El Despertar

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Desperté de golpe, abrí mis ojos y la vista era nublada, no lograba distinguir los colores, el olor de mí alrededor era dulce, dulce como el polen de las flores que yo recuerdo, parpadee varias veces para verificar que podía seguir viendo con normalidad. Y sí. Estaba en mi habitación, una enorme habitación de tapiz crema, llena de mis artefactos tal y como estaban, el olor de las flores eran por la gran variedad de plantas a mi alrededor, que tanto habré dormido que no siento mis piernas, mis músculos están dormidos.

Flexioné una de mis manos hacia el techo abriendo y cerrando los dedos, di un leve suspiro mirando la puerta, no hay actividad cercana den los pasillos y todo parece estar tranquilo a las afueras de mi ventana. Moví con delicadeza mis pies para levantarme de lado derecho, se me dificulta caminar hacia mi balcón pero... aún tengo mi vestido de la última vez. Que extraño.

Había oscuridad, un enorme eclipse rodeando el sol, varias luces en las aldeas repartidas por cada diámetro del castillo, ladee mi cabeza con curiosidad a dicho fenómeno natural, con mi mano derecha flexionada en esa dirección hice un movimiento de mis dedos índice y mayor desplazándolos a la izquierda. La luz tenue y cálida del sol me hizo aclarar mis pensamientos, mis recuerdos, el viento de una brisa templada rodeo mi cuerpo, como si fuese una gran libertad que tanto desee experimentar. Los humanos salían de par en par asombrados, sus gritos de júbilo eran satisfactorios, música para mis oídos, una alegría que me hacia falta sentir desde que naci.

>>Pero que alegres se ven todos! >>

Escuché el abrir de las puertas de mi habitación, una niña de rubios cabellos y otra de cabellos plata, binaria en sus ojos, me observaban con asombro, yo sonreía como una niña al ver a sus amigos divertirse, después se abrió paso una peli azul, venía muy bien arreglada con un vestido verde agua, su sonrisa y suspiros de alivio hicieron que me abrazara al instante, era fuerte su agarre que escuché sus leves sollozos de alegría.

Haz vuelto! - exclamaba sacudiéndome con credibilidad. —De verdad eres tú.

Por supuesto que soy yo. Anfitrite.- dije rascándome la cabeza, sacudiendo y acomodándome los cabellos sueltos.

Seis meses durmiendo... ha valido la pena su esfuerzo!

>>Esfuerzo?>>

No había respuesta de mi parte, era una pregunta autónoma, no tengo conciencia de lo que haya pasado mientras dormía, la posibilidad de que las demás deidades vinieran a verme era como calcular cuando el suelo expide un olor mojado en un día nublado, ósea, deducible.

Quise cambiarme a un atuendo más libre, elegante y de mi espíritu, un vestido azul oscuro, de telas largas y adornos dorados, sujete mi cabello en un simple peinado griego y un adorno de oro simbólico de la diosa de la primavera. Ya estaba lista,

Me llevaron con alegría a la parte baja del castillo, toda una bienvenida por otras deidades, tan bello y emocionado latía mi corazón de ver a mis amigos, ver a mis compañeros de otras mitologías asombrados, maravillados y alegres de que despertará, durmiendo seis meses era algo sospechoso, al menos para mí. Busque con la mirada por todos lados a mis otros amigos, donde se habían metido, necesitaba verlos, tenía la necesidad de abrazarlos tan fuerte.

—Y Dayane? Donde esta Banclerion?~

No sabían a quienes me refería, su alegría estaba bastante distraída en mi regreso y en la fiesta. Acaso no sabían que mis amigos estaban en aquel sueño con diferente nombre?

>>ALKETRION>>

Ese nombre simple me hizo suspirar de una forma que solo yo solía hacerlo cuando estaba cerca de mi marido. Me quedo el enigma de donde estarían los demás de mi grupo divinal, mi padre, mi madre, mis hermanos y el resto. Porque no se presentarían a esta fiesta.

єl αmσr dє hαdєs [4 temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora