En una tierra donde habitan sin fin de héroes y guerreros, un ser con enorme poder llegó para destruirlos a todos: animales, plantas, humanos...cualquier ser vivo en el universo. ¿Podrán defenderse de este peligroso "Dios", o perecer?
Tierra 10
Todos los lugares, incluso en los confines del mundo más lejanos, estaban sucediendo unas peleas y guerras en busca de la supervivencia de las personas. Para nadie era lejano esta guerra que sucedía en los más grandes confines terrenales y del mundo astral.
Las mayores organizaciones del mundo y fuerzas de países ya estaban mayormente reunidas en un punto para organizarse y empezar el contraataque, solo faltaban algunos miembros.
-Jojo, veo que estás igual de viejo, Garp- dijo el viejo Issac Netero, presidente de la organización Hunter x Hunter, al ver a uno de los vicealmirantes de la marina, un viejo conocido suyo y una mismísima leyenda viviente.
-Y tú igual de viejo, viejo...- contestó Garp mientras comía una carne que traía consigo en la mano- ¿no estabas ocupado tratando unas hormigas?
- Sí, pero esto es igual de importante. ¿Ya llegó Masam?-
-No, ya estará llegando. Tal vez traiga a sus 4 "estudiantes", ya sabes, el chico de pelo azul, rojo, multicolor y negro. No me acuerdo de sus nombres, aunque son famosos en su organización y en gran parte del mundo-
-Bueno, bueno...solo esperemos, no debemos perder la paciencia, el mundo se acabará si no hacemos nada, pero si nos damos prisa se acabará por hacer algo- dijo Netero mientras se colocaba en una posición- calentaré hasta mientras, apenas terminemos con esto, debemos matar a todos esos ingratos-
Tanto en el universo como en los distintos y respectivos planos de la realidad, el caos y el desorden se apoderaron de todo cuando llegó ese sujeto. Los dioses caían, las más grandes corporaciones de la tierra y del universo caían, y los guerreros estaban en peligro mortal. Y la gente de gran poder monárquico y soberano también temblaba ante el caos.
En Mariejoeis, lugar donde los reyes celestiales, hijos de los creadores del gobierno mundial del enorme mar del GrandLine, el caos estaba igual de pertinente.
Explosiones consecutivas en distintos puntos acababan con la vida de los aglomerados y excentricos hombres que eran "dioses" en su mundo. Así, el único capaz de intentar detener semejante caos era Kizaru. Un almirante que comió la fruta de "luz" y obtuvo un cuerpo de luz. Su fuerza y habilidades eran una de las más grandes en toda la marina, y en el mundo. Pero contra el demonio al cual se enfrentaba, resultaba poco eficaz.
-Te regeneeeeerás bastaaaante rápido, que molesto- dijo el Almirante mientras uno de sus dedos se iluminaba con intensidad-(Tengo que ver como reducirlo, esto está resultando...)-
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-(catastrófico)- pensó el almirante.
La potencia de explosión del almirante no era muy grande, su fuerza era una 3/4 parte del "chicle rosado"(como él lo denominaba) aunque gracias a su velocidad, la potencia de sus golpes aumentaba, y su velocidad aparte superaba a la del mismo, y agregando Haki de observación tenía mayor ventaja en reflejos.
