POV NATALIA
Habían pasado ya un par de semanas de la salida de profesores en la que acabé bailando con Alba, llegando a reafirmarme en mi idea de la bisexualidad. Lo cierto es que llevaba siglos sin ligar con una mujer. No es porque no hubiese tenido la oportunidad, que se habían dado, sino porque no me había atraído ninguna. Bien porque tenía alguna clase de 'tipo concreto' que me negaba a admitir, pues siempre me he considerado una mujer muy poco superficial, o porque al tener pareja mis sentidos estaba completamente centrados en ella. Y bueno, ahora estaba más que soltera y Alba, se había dedicado a pavonearse con su maravilloso culo enmarcado en toda clase de pantalones y faldas por la sala de profesores.
Parecía que me buscaba todo el rato.
La relación con los demás profesores había ido subiendo como la espuma. Ahora me atrevía a participar en las conversaciones y en algún que otro café al solito del porche en horas libres. El caso es que una vez se hubo solucionado lo de Raul, había empezado a disfrutar realmente de mi trabajo, tanto como deseaba desde el primer día.
Estaba contentísima con los chicos y chicas de 4º de la ESO y bachillerato, me sentía muy satisfecha al observar que iban aprendiendo. Siempre estaba el típico rezagado o el que se negaba a estudiar, pero eso no quitaba que la gran mayoría prestaba atención en clase y se mostraban muy participativos. Había hecho miga especial con las chicas de 4º de la primera fila, siempre se habían mostrado tan atentas y defensoras de mi persona, que no podía más que profesarles un cariño docente-alumno enormísimo. Llegó a mis oídos que gracias a ellas y al haberle contado a Alba la movida que ocurría en clase con el chico problemático, ahora estaba realmente feliz con mi vida y mi trabajo.
El caso es que hablábamos a menudo y habíamos compartido alguna que otra actividad, como la decoración del centro para la época de halloween y navidad. En una de éstas, concretamente en la tarde de un viernes, que nos dedicábamos a recortar los copos de nieve de distintos colores para hacer guirnaldas preciosas, que una de ellas, Marilia concretamente, decidió inmiscuirse un poquito más de la cuenta en mi vida personal.
-Natalia ¿tú tienes novio? -preguntó, con cara de no haber roto un plato mientras pegaba la punta de uno de los copos con el siguiente-.
-No. -dije sin más, observando cómo ésta última miraba a Marina, otra de las alumnas, y ésta a su vez a África, la última de ellas, que hacía un gesto con el puño de 'toma'-. ¿Por qué?
-No, nada, sólo preguntábamos. -saltó corriendo Marina, vi en la cara de Marilia, que siempre se le había dado fatal mentir, que había algo que tramaban-.
-Marilia, cariño. ¿Qué pasa?
-¿Nada, verdad? -apoyó la más morena de todas, adelantándose a su compañera para golpearla ligeramente en el hombro-.
-Ay Dios... yo no sé mentir. -decía la de rizos mientras frotaba su frente y se sentaba, un poco enfada consigo misma- Es que teníamos unas apuestas y unas..
-Y unas nada, Marilia. ¿Qué dices? -Marina intervino de nuevo y a mi empezó a molestarme un poco la actitud encubierta que mostraban-.
-Vamos a ver, nos dejamos de tonterías ya, que más o menos nos conocemos. -apunté con el dedo a las tres, intercalandolo bien estirado entre ellas- ¿Me contáis que pasa u os pongo un texto de la Guerra de Jugurta para el próximo examen? Es un final, yo no me la jugaría.
La cara que pusieron las tres, entre el pánico más puro y los nervios, con los ojos casi desorbitados y la gota de sudor empezando a recorrer su frente. Tuve que hacer un esfuerzo gigantesco para no estallar en carcajadas, mordiéndome los labios. De ninguna manera iba a hacer tal cosa en el examen, eran chicos de secundaria y la amenaza no se la haría ni a muchachos de primero de carrera. El caso es que se tomaron un segundo para organizarse telepáticamente y se colocaron a mi alrededor. Una de ellas trajo consigo una libreta color rosa con una foto de Alba y otra mía. Nos habían puesto a una contra la otra, reconocía mi foto de instagram y seguramente la de la profesora de Inglés hubiese salido de la misma fuente.
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Teacher's WAR
De TodoAlba y Natalia coinciden como profesoras en un instituto de secundaria. Una ya es veterana, la otra, completamente nueva e inexperta. by: dacrifiliawriter & continentx