Capítulo 11

20 4 2
                                    

Pov. Hueningkai

El ambiente que crea Halloween inunda la universidad. Se respira miedo, ganas de salir, de divertirse... y se ve algún que otro susto.

Susto es lo que me da el examen de ahora, eso si que es miedo.

La hora parece haberse convertido en un cuarto cuando avisan de que ya no podemos escribir nada más. Al menos lo he rellenado todo y mi yo se libera.

Beomgyu me espera apoyado en la puerta mirando la pantalla de su móvil. Dibuja una sonrisa, lo suficientemente para saber que está hablando con Taehyun.

— Hola.

— Hola.

— ¿Y cómo va con Taehyun?

— ¿Tanto se me nota?

— Tu sonrisa te delata — me limito a contestar. — Pero no la escondas.

— Todavía recuerda a Haesoo.

— Él se lo pierde.

— Ojalá yo fuera tú.

— Créeme no querías ser yo, hace ya un tiempo desde que mi vida se convirtió en una mierda.

— No exageres, todos tenemos nuestras mierdas.

— Claro — rio. — ¿Vendrás está noche o Taehyun quiere estar contigo? — le fastidio un poco.

— Taehyun se va a encontrar con Haesoo — contesta triste. — ¡Claro que voy!

— Tú puedes — le animo. — Y si no, aquí estoy yo, para escuchar tus mierdas.

— Siempre.

Me despido de él y me dirigo a la siguiente clase. Apunto todo lo que puedo, y acabo teniendo que pasar a limpio 3 hojas de apuntes.

Pov. Soobin

Todos a mi alrededor hablan de lo que harán esta noche o de como llevan la tesis. En cambio yo me concentro en no pensar lo que voy a decir.

No tengo información sobre Arin, pero tampoco me he preocupado por ello. Siendo sinceros no soy capaz de mirarla a la cara. Yo no soy Hueningkai que parece no tener orgullo ni dignidad, no puedo hacer algo a espaldas de una persona y después mirarle a los ojos como si no pasara nada.

Como si de un soplo de aire fresco se tratara; ha llegado Eun Yeong. Puede que a reírse, o a escucharme; aunque también existe la posibilidad de que sea para quejarse.

— ¿Hoy qué te pasa?

— Nada.

— ¡Qué mentiroso!

— Es verdad, soy un mentiroso — acabo cediendo. — Hoy me le voy a decir a una persona que me gusta.

— Te lo tenías muy guardado, ¿no? — me molesta.

— Conmigo nunca se sabe — me limito a responder.

— Es que tengo unos amigos — contesta con ironía. — ¿Y quién es?

— Es secreto.

— Si no se lo voy a decir a nadie — intenta convencerme.

— No te lo voy a decir.

— Me siento excluida.

— Y yo incomprendido, no te jode.

— Mucho, jodámonos juntos.

— Me apunto.

Me da la sensación de que nuestro tiempo para jodernos juntos es escaso  y pronto desaparece. Yo me tengo que ir ya, pero ella parece haber terminado ya las clases.

ᎷᎪᎽᏴᎬ ᏢͲ.2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora