi mejor amiga, pero ella no estaba allí así que Rebekah hacia lo posible para ayudarme al igual que yo a ella cuando lo necesitaba, sinceramente me sentía mucho mejor después de nuestras charlas, ella conseguía tranquilizarme en la mayoría de situaciones.

Elijah: La trajimos justo para eso-dijo cogiendo una copa-

Rebekah: Que no se hable mas, hoy noche de chicas-dijo cogiendo la copa de Elijah-

Elijah: Oye eso es mío-dijo volviéndole a quitar la copa-

Kol: ¿Y yo estoy invitado?

Rebekah: ¿Eres una chica?

Kol: No.

Rebekah: Pues no.

Rebekah cogió un par de botellas de alcohol que tenía allí en la mesa, a mí me dio helado para que lo cogiera y unas bolsas de sangre, aunque nos hubiéramos divertido más zampándonos a algún tío, pero no estábamos para ir en busca de nada, así que con todo eso y la mirada de Elijah y Kol en nuestra nuca subimos a la habitación de Rebekah.

Elijah: ¿Te quedas a dormir? -dijo abriendo la puerta-

Sara: No quiero molestar.

Rebekah: No eres molestia, además puedes dormir conmigo, como en los viejos tiempos.

Sara: No se hable más-dije alzando la botella de vodka-

Elijah se fue y Rebekah y yo nos quedamos hablando, con el paso de la noche estábamos más y más borrachas y el problemilla es que cuando estoy pedo puedo ser bastante bipolar que digamos.

Rebekah: ¿Entonces te gusta Damon? - dijo muy ebria-

Sara: ¡NO! No me gusta, peroooooo, está muy bueno-tono ebria-

Rebekah: ¿Entonces estas diciendo que te lo tirarías? -tono ebria-

Sara: Lo untaba con nutella y me lo comía a bocados-tono muy ebria-

Las dos nos pusimos a reír como nunca, tanto que creo que despertamos a los chicos, llamaron a la puerta efusivamente hasta que los abrimos.

Sara: Hola guapos-dije apoyándome en la puerta para no caerme-

Kol: ¡¿porque coño hacéis tanto ruido?!-dijo medio dormido-

Rebekah: Noche de chicas-dijo cruzándose de brazos-

Sara: Eso, noche de chicas, fuera-dije poniéndome a su lado con los brazos cruzados-

Elijah: ¿Estáis ebrias? -dijo acercándose-

Sara: No-dije negando con la cabeza-

Rebekah: No-dijo imitándome-

Kol: Porque cuando pasan cosas divertidas no me invitáis.

Rebekah: ¿Eres una chica?

Kol: ¿Si te digo que sí, me dejas entrar?

Sara: Eso depende.

Kol: ¿Depende de qué?

Sara: No lo sé, ¿eres una chica?

Kol: Sí.

Rebekah: Entonces si puedes pasar.

Elijah: Sois unos críos-dijo riendo-

Kol: Solo me tienes envidia hermano.

Elijah: Si tengo que venir porque montáis mucho escandalo os sacare de los pelos y estaréis castigados. -dijo regañándonos como si fuéramos niños pequeños, aunque en ese estado sí que lo parecíamos-

Sara: Si papa-dije riendo-

Rebekah: Adiositoo-dijo cerrándole la puerta en las narices-

Kol: ¡Que empiece la fiesta!!!!

-6 horas después-

Me levante en la madrugada, llevaba tan solo una camiseta lo bastante grande para que me cubriera hasta la cintura, obviamente esa camiseta no era de Rebekah, pero estaba demasiado cansada para preguntar, iba bajando las escaleras mientras renegaba en murmullos.

Sara: Quien me mandaría a beber-dije susurrando- la madre que me pario que dolor de cabeza-dije sobándome la cabeza-

Conseguí llegar a la cocina, me dolía muchísimo la cabeza así que me puse a busca una pastilla para la resaca, aquello era peor que una estaca en el corazón, estaba de puntillas casi subida a la encimera, pero cuando me dispuse a alzar mi brazo me resbalé hacia atrás, tenía los ojos cerrados esperando el impacto, pero no sucedió, unos brazos lo bastante musculados y fuertes me tenían sujetada para que no lograra caer al suelo, para mi desgracia cuando me di la vuelta vi quien era.